
“Pues bien damitas y caballeros, les saluda este grupillo humilde de testaferros y facinerosos politiqueros, necesitados de sus dineros para satisfacer las ambiciones y apetitos antropófagos que honorablemente heredamos de nuestros ancestros corrompidos.
Pues si, mira, damitas y caballeros, yo sé que ustedes tienen derecho a transitar libremente sin que nadie les moleste, yo sé que ustedes como ciudadanos pagan sus impuestos y merecen moverse tranquilamente sin que delincuentes como nosotros intentemos fastidiarles el día; pero, entiendan que necesitamos aprovecharnos de ustedes, de sus ingenuidades, de su ignorancia, de su indiferencia y laxitud; es nuestra naturaleza, para eso existimos, para eso fuimos creados, parásitos de la sociedad somos, nuestra madre es la incultura amoral, sórdida nodriza que nos amamantó desde que tuvimos conciencia de nuestra ralea escandalosa.
Pues sí damitas y caballeros, voten por nosotros, voten por nuestros padrinos, por los reyes del hampa demagógico, por los hambrientos patriotas dispuestos a sacrificarse en onerosos vicios costeados con los dineros que ustedes de manera gentilmente tonta nos ofrecen. Sí, nosotros patriotas de cepa, estamos dispuestos a morir por nuestra Patria, quien sino, estaría dispuesto a desgañitarse tragando las deliciosas frituras de los opíparos banquetes oficiales, quién sino, se ofrecería en instinto degenerado a horas y horas de sexualidad rosada y sadomasoquista. Pues nosotros, solamente nosotros los hijos de la puerca y sórdida partidocracia.
Pues si, damitas y caballeros, dennos su apoyo, permitan que nuestras infames larvas se adhieran a las groseras y sanguinolentas llagas, para que medren prolíficamente. Necesitamos nietos y bisnietos que eternicen nuestra existencia repugnante y miserable, de los que podamos regocijarnos y jactarnos. Si damitas y caballeros, voten por nosotros, sucios y asqueroso mendrugueros de la partidocracia, ¡háganlo, háganlo!, o es que desean que la próxima vez que intentemos joderles, lo hagamos furiosamente amparados por la inmoralidad del sistema; no nos obliguen a recurrir a la arma infame y cobarde.
Pues si, damitas y caballeros, o votan por nosotros o se joden, no importa por quien lo hagan, con tal que sea hijo de la prostituta partidocracia: ora el Emperador Bokassa, héroe de Dayuma; ora Alvarito, el enviado de la chusma oligarca; ora el Gutierrito, el mico pinochetsco; ora la bucarana Roldós, la ecologista del sindicalismo pipón; ora cualquier bailarín o chimbador deseoso de negociar sus pillajes electoreros con el mafioso que convenga a sus intereses patrióticos y bolsillos muertos de hambre. Cualquiera vale, cualquiera representa para nosotros la posibilidad de parasitar ampulosamente de este nuestro padrastro Estado, o de esta nuestra cortesana sociedad.
Eso sí, ¡cuidado!, cuidado y anulan su voto. Anular el voto es antipatriota, ¡cómo van a creer! Que no se dan cuenta que el voto nulo es el peor castigo que podrían dar a los titiriteros y polichinelas de este circo grotesco y delincuencial. No serán traidores, no serán traidores a nuestra concupiscencia, no serán ingratos con nuestros gentiles negociados, no nos nieguen nuestro derecho a robar, respeten nuestra condición inmoral, o es que quieren que nos deshonremos trabajando honradamente, o es que desean que nos ganemos la vida con el fruto de un trabajo esforzado y decente; ¡eso es lo que quieren, es eso lo quieren!, hasta allá llega su infamia, ¡tanto mal nos desean! No, damitas y caballeros, cada uno a su tarea, ustedes a trabajar como pobres y lastimeros burros de carga y nosotros a beneficiarnos descarada y patógenamente de ustedes y del fruto de su jornada diaria debajo de ese sol canicular e indiferente o de esa lluvia indolente y gélida. Un trabajo duro, cierto, el nuestro, pero, alguien tienen que hacerlo y para eso estamos nosotros, fieles patriotas de nuestra reputada Partidocracia.
Pues bien damitas y caballeros, ya pueden ir practicando, ya saben: voto plancha, voto manada, voto a lo bruto.
Bueno, eso es todo por hoy, ya me despido, ya me voy, pero, para que vean como nos preocupamos por ustedes les doy una sugerencia para que sean felices: si el Emperador Bokassa les insulta, sonrían; si el shunsho Alvarito les desprecia, sonrían; si el Mico Gutiérrez, los reprime, sonrían; y así, si la vida les patea, sonrían; si el Aucas desaparece, sonrían. Si no hay gas, sonrían; si no tienen que comer, sonrían. Y no lo olviden la Partidocracia es todo. Hasta luego y gracias por apoyar nuestro pillaje, ya pueden bajar las manos.”
Los Mercachifles de la Partidocracia.