viernes, 15 de agosto de 2008

El voto Nulo la mejor opción.


Desde que el sistema en su característica violencia impertinente, me ha venido obligando a votar en este sistema de mafias partidocráticas, llámense conservadoras o socialistas, he tenido que recurrir generalmente al voto Nulo como una opción dirigida a rechazar tanto al sistema de estado delincuencial, como también, a las malas mañas de tanto patriota dispuesto a enriquecerse nacionalistamente a costa de los dineros públicos.

Sin duda el voto Nulo es la última alternativa sana y respetable que los ciudadanos tenemos para dejar muy en claro que no estamos de acuerdo ni con la dictadura proxeneta, ni con las rameras que cabildean jolgoriosamente en el pantanal inmundo de la sucia y pervertida política nacional.

Considero que, una vez más, dadas las condicionas asquerosas que nos plantea la cochina partidocracia, en esta ocasión la seudo comunista y socialista, la mejor alternativa que tenemos los ecuatorianos es recurrir al voto Nulo.

La alternativa del No, defendida en gran medida por las huestes conservadoras, oligárquicas y la corrupta oposición politiquera, es una forma de reconocer la falsa legalidad de los asambleístas durante sus desafortunadas actuaciones en Montecristi, en donde, permanentemente violaron de manera descarada el único y exclusivo mandato del Pueblo: Elaborar una constitución, bajo las estipulaciones de un reglamento específico e inalterable. Permanentemente violaron el Mandato del Pueblo cuando interpretando maliciosamente los plenos poderes para legislar, violaron la constitución vigente y en contubernio con Correa, literalmente se declararon dictadores. Además, en otro acto de brutalidad abusiva reformaron el reglamento aprobado por el Pueblo, para proseguir con su avidez infame por satisfacer sus apetitos desmedidos de poder autocrático.

La opción del voto blanco, considero, es una muestra de indeterminación inexperta, de duda injustificada frente a los múltiples ejemplos de abuso y las notorias muestras de estupidez y corrupción de los actores políticos oficiales. Además existe un potencial agravante que muchas personas ya lo han denunciado, la posibilidad de que algún mangajo, en un acto de ratería cobarde, le robe al indeciso su incertidumbre, en favor, ya sea de las opciones: afirmativa o negativa. Por lo mismo, lo lógico es que quienes deambulan en el limbo, para evitar ser despojados de su derecho, opten por la alternativa aconsejable del voto Nulo.

Como ya mencioné en mis anteriores comentarios sobre el proyecto de constitución, existen razones más que suficientes para anular el voto.

El montón de falacias, tonterías y disparates que contiene el proyecto estatista y disque bolivariano de Correa debe ser rechazado. Pero también debe dejarse muy en claro a las ratas de la partidocracia de la falsa oposición, que los ecuatorianos igualmente los repudiamos con similar desdén que a los parásitos del gracioso y rosado socialismo.

Por lo mismo, la mejor opción es el voto Nulo.

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