viernes, 19 de diciembre de 2008

La Resistencia Civil de los Pueblos contra la codicia minera y la corrupción politica.



Ciertamente la defensa propia es un derecho irrenunciable, una manifestación moral fundamental. Resistir y confrontar aquella estupidez y violencia que amenaza con destruir nuestro justo estilo de vida o erosionar gravemente el modesto bienestar del que gozamos, es un derecho universal. Un acto moral, fundamentalmente. Nadie puede obligarnos a hacer o aceptar, aquello que finalmente terminará por destruirnos.

Así como me sentí moralmente satisfecho mirando las manifestaciones cívicas, de verdadero y enaltecedor civismo, de los ecuatorianos que en su momento echaron del poder a ciertos delincuentes disfrazados de políticos que en mala hora a base de engaños y mentiras se colaron en la Presidencia de la República, así también, me sentí y siento conforme y solidario con los ecuatorianos, en su mayoría comunidades nativas del sur, que en este momento están luchando valientemente contra la posibilidad de que la codiciosa y avarienta actividad minera terminen por destruir sus ambientes sociales y naturales, en los que actualmente viven y que heredaron de sus ancestros por tiempos inmemoriales.

Nadie, nadie tienen derecho a cuestionar la prerrogativa irrenunciable de estos ecuatorianos a defenderse de las arremetidas demenciales del Héroe del Dayuma y de la campaña malintencionada de los grandes beneficiarios de la explotación minera.

La posición asumida por el Gobierno del Relajo ciudadano, en el trato que ha dado al asunto minero demuestra una vez más lo equivocada que estuvo la gente al votar por la malhadada constitución correista, verdadero mamotreto inextricable e inmoral; así como también el grave error que significa seguir confiando religiosamente en el demente de la sonrisa descarada.

Sobre la base de un falso desarrollo económico, no se puede justificar la depredación brutal de la naturaleza y peor todavía la posibilidad de destruir la poca calidad de vida de los habitantes nativos de aquellas zonas.

El Tirano mendaz se ha mostrado una vez más, en su real y nefasta calaña. Sus jorgas de alcahuetes, cortesanos y bailarines, se han revelado otra vez, infamemente ensalzando de manera servil las imposiciones dictatoriales del temible Amado Líder.

Nada bueno se puede esperar del Guasón descriteriado. Menos todavía de esas bazofias que nadan viciosamente en ese pozo pútrido de bajas pasiones llamado Congresillo.

Frente a esta realidad las manifestaciones corajudas y cívicas de los ciudadanos son las únicas armas nobles que tienen los ecuatorianos honestos para combatir la violenta estupidez y la corrupción descarada de los seudo comunistas actualmente en el poder y de sus ambiciosos socios estratégicos.

El derecho a la vida de las personas es una garantía universal. El derecho a existir en ambientes naturales sanos, no es negociable. La protección y defensa de los ecosistemas, de su flora y fauna, son prioridades fundamentales.

Mi completo apoyo a las manifestaciones honestas y valientes de los ecuatorianos que en este momento están defendiendo sus vidas ante el abuso terrorista de los grandes intereses económicos de la codicia y la barbarie. Mi respaldo a todos aquellos hombres y mujeres que se han levantado lícita y públicamente contra la prepotencia y arbitrariedad del Héroe de Dayuma.

No están solos, amigos ecuatorianos que aman y respetan la naturaleza. No están solos. Existen muchos ecuatorianos que nos solidarizamos y respaldamos frontalmente su lucha, su derecho a existir, su privilegio como ciudadanos a levantarse contra el Tirano y su séquito de rufianes. No importa que las ratas asambleístas maliciosamente hayan conspirado en aquel mamotreto grosero mal llamado Constitución, contra los derechos y garantías de los ciudadanos. La defensa propia, el derecho a al vida, la protección de la naturaleza, son instituciones universales que nadie podrá limitarnos o restringirnos. Nuevamente mi solidaridad y respeto por la valentía y frontalidad con que han asumido esta justa causa. No lo olviden: Los ecuatorianos inteligentes, honrados y decentes de este País los apoyan.


martes, 16 de diciembre de 2008

El Final del último Gran Dinosaurio del siglo XX.



Recuerdo que en mis épocas de adolescente admiraba a León Febres Cordero, LFC, aunque debo aclarar que en aquellas épocas, también, ingenuamente pensaba que la dictadura socialista era la solución a los problemas causados por la dictadura oligarca.

La espectacular tarea fiscalizadora que LFC realizó en la mamarrachada de Gobierno de Osvaldo Hurtado, lo presentó como un hombre público diferente al tradicional pillo politiquero.

La fuerza de su carácter y su discurso vehemente en contra de la corrupción, así como su aparente éxito en los negocios, hizo que muchas personas confiaran en que finalmente LFC, sería “El Político” que enrumbaría por senderos de progreso al País.

Lamentablemente, su Gobierno, no fue lo que las personas decentes hubieran deseado. Violencia política, terrorismo de estado, corrupción pública, interferencia notoria en las demás funciones del estado, mala gestión pública, pésima administración de la economía nacional, protección e impunidad para los profesionales del peculado y la concusión, fueron algunas de las características de lo que se dio en llamar el Gobierno de la Reconstrucción Nacional.

El ofrecimiento que sirvió de adagio en la campaña electoral, “Pan, Techo y Empleo”, fue un espejismo, pues salvo la gente vinculada directamente con su gobierno, que ciertamente obtuvieron muchísimas prebendas del despelote socialcristiano, los demás, la mayoría de los ecuatorianos, la pasaron muy mal.

Febres Cordero tuvo la oportunidad de marcar la diferencia, pero, en su desesperación por intervenir en política cometió un craso error, se afilió al Partido Socialcristiano. Un error que terminaría marcándolo en su vida y manchándola para siempre en los anales verdaderos de la historia. Como la esponja que absorbe el agua que se halla a su paso, así aquella tendencia política curuchupa y corrupta, terminó chupando todas las buenas intenciones que pudo haber tenido LFC, dejando exclusivamente al individuo violento, intolerante, grosero, patán y prepotente que todos conocemos o conocíamos.

En alguna oportunidad, fastidiado de la influencia perniciosa que sus decisiones tras bastidores generaban en la vida pública nacional, llegué a incluirlo junto a Velasco Ibarra, Asaad Bucaram Ehmalin, en la lista de: Los tres personajes más nefastos del siglo XX en el Ecuador. ¿Por qué? Porque estos tres fieles representantes de los funestos Patriarcas de la Componenda Nacional abrieron la puerta de par en par, para que las mafias de turno y sus parentelas enviciadas por la más sucia concupiscencia, asaltaran lujuriosamente el patrimonio de todos los ecuatorianos.

En mi decepción por contemplar tamaña calamidad de realidades, pensé que, difícilmente el País podría librarse de aquel influjo socialcristiano que daba impunidad a verdaderos malhechores y criminales, mientras negaba justicia a los ciudadanos. Sin embargo, el tiempo me dio la respuesta, ningún tirano es eterno. Tarde o temprano cosechamos lo que sembramos.

LFC, ya es historia, ciertamente ha dejado huella en el País. Muchas personas lo admiran sinceramente, ven en él, aquel modelo al cual aspiran ciegamente llegar. Intentarán emularlo, tristemente. Otros, aquellos que vivieron servilmente a su servicio y a costa de su imagen, rapiñando ampulosamente a sus anchas gracias a su protección amoral, simplemente seguirán explotan su reputación mitificada, para tratar de granjearse la simpatía de aquellos ingenuos que idolatran a LFC, como si hubiese sido el santo que él mismo mencionó: jamás fue.

El final de León Febres Cordero debería llamar a reflexión a los políticos nacionales, pero visto está, que esa virtud no es propiedad de aquellos personajes que ven a la Política solamente como un medio para enriquecerse ilícitamente y saciar sus apetitos malsanos por el poder autoritario. Un llamado de atención debería ser para el actual Tirano, el de la sonrisa socarrona y los modales de patán de alcantarilla. El crimen no paga, histrión de la vulgaridad escandalosa.



jueves, 13 de noviembre de 2008

¡Beba Quito! y ¡Viva el sadismo sanguinario!


Recuerdo que muchos meses atrás, talvez más de un año, mientras escribía en el foro de Radio la Luna, un esmerado servil del Amado Líder, a saber, Rafael Correa, mencionaba que: después que la Asamblea terminase su trabajo, toda forma de violencia sádica y brutal en contra de los animales estaría vetada definitivamente de las tierras ecuatorianas. Lo tomé con beneficio de inventario, dejando muy en claro que si tal supuesto terminaba siendo cierto, Correa, contaría con mi apoyo.

Pero desgraciadamente, tal hipótesis terminó siendo una mentira más del Gran Bocón y su sarta de alcahuetes. La prueba está en que nada, absolutamente nada, se ha hecho para frenar la masacre sanguinaria que se desarrolla en el camal de Iñaquito.

Por ahí leí que las hordas de aburguesados chapetones avergonzados de su identidad ecuatoriana, reivindicaban su derecho a disfrutar de las manifestaciones “artísticas” de la Tauromaquia, eufemismo ridículo con el cual se pretende encubrir la sevicia infame en contra del noble animal.

Hace un año, iniciando mis intervenciones en internet, escribí algo sobre la sordidez de este tipo de manifestaciones. Recibí, salvo algunas expresiones de simpatía de personas decentes, las cóleras rabiosas de los amantes del espectáculo sanguinolento y las cantinelas enfermizas de los adoradores de la vestimenta españolizada. Aún recuerdo haber tranquilizado las furias amaneradas de un insolente con complejo de español híbrido, señalándole a manera de sentencia profética que: debía tranquilizarse, pues, después de todo estábamos en el País de la Manuelita, lugar donde el bruto puede dar luz verde a sus brutalidades.

Como ya mencioné en otro apartado de mi blog, hasta hace un par de meses carecía de mi página en internet donde patentar mis opiniones. La mayoría de mis intervenciones se hallaban registradas en el foro de Radio La Luna, pero, hace algunos meses, en un acto de miseria propia de los viles caballeros del falso comunismo, se procedió a borrar inmisericordemente las participaciones de quienes en un momento perdimos el tiempo en aquel lugar plagado de desorden y violencia. Hecho que por cierto, demostró la estupidez y el irrespeto a la libertad de expresión que prevalecen en aquella radio servil a los intereses del Amado Líder.

Me parece que en aquel momento dije todo lo que tenía que decir acerca de las infaustas y mal llamadas corridas de toros. Por lo que simplemente voy a transcribir mis palabras expresadas, aproximadamente hace un año.

El siguiente comentario está incluido en la siguiente dirección:

http://blog.cre.com.ec/Desktop.aspx?Id=277&e=897



La bestialidad de las corridas de Toros.

Faltan pocos días para que comiencen las fiestas de Quito, y ya, algunos canales de televisión, promocionan el espectáculo sanguinario del coso de Iñaquito.

Es vergonzoso que canales, que pretenden dar una imagen de protectores del ambiente, publiciten escandalosamente semejante evento de barbarie perverso, que ofende la sensibilidad de las personas decentes y que sin duda, se ha constituido en una mancha horrible en la reputación de Quito.

Es igualmente terrible que marcas comerciales presten sus nombres, solamente con el único fin de hacer dinero.

Que lamentable que en nuestro País no exista el principio del respeto a la vida y menos todavía la cultura del respeto a la naturaleza.

Casi seguro que las graderías estarán pletóricas de individuos que, botella en mano, alabarán impúdicamente las “artes magistrales” de un grupo de vagos, que no sirviendo para trabajar en actividades honestas, incursionaron en las perversiones de la tortura y el sadismo sanguinario.







Y luego expresé un comentario respecto de ciertas palabras que recibió mi artículo: La bestialidad de las corridas de toros.



Comentarios acerca de la Tauromaquia.


Me parece importante, que quienes defienden el sadismo y el prejuicio social, conozcan las razones por las cuales este espectáculo, llamado “Feria Taurina”, debería ser suprimido de las fiestas de Quito y de cualquier otra ciudad ecuatoriana.

Está comprobado que el toro es lanceado, acuchillado, mutilado, estoqueado, desgarrado y apuñalado, con las diferentes herramientas ignominiosas.

Está demostrado que el animal es cobardemente humillado, burlado de manera inmisericorde, y vilmente menospreciado durante todo el desarrollo de la lidia.

Por lo tanto, no creo que exista ningún término más adecuado, que refleje con absoluta claridad el trato que el toro recibe en la arena, que la palabra Tortura.

Es evidente que alrededor de este tipo de espectáculos, se monta una gran cantidad de negocios. Alimentos, bebidas, cigarrillos, etc. El mercantilismo amoral, esa es una de las principales excusas, que exponen algunas personas, para justificar semejante sinrazón. En otras palabras, se está diciendo que no importa torturar un pequeño número de animales, una vez al año, con tal de que alguien gane plata. Seguramente Maquiavelo, estaría de acuerdo con esta observación.

Muy cierto es, que algunos individuos asisten a este show, porque consideran que tal hecho los eleva de categoría social. Esa es una muestra de la ausencia de identidad de estas personas con su propia nacionalidad, con su identidad ecuatoriana, pues, recurren a fiestas extranjeras, bajo la explicación de una supuesta herencia española. Este prejuicio social, les permite aceptar que el toro sea “lidiado”.

El problema radica en que esta aceptación, sustentada en cuestiones económicas, prejuicios sociales, tradiciones ancestrales, etc., terminan creando y respaldando la infame cultura del maltrato a los animales.

Pero, el problema va más allá. La tolerancia, conformidad, afición, etc., hacia estas actividades, generan en el individuo insensibilidad y una absoluta impiedad, contra el ambiente, contra sus semejantes y contra sí mismo.

Por lo tanto, queda probado, el grave daño que este mal llamado arte, causa en la mente de las personas que toleran y aceptan este evento, y la influencia perniciosa que recibe la sociedad.

Mucho se habla de la Tauromaquia. Es notable la cantidad de publicidad y propaganda que circula en algunos medios de comunicación. Generalmente los dueños de estos, entusiastas promotores de esta fiesta, son los principales beneficiarios económicos de la misma.

Pero, qué es la Tauromaquia, pues se dice, que es el arte del toreo. Otros, son más ampulosos en sus criterios, recurriendo al eufemismo tramposo o a una grandilocuencia afectada, para intentar de alguna forma ennoblecer este show.

Lo cierto, es que la Tauromaquia es, el disfraz vanidoso, la parafernalia mojigata y el maquillaje ostentoso, que el vicio usa para intentar pasar por virtud. Las evidencias están ahí, qué no se las quiere ver, es otra cosa.

También se menciona que estos animales se crearon o existen exclusivamente para la lidia y la alimentación. Considerar que hay animales que existen únicamente para ser torturados me parece siniestro y perverso. El argumento cae por su propio peso.

Ciertamente, del ganado vacuno, obtenemos, muchos productos, entre ellos, su carne. Precisamente, en gratitud a este hecho incuestionable, lo menos que podemos hacer es lograr que el sacrificio de estos animales, sea lo menos, traumático y doloroso posible.

Les recuerdo a los amigos de la “Tauromaquia”, que hace muchos años cuando no existían tractores, la yunta de bueyes y toros, era la herramienta que el agricultor usaba para cultivar la tierra. Tan cierto es, que Quito, en reciprocidad a esa noble tarea tuvo la sabiduría de crear el monumento al Labrador.

También, se califica de arte a este show de tortura. Se dice que, “el arte se muestra a los ojos del espectador”. Es decir, según éstas personas que defienden la tortura sádica y que recurren al anterior adagio, al que evidentemente se malinterpreta a propósito, “es la condición humana, ausente de sensibilidad y razonabilidad, la que finalmente determina, qué es arte, y qué no lo es". En otras palabras, para estos sujetos: es la manifestación subjetiva y amoral del individuo, la que establece la calidad de arte de cualquier revelación o manifestación. Según estos razonamientos chabacanos, el lanzar bombas indiscriminadamente sobre ciudades pobladas, las agresiones xenofóbicas efectivas, la eficiencia siniestra de los campos de concentración nazis, o el maltrato brutal a los animales, tranquilamente podría ser considerado arte y los demás seres humanos estaríamos obligados a tolerar estas concepciones inmorales.

Lo cierto es que el arte, así como el amor, es difícil de definir, pero tiene componentes que son característicos, entre otros: el éxtasis, la conformidad moral, la sensibilidad emocional; manifestaciones sublimes que producen bienestar en el alma del hombre honesto.

Me parece que está, por demás demostrado que, La Tauromaquia puede ser cualquier cosa menos Arte.

Seguramente quienes defienden encarnizadamente su derecho a torturar y desjarretar toros deben ser católicos. Yo, no lo soy. Me gustaría cuestionarles dónde queda la historia de Francisco de Asís y el Lobo. Tengo entendido que en la tradición católica, se cuenta frecuentemente la metáfora del asceta religioso y el Lobo, según la cual Francisco se refería amistosamente a aquel animal injustamente perseguido como: Hermano Lobo.

¿Por qué el hombre no puede cesar tanta infamia contra el toro? Por qué el Hombre no puede llamar Hermano Toro, a aquel hermoso animal noble y fuerte, que mucho le ha dado y que a cambio, ha recibido violencia y martirio en una fiesta absolutamente impía y grotesca. Por qué.

lunes, 27 de octubre de 2008

La impunidad de Gustavo Noboa y el regreso de Abdalá Bucaram.

Aproximadamente en Enero del 2008, cabreado al enterarme que Rafael Correa promocionaba la impunidad del ex tiranuelo Gustavo Noboa, opté por dejar muy en claro mi absoluto rechazo al proyecto de amnistía inmoral que la manada de asambleístas de Alianza País finalmente terminó ofreciendo a todos quienes estuvieron vinculados en aquel magnicidio financiero. Para esas épocas todavía perdía el tiempo en el foro de radio La Luna, propiedad del amante maculado del sindicalismo pipón Paco Velasco. No recuerdo exactamente cuando pero, los chicos de la Luna, cansados de la libertad de expresión o más bien del libertinaje vergonzoso que ellos mismos incitaban con el relajo y desorganización que primaban en aquel foro, decidieron unilateralmente borrar todas las intervenciones de las diferentes personas que ahí participamos. Para ese momento no contaba con un blog propio donde descargar mis desvaríos y locuras. De manera que: ¡Amnistía para el orangután?, quedó registrado exclusivamente en la carpeta Mis documentos de la computadora, pero solamente hasta ahora:


¡Amnistía para el orangután? ¡Amnistía para el orangután?
El economista Bocotas se desgañita diciendo que todas las negociaciones vinculadas con la Deuda Externa han sido perjudiciales para el País. Inclusive nombra una comisión para supuestamente investigar el manejo de tales negociaciones fraudulentas. A pesar de este antecedente, el economista Bocotas tiene el descaro de solicitar a su manada de criados la amnistía para Gustavo Noboa, implicado precisamente en uno de estos tramposos convenios en los que se mueven centenas y miles de millones de dólares, centenas y miles de millones de dólares, ecuatorianos.

Este pobre miserable, se lleva la Asamblea a Montecristi, porque sabía que Quito, no iba a dejar pasar sus influjos nefastos, ni tampoco toleraría el servilismo cobarde de toda esa jorga de pipones incondicionales del economista Bocotas.

¡Qué bestialidad! Ya se olvidaron de la corrupción del gobierno del orangután descarado. Del orejudo Pillegi en Pacifictel, del brother Ricky en el Consejo de Modernización.
¡Amnistía para el orangután? ¡Ya basta pues!

En realidad no me debería sorprender, después de todo, son ratas de la misma alcantarilla. Con el perdón de la rata. Pero, lo que no entiendo es como puede haber gente que aún siga creyendo en el economista Bocotas.
¡Qué bárbaro!, que vendrá después, indulto para Alí baba y los cuarenta bucarames.
¡Qué bárbaro!




Qué cosas no. Para octubre del 2008, finalmente Noboa recibió su impunidad oficialmente conocida como amnistía y Bucaram volverá en un futuro no lejano amparado por la inmunidad que su condición de candidato a algún cargo de elección popular le brindará, posibilidad garantizada por la actual constitución aprobada mayoritariamente.
Hace algunos días escuché en un canal a Noboa con sus características vulgaridades, amenazar a Sicouret, personaje bucaramista de baja calaña, pero que ha sido uno de los pocos que se ha atrevido, por motivos lejanos a la moral, a denunciar a Noboa como el individuo descalificado que es. Noboa, durante la entrevista vociferó que demandaría a Sicouret, señalando que éste, tendría que responder ante los jueces por sus “calumnias”.
Este orangután chabacano como solo él, se delata solito. Concluyendo, de las palabras del ex Rector de la Católica de Guayaquil, por cierto: pobre Universidad, pobres estudiantes, pobres guambras guayacos. Concluyendo de las palabras del orangután, decía, cuando a él le demandan para que responda por su complicidad en uno de las más grandes latrocinios que ha sufrido el País, pues, “la acusación es temeraria, se trata de simple persecución política del ex dueño del País, es una venganza de los enemigos del Opus Dei, es una muestra de la corrupción del sistema judicial, etc.” Pero, cuando el señorito del verbo chocarrero es el acusador, ahí sí, el sistema judicial es perfectamente válido, ahí sí no hay problema de recurrir al sistema judicial corrupto del que tanto se quejaba antaño.
Por qué los gacetilleros de honorarios dorados no exigen una explicación al Gustavito por la mencionada contradicción, no lo sé, probablemente no cayeron en cuenta acerca de la misma, talvez los dueños de la farsa noticiosa se los prohibieron, lo desconozco, talvez están más preocupados por las noticias de la farándula rosa.
Lo único cierto es que los delitos de Gustavo Noboa han quedado en la impunidad y próximamente tendremos en el País la carpa de Abdalá y todo gracias a que: “el País ya es de todos.”

jueves, 16 de octubre de 2008

El Curuchupismo corrupto al abordaje del Liberalismo.





Que ridículos y descarados resultan ciertos amantes empedernidos del catolicismo político, de destacada baja ralea por cierto, calificándose ellos mismos de: augustos y demócratas. Y es que, en la actual coyuntura política, ya no es negocio ser socialcristiano, conservador o cucurucho demócrata cristiano. No, ahora los gamonales y sus peones dicen, desparpajadamente ser: “¡liberales!”.

Pero que entienden estos esperpentos idolatras por doctrina Liberal. Pues estos seguidores ignaros de Adam Smith, definen al Liberalismo como: la posibilidad de depredar codiciosamente la naturaleza, el “derecho” de apropiarse de los dineros públicos con absoluta impunidad, la prerrogativa de mancillar y ofender a quienes no forman parte de su élite incestuosa. En fin, lo entienden como: el ejercicio aristocrático de cultivar el libertinaje impúdico e incursionar en todas aquellas manifestaciones viciosas que les permitan vivir en la absurda opulencia a pesar de sus evidentes taras.

Filibusterismo comercial, explotación laboral, mercantilismo inmoral, avaricia, codicia, destrucción ecológica, depredación económica, dictadura política, monopolio comercial, agiotismo financiero, prejuicio social, éstos, algunos de los principios sobre los que se basa el “liberalismo” de los renegados seguidores del aristocrático adagio: Familia, Propiedad y Tradición.

Familia, la de ellos y la jorga emparentada por sus vicios y bajas pasiones. Tradición la que sustenta su “derecho” a ser los individuos ignominiosos que son. Propiedad, aquella obtenidad ilícitamente, gracias a los tramposos latrocinios y el saqueo bestial.


Hace un par de días, mientras disparaba fanáticamente a mi televisor, me encontré de pronto en ese canal mojigato llamado Ecuavisa. En ese momento se desarrollaba un diálogo afectado entre aquel prepotente y maquillado fanfarrón, que para ese momento había terminado de mascullar su aburrido y pedante monólogo, con un Jaime Nebot, amargado y tétrico como siempre. Cuando iba a cambiar de canal, pues, nada de lo que tenían que decir el par de personajes despreciables me interesaba, una expresión de Nebot, detuvo al dedo justiciero.

Por un momento pensé que estaba todavía somnoliento. Por cuestión de instantes de segundo me encontré inseguro de haber escuchado realmente aquella expresión tan maldita por provenir de las odiosas fauces de las que fueron expulsadas. Sin embargo, todo parecía estar en su lugar. Nada de surrealismo había en el ambiente. Definitivamente había escuchado aquella declaración.
No recuerdo que fue lo que le preguntó el narcisista empedernido, pero sí recuerdo la afirmación maliciosa descargada por Nebot. “Soy un liberal”, dijo desfachatadamente, aunque con tono poco convincente, el muy cínico. ¡Nebot etiquetándose de liberal! ¡Qué infamia!

Ni un solo comentario, peor una pregunta; el amanerado valentón continúo indiferente con el libreto programado, dejando impune la injusta y grosera autoimputación del siniestro alcalde porteño.

Un tipo que creció políticamente, amparado por las mafias del PSC y más específicamente por las garras protectoras del, en ese entonces, dueño del País, León Fébres Cordero, ahora, abandonaba el barco emulando a aquellos animalitos que suelen ser los primeros en huir antes del hundimiento. Increíblemente, buscando refugio en las galeras del liberalismo.
No, ni Nebot ni todas las ratas traidoras del catolicismo político son liberales y nunca lo serán. Nebot y los curuchos renegados son todo, menos liberales. Nebot y los liberaloides, tienen de liberales, lo que Pinochet tenía de demócrata.

Nebot puede decir lo que le dé la regalada gana, pero, jamás será un liberal. Puede engañar al pueblo con campañas publicitarias que lo presenten como el liberal por excelencia, pero jamás será un liberal. Puede pedirles a sus grandes amigos de la prensa nacional que lo presenten como el liberal que dice ser, pero, jamás será un liberal. Puede comprar el sticker de liberal, pero nunca será un liberal. Ni él, ni los nuevos “¡liberales!”.

¿Por qué jamás serán liberales? Simplemente, porque no está en su naturaleza. Porque individuos como esos, solamente entienden el lenguaje de la violencia, del prejuicio social, de la prepotencia, de la arbitrariedad brutal y la dictadura terrorista. Porque ellos son innatos socialcristianos, conservadores, demócrata-curuchupas. Familia, Propiedad y Tradición, eso son. Hasta podrían probar fortuna con la socialdemocracia al estilo Borja e incluso con el socialismo del siglo XXI del Amado Líder. Seguramente se adaptarían con éxito a aquellas doctrinas inciertas y estandarizantes. Pero al Liberalismo Universal: ¡Jamás! ¡Nunca! ¡Jamás!

martes, 7 de octubre de 2008

Cloaca Dictatorial.

Hace unas semanas recibí la invitación de un señor para comentar sus escritos en un lugar llamado Foro Democrático. En atención a la gentileza de dicha persona, procedí a registrarme, inocente de las realidades ocultas en lo que ahora defino como Cloaca Dictatorial.

Desde un comienzo noté que el ambiente de dicho espacio virtual, era muy similar al de otros en que había estado: enfrentamientos pueriles y viscerales entre los fervientes defensores de Correa y los serviles alcahuetes de la partidocracia conservadora, hoy en “desgracia”; conversaciones intrascendentes acerca de modas y bisuterías de oropel, etc. Sin embargo reconozco la presencia de alguna que otra persona cuyas opiniones eran, ciertamente respetables.

Pero había algo que trascendía putrefactamente en el lugar. Mientras una seguidora de Correa se quejaba de que sus palabras habían sido borradas y discutía con un individuo soez y mezquino, otros escandalosamente gritaban a un tipo de nombre Pablo Corral, la necesidad de censurar a algunos participantes de dicha farsa.

Corral en respuesta a esta petición, en un acto reprobable, se atrevió a mencionar la siguiente frase infame: identifíquenlos y elimínenlos. Esta manifestación de intolerancia me motivo a iniciar mis participaciones.

Luego de abrir un trío de discusiones, una de las cuales, una opinión en que vinculo las calidades del ecuatoriano promedio y los resultados del último referéndum, armó todo un alboroto, a tal punto que muchos de los individuos clamaron por mi censura definitiva de dicha cárcel mental. Más que nada por iniciar una conversación, procedí a exigir una explicación a una persona de nombre Bernarda, , acerca del por qué me atacaba injustificadamente. Luego de algunas horas recibí un mensaje en mi correo, en el que ésta persona, enemiga de las huestes correístas, me decía lo siguiente y cito textualmente, porque lo tengo grabado en mi correo:

Bernarda Cuesta R te ha mandado un mensaje sobre nuevo foro democrático

Saulo Ariel, no lo ataco, he dicho que sus argumentos son poderosos, inteligentes, válidos. Es más, los comparto plenamente y ¡¡¡me encanta la forma como los dice!!!. Quiero, por favor que me comprenda, como modeladora del foro debo desempeñar un papel imparcial y hacer cumplir las condiciones de Pablo Corral. No quisiera que el exceso de calificativos, que estos besugos -como dice José Julio- merecen de sobra, nos lleve a tener que cerrar este espacio de debate que es uno de los pocos para nosotros. Dicen que para curarse de la ignorancia hay que leer mucho y viajar mucho, y es verdad. He visto en otros países campañas y debates políticos, donde los argumentos y las personas que los emiten son sometidos a los más duros calificativos y no importa, es parte del juego. Pero aquí, lamentablemente, la falta de argumentos, las endebles ideologías que defienden nuestros "contendores", los vuelve más "sensibles", casi intocables. Me encantaría estar en su posición, no tener el compromiso y el deber de modelar, para poder decir lo mismo que usted. Pero a la vez, me encanta modelar, porque sí puedo darme el lujo de eliminar estupideces que no aportan en nada a las discusiones, que no generan debate. No borraré sus comentarios y en "chiquis" lo apoyaré. Y no me basuree en publico, no me quite "autoridad" :-))))))))

Un atento saludo

Bernarda Cuesta
Co-Administradora Foro Democrático

Y posteriormente, me volvió a escribir lo siguiente:

Bernarda Cuesta R te ha mandado un mensaje sobre nuevo foro democrático.

Yo si lo tomé con humor, el malhumorado era usted :-))))). Y no se preocupe, siga escandalizando!!! El Sí puede haber ganado, pero ideologica e intelectualmente, nosotros los derrotamos.

Saludos

Bernarda Cuesta
> Date: Fri, 03 Oct 2008 23:20:43 +0000
> From: Saulo Ariel
> To: Bernarda Cuesta R
>
> Espero que haya tomado con algo de sentido de humor mis "reclamos". En realidad no esperaba que la gente se escandalizará tanto con mis palabras. No se preocupe me inclinaré con veneración al ejercicio de su autoridad. Hasta luego Doña Bernarda.

Casi inmediatamente, abrí un nuevo tema para tratar la problemática de la violencia contra los perros, mismo que está incluido en mi blog con el título: Malos dueños, No perros malos. En este comentario, en la parte final hago referencia al salvajismo predominante en las corridas de toros.

Pues bien, parece ser que un psicópata que disfruta mucho mirando acuchillar, masacrar, torturar y humillar a los desafortunados animales, se sintió muy ofendido. Pero lo increíble radica en que este tipejo cuyas intervenciones se caracterizaban por ser a más de mediocres y enfermizas, absolutamente odiosas, al parecer era miembro del staff de “moderadores”, entre las que sospechosamente también se encontraba la tal Bernarda.

En su necesidad de saciar su miseria sórdida, este triste personaje procedió sin ningún motivo a eliminar uno de mis comentarios. Probablemente el esperpento pensó que yo toleraría su torpeza cobarde.

Inmediatamente abrí un tema con el siguiente título: ¡Gracias por nada!, que incluyo en mi blog. En éste, explico las razones por las cuales no podía seguir participando en aquel foro donde los estúpidos tienen el control y además exijo el retiro de mi registro.

Con agilidad sádica, mis palabras explicativas y de despedida fueron borradas. Por lo que nuevamente volví a publicarlas. Luego de algunas horas, molesto por las manifestaciones bastardas de la mencionada cloaca, decidí ingresar nuevamente para borrar todas y cada una de mis palabras de aquel antro pestilente.

Nuevamente, demostrando lo insatisfechos que estaban con mis participaciones, estos personajes habían eliminado mi posibilidad de acceso. Pero, probando su cobardía, ruindad y la porquería mental de la que están atiborrados, habían iniciado una secuencia de insultos e injurias, sin que, como es lógico nadie los censure; conscientes de que nadie podría colocarlos en la cisterna escatológica donde seguramente los concibieron.

Como ya he mencionado en más de una ocasión las miserias del populacho me importan un comino. Los insultos de gente inmoral o mentalmente enferma, simplemente sirven de evidencia; son pruebas irrefutables de la calaña vergonzosa de aquellas pestes humanizadas.

Además de lo bochornoso que implica lo anteriormente citado, hay un tema que me parece terrible. La gente que honesta o intencionadamente, defiende a Correa está siendo manipulada y groseramente violada en sus derechos. Mientras a ellos se les censura y se los ofende con absoluta impunidad, pues, quienes discuten y pelean con ellos son los mismos que encubiertamente los censuran; ellos, los seguidores de Correa no pueden hacer lo mismo con los enemigos encarnizados de su Líder. Lo cual además de injusto es asquerosamente mezquino.

Quienes están detrás de la Cloaca Dictatorial o “Foro Democrático”, lo desconozco. Quizá los hambrientos testaferros y alcahuetes de la partidocracia socialcristiana, democristiana o conservadora. Talvez gente vinculada con los periódicos chapetones. No lo sé. Pero lo que sí sé, es aquello que menciono en estas líneas, porque fui testigo de aquello.

Quienes me han leído en anteriores oportunidades saben lo que pienso de Correa, pero, una cosa es criticar los actos prepotentes e inmorales del amado Líder y otra cosa muy diferente es aceptar el odio enfermizo y la manipulación inmoral de ciertos grupos amargados porque no pueden seguir rapiñando como en anteriores ocasiones. Jamás aceptaré la infame manipulación de la que es objeto el pueblo y tampoco permaneceré apático ante una jorga de pillos curuchupas que no critican por principios sino por vicio. Simplones que graznan y chillan impúdicamente, porque sus abrevaderos de sobras están vacíos y porque sus prepotentes patrones se quedaron sin el pernil al que hereditariamente estaban acostumbrados.


viernes, 3 de octubre de 2008

No existen Perros malos, lo que hay es Malos Dueños.



Ante la campaña sucia que cierto segmento de opinión pública (conocida principalmente por sus exabruptos verborreicos ), ha dirigido indiscriminada y maliciosamente en contra de los perros, me parece importante señalar algunos aspectos.

Lamentablemente, la reputación de los perros y más específicamente de ciertas razas como la pitbull, rothweiller, akita, se ven deterioradas por la irresponsabilidad de individuos ignorantes y miserables que no entienden el concepto del respeto a los animales, ni el compromiso moral que implica asumir el cuidado de un animal tan noble.

Un perro no es un juguete que pueda ser desechado como cualquier artefacto descompuesto. Un perro no es una cosa sin sensibilidad, al que se le pueda maltratar o irrespetar. Un perro no es un ser despreciable que esté dispuesto permanentemente a dar la otra mejilla. El perro no es un animal con capacidad de raciocinio, como sí lo son los seres humanos o al menos algunos de ellos.

Sus comportamientos están directamente relacionados: por las condiciones en que ha sido criado, por las formas en que ha sido educado, por el trato que recibe y naturalmente por su instinto.

Lógico es concluir que un perro criado con cariñó y respeto, bien alimentado y ejercitado periódicamente, será un animal afectuoso y para nada agresivo o violento.

Las desgracias vinculadas con ataques de determinados perros en contra principalmente de niños, son muestras, como ya mencioné, de la torpeza e irresponsabilidad de palurdos que no están en capacidad de asumir la propiedad y el cuidado de esos animales.

El maltrato infame que sobre todo los perros sufren en la sociedad ecuatoriana raya en el genocidio animal. Todos los días, todos, uno se encuentra con animales en estado famélico, arrojados a las calles porque a un maldito canalla se le ocurrió que ya no le resultaba simpático tener a su amparo escuálido a aquel pobre animal.

Quienes han iniciado esta campaña vengativa, señalan que algunas de las llamadas razas peligrosas, han sido manipuladas genéticamente. Este argumento demuestra precisamente como es el hombre en su desesperación por dañar a la naturaleza, por satisfacer su sed de sadismo, el principal responsable y el directo causante de las eventuales manifestaciones violentas de esas razas en particular.

No, los animales no tienen la culpa de reaccionar de la manera brutal como gente desquiciada los programó. La culpa y los castigos, por las lamentables agresiones en contra de personas inocentes, deben estar dirigidas contra los propietarios de los animales, y no contra los animales a los cuales se los debería retener en zonas de cuidado, mas no eliminarlos indolentemente.

Las soluciones deben estar dirigidas a respetar el derecho a existir de los perros y ha ser cuidados y protegidos de manera óptima. Debe exigirse a la persona que desee asumir la propiedad de un animal, las responsabilidades suficientes que garanticen tanto al animal un ambiente aceptable, como a la sociedad la tranquilidad de deambular sin peligro en cualquier lugar público.

Hace algún tiempo mientras caminaba, a un par de cuadras de mi casa, noté que un individuo estaba sacando su vehículo del garaje. De repente, apareció un perro enorme, por sus características parecía un San Bernardo cruzado con nativo. Y que quede claro que la variedad San Bernardo es amistosa, solo digo que se parecía en tamaño y presencia. No bien me vio se lanzó contra mí. Afortunadamente, cada vez que veo un portón abierto me pongo en alerta. No bien se acercó e intentó morderme, lancé una precisa taqueada con la base de mi zapato en su hocico, acto que lo obligó a desechar la posibilidad de continuar con el ataque, lanzándose inmediatamente en carrera por la vereda, desapareciendo detrás de una esquina. Mientras tanto el imbécil de su dueño, miraba en silencio torpe el intento de agresión. Cuando pasó junto a mí, lanzando vocecillas en busca de su perro, le increpé su falta de cuidado, sin que el mudo me respondiera palabra alguna. ¿Qué habría sucedido si en lugar de mí, que hasta cierto punto tuve algo de suerte, se hubiese tratado de un niño?, ya pueden ustedes imaginarse.

Sin duda debe existir una normativa que proteja a los animales y obviamente garantice a las personas que no serán agredidas mientras transitan libremente en zonas públicas por animales de conductas violentas. Se deben establecer refugios para animales abandonados y estropeados. Se debe castigar severamente el maltrato a los animales, sancionando drásticamente a los ejecutores de tales actos o a los dueños de los animales que causaron daños y perjuicios a terceros. En este triste drama los animales no son los malos, son las víctimas. No se debe reprimir y matar a las víctimas.

Ayer en la mañana observé en un noticiero la conversación de una persona que se autocalificaba de protectora de los animales y una concejala de Quito famosa por promocionar y solazarse con el sadismo y la tortura de los toros en el camal de Iñaquito. La posición de la señorita que decía defender a los animales, me pareció un tanto tibia, pero lo que sí fue indignante fueron las demostraciones abyectas de la mujer pública. Una y otra vez la representante de la politicracia, se esmero en vociferar la expresión: ¡perros peligrosos!, ¡perros peligrosos! Como si con esa cantaleta malintencionada quisiera iniciar una cacería de brujas en contra de todos los perros indiferentemente de su condición.

También noté que en el pasquín chapetón, El Negocio, perdón, El Comercio, aparecía una foto en primer plano, con un perro en actitud violenta. Ese tipo de promociones malsanas estimulan la estupidez en el vulgo. Generan violencia en contra de quienes son inocentes del incendio que se pretende consumar en su entorno. Incentivan prejuicios perversos que terminan ahondando terriblemente el problema. Alguien me dirá, con razón: ¡qué se podía esperar de un periódico que apadrina el sadismo y la crueldad sanguinaria de las corridas de toros! Muy de acuerdo.

Hoy, nuevamente, mientras buscaba infructuosamente a Los Picapiedra o algo decente que mirar, me topé en Gamavisión con Trespatines Baquerizo. Este sujeto remilgado, comparaba a los perros, torpemente, con las armas de fuego y censuraba neciamente, eso sí cerciorándose de que no haya quien lo ponga en su sitio vergonzoso, a quienes asumen una posición sensata y equilibrada sobre este asunto.

Que realidad tan lúgubre aquella que demuestra y presenta tal como es a la opinión pública oficial, la tradicional, la vulgar, la mediocre, la de banquetes y bacanales, la de figuretes y vedettes, tristemente, la única que tiene acceso a los únicos medios de difusión convencionales y populares. Ni modo, habrá que conformarse por el momento con la oportunidad tolerable que nos brinda el internet.

A pesar de tanta basura derramada existen verdades que no pueden ser manchadas por la pus de la manipulación informativa.

El perro es ideal de nobleza, de amistad y lealtad. Nos ofrecen su cariño sincero y su afecto fiel, características que no son comunes en la mayoría de los humanos.

Menciono finalmente un adagio que, casi seguro, habrán escuchado y con el que estoy completamente de acuerdo: Mientras más conozco a la gente, más quiero a mí perro.


miércoles, 1 de octubre de 2008

El Voto Nulo, la victoria del Individualismo Moral.

Cuantas veces la sociedad y su diversidad de instituciones nos han planteado verdaderas encrucijadas trastornadas. Dilemas inmorales, que significan errores crasos sea cual sea la opción elegida. Cuantas veces hemos caído en la trampa, escogiendo aquello que habíamos imaginado cándidamente era el menor de los males. ¿Podemos sentirnos satisfechos de haber elegido la alternativa menos mala? ¿Nuestra conciencia es lo suficientemente ingenua o tontamente conformista para aceptar la farsa del más o menos honesto? ¿Se puede ser medianamente honrado o quizá debería decir moderadamente corrupto? ¿Debemos callarnos y agachar nuestros lomos ante las imposiciones de una sociedad cada vez más tiránica, intolerante y violenta?

Eso es precisamente lo que ha sucedido en las últimas elecciones. Nos plantearon, las fuerzas de la partidocracia de turno en el poder, un dilema según el cual debíamos elegir entre la posibilidad de volver a los dominios del Socialcristianismo, de la “democracia cristiana” y el Conservadurismo o quedarnos con el “magnífico” gobierno del MPD, el Socialismo, la Izquierda Democrática y el Pre.

Y la gente, la gran mayoría de la gente ha decidido, afirmativa o negativamente. Todos, correístas, nebotcianos, etc., han decidido. De manera contundente han decidido. Resuelta y voluntariamente se han doblegado ante el dilema.

En medio de un Estado jurídicamente acéfalo, aquellos no escatimaban en adulos felicitando a esos, por su triunfo cuantitativo, mientras esos se jactaban vergonzosamente ante aquellos de las consecuencias de sus capacidades para manipular y embaucar. Pero eso sí: “el pueblo había decidido”.

Y sin embargo, a pesar de lo efímeramente decepcionante que pudo resultar conocer los resultados del sufragio general, debo señalar que me siento tranquilo, satisfecho con mi decisión.

Mientras rayaba generosamente la papeleta a ambos lados de los casilleros, una sensación de serenidad, de conformidad moral se extendió en toda mi humanidad. Porque el voto nulo es la victoria de la calidad, de la razón, de la sensatez y la inteligencia. El triunfo honorable del individualismo. Porque el voto es un acto individual. Porque la doctrina del individualismo le ofrece al individuo pensante la opción de conducirse solo ante la posibilidad engañosa de asociarse con la masa incoherente e inconsciente.

Que satisfecho me sentí de rechazar la manipulación descarada y permanente de la que fue y es objeto la sociedad ecuatoriana, de repudiar con cada trazo decidido y vehemente aquel dilema tramposo e inmoral que la partidocracia nos planteaba.

Ganamos, 7% de ecuatorianos que deseamos vivir en un País donde predomine la paz, la justicia, el bienestar y la verdad, ¡ganamos! Las mentiras, las infamias y las amenazas no pudieron derrotarnos. Vencimos, individualmente, ¡vencimos!