lunes, 30 de noviembre de 2009

No existe Libertad sin responsabilidad: Lo dice el "mudo" Correa.

Qué es la Libertad, sino, la facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera u otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos. Qué es la responsabilidad, sino, la capacidad existente en todo sujeto activo de derecho para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente. Lo dice la Real Academia.

Nótese que en el concepto de Libertad, está incluida la responsabilidad del sujeto respecto de sus actos. Por lo mismo hablar de Libertad con responsabilidad es redundar absurdamente. Si a eso le añadimos el componente moral que lleva implícita La Libertad, en función de su calidad de virtud, entonces, podemos decir que, el hombre libre es honrosamente responsable de sus actos libérrimos. La responsabilidad no es un condicionante, no limita ni restringe el derecho a ser libres o a ejercer las libertades de las que gozan o deberían gozar los seres humanos.

En un sistema Democrático, en una sociedad de hombres libres, con un Estado sometido a la voluntad de los civiles, con burócratas y servidores públicos cuya existencia depende del buen servicio que brinden a sus jefes, los ciudadanos; ¡jamás!, jamás las acciones humanas respaldadas por la Libertad, pueden generar consecuencias negativas.

Pero, es patente, público, salta a la vista con inusitada violencia que, los ecuatorianos, no vivimos en un Estado de Derecho, ni ayer ni hoy; no; lo cierto es que desde los inicios de este País hasta la fecha, el sistema de Gobierno, si se puede llamar sistema a eso, ha sido la Dictadura, con sus diferentes modalidades. Jamás ha habido Democracia en el Ecuador, quien diga lo contrario es un maldito farsante. Asistir periódicamente a votar en un mercadillo mafioso, monopólico, fraudulento, hereditario y dictatorial, definitivamente no es un símbolo democrático.

Solamente en Gobiernos y sistemas totalitarios, esclavizadores, alienantes, terroristas, intolerantes, dirigidos por tiranuelos corrompidos, se podría hablar de Libertades con responsabilidades, pues a través de esa sucia estratagema, se conseguiría regular, limitar o eliminar aquel derecho. Lógico que sea así, pues a los tiranos les interesa instaurar un sistema que permita perseguir cualquier manifestación moral de Libertad, para de esa manera extinguir al hombre libre en esa sociedad.

Realmente sobre este tema he escuchado verdaderas barbaridades. El otro día, durante la marcha contra la ley mordaza en Guayaquil, alcancé a escucharle a una vieja curuchupa politiquera, de esas que critican a Rafael Correa porque envidian los latrocinios del “mudo”; mujer pública que debe extrañar las épocas en que podía pasearse y disfrutar a costa del tesoro nacional. Esa “señora”, con un dejo racista, crapuloso y menospreciativo, dijo más o menos lo siguiente: “no se puede ser, humano, si no eres libre”. De veras que, estos patriotas que llegan a tener plata gracias a un sistema político corrupto y a una incultura social inmoral, basada en la racionalización de pillaje y hasta el crimen, e incluso una concepción tercermundista del destino manifiesto, definitivamente, no me simpatizan. Yo no justifico a la gente que apoya a Correa con la tonta excusa de oponerse a la torpeza de la chusma oligarca; pero, que bestia, esta gente que se cree “la crema y la nata”, sí que son que gentecita para corriente. Según el “razonamiento” de esta “dama” guayaquileña, los esclavos africanos de los siglos XVIII, XIX y XX, no eran seres humanos; una perla más una perla menos, que importa, si al final la mayoría no se da cuenta, ¿cierto? Y esos son, los que pretenden liderar la oposición contra el tirano Correa; como para practicar el sentido del humor gris.

Créanme que Yo, no veo mayor diferencia entre Jaime Nebot Y Rafael Correa; según sus respectivos seguidores, que por cierto los alaban incondicionalmente, ambos han hecho “obras majestuosas y formidables para los hijos del pueblo, ¡sus entrañables hijos!”. Al escuchar aquellas frases me digo, ¡de qué diablos están hablando!; desde cuando los jefes de los criados les deben pleitesía a éstos. Los ciudadanos elegimos funcionarios públicos para que nos sirvan, no para que nos exploten, ni nos manipulen o nos roben, peor repriman; cumplir sus funciones eficente y honradamente es su deber, su obligación, para eso les pagamos. Someterse a sus manipulaciones, adularlos descaradamente, reducirse a la condición de simples y abyectos esclavos dispuestos a despedazar a todos aquellos que no compartan las consignas autoritarias de los temibles y siniestros tiranos que gruñen con sus infames fauces, solamente demuestra que en aquellas tristes tierras: no existe libertad sin responsabilidad.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

El currículo de un pipón dorado.

El siguiente es un comentario que escribí hace dos o tres años, seguramente unos pocos meses después de la posesión de Rafael Correa; desde entonces, ya se veía venir la marea socialista escatológica. Si bien no es exactamente el comentario original, pues, incluí un par de opiniones adicionales, el sentido y el mensaje principal se conserva incólume:

Francamente ya me cansé de escuchar las supuestas dotes de estadista del “excelentísimo señor presidente” Rafael Correa. De manera permanente los incondicionales del socialismo del siglo XXI, se desgañitan señalando el excelente currículo que dispondría este personaje locuaz de la politiquería ecuatoriana. Por ese motivo me molesté en revisar las supuestas credenciales ilustres de ese individuo.

A medida que iba revisando tan sin igual lista de “méritos”, confirmaba las opiniones y certezas que tengo de este sujeto, aunque debo confesar que no puede evitar reírme de tamaña cantidad de manifestaciones y jactancias pueriles, mediocres y vanidosas. El tipo se cree un genio.

Los títulos, “honores”, cargos, trabajos realizados, datos biográficos, etc., solo demuestran que este personaje lenguaraz, en términos de calidades es uno más de la manada; además que, siempre estuvo vinculado con las prebendas mediocres ofrecidas por el Estado, la administración pública y muy excepcionalmente la burocracia privada "académica"; aunque es obvio que alguien en algún momento le enseñó las malas costumbres y los vicios que hoy, en su papel de tácito Dictador tan efectivamente desempeña; vicios como el arribismo o la demagogia.

Su permanente vinculación con diferentes cargos públicos nacionales y extranjeros, lo exponen, como un sórdido beneficiario de la cultura asquerosa del tráfico de influencias. Es conocido que, para ser pipón en determinadas instituciones estatales necesitas ser un adulón titulado y contar con padrinos que muevan los hilos del enredado sistema público, de otra manera no puedes acceder a los susodichos entes. Y Correa de acuerdo con su dilatada trayectoria como pipón tecnócrata ciertamente los tuvo. En resumen el tipo, es un burócrata de los pies a la cabeza; pues ha vivido y dependido del Estado toda su vida.

Una de las particularidades de su vida estudiantil radica en el usufructo de las tan promocionadas y glorificadas becas; muchos piensan que quienes reciben tales beneficios son los mejores estudiantes; no necesariamente es así. Las influencias y compadrazgos son muy comunes y visibles en aquellos que se benefician de las mediocres, falsas y frías muestras de solidaridad del Estado. Muchos dirán que las becas han permitido que muchos estudiantes de escasos recursos puedan culminar sus estudios o perfeccionarse; Yo no estoy tan de acuerdo con aquello. En términos de ayuda económica una beca puede resultar positiva, pero en términos de rendimiento académico resultan negativas. ¿Por qué? Porque presionan al estudiante a sacar permanentemente buenas notas. La beca se vuelve una espada de Damocles, que presiona cual imposición arbitraria la mente y tranquilidad del estudiante. Todos quienes han pasado por las aulas y han desarrollado un mínimo de buen sentido, saben que, por más buen estudiante que seas siempre existe la posibilidad de que no te vaya bien en las diferentes pruebas, deberes, exámenes y demás test de calificación. Existen muchos imponderables y circunstancias extras al estudio que terminan influyendo en el resultado final de las diferentes calificaciones. De manera que, aquel estudiante que, teniendo una beca, por diferentes situaciones saca una mala nota, termina enfrentándose a una serie de alternativas deshonrosas para mejorar su calificación, como por ejemplo: adular servilmente al profesor, ofrecer escondidamente algún regalito a su “severo maistro” o humillarse, ofreciéndose en todo lo que esté a su alcance para no perder la tan ansiada limosna económica. Es decir, la beca lo que hace es hipotecar la paz y tranquilidad de ese pobre muchacho.

La prueba evidente de que las becas no garantizan que el resultado sea un profesional honesto, responsable y sincero, lo tenemos en “vuecelencia el excelentísimo señor presidente”. Sí, Rafael Correa es el resultado de las becas. Basta ver lo extremadamente educado que es, o sus capacidades socialistamente responsables, para concluir que el “mudo” entró a Lovaina, pero Lovaina no le entró al “mudo”; o quizá, que la infame Lovaina tristemente descubrió al “mudo” que había en Rafael Correa y lo dejó salir para desgracia futura de los ecuatorianos.

Pero, el problema va más allá de sus capacidades intelectuales o académicas; tiene que ver con sus calidades urbanas, morales y humanas. Hasta hoy recuerdo las imágenes del “mudo” ejerciendo sus patentes dotes de estadista del socialismo del siglo XXI, cuando se puso a pelear en Salinas con una mujer cualquiera, que desde un balcón lanzaba gritos a favor de otro politiquero antagónico del líder de Alianza burocrática. Que decir de sus incansables, desvergonzados y pornográficos parloteos sabatinos; teatro grosero y calenturiento para la chusma alienada y para consolidar su imagen de caudillo tercermundista. De su calidad como economista ni se diga, la inflación, el desempleo, la recesión, la producción estancada, son muy decidoras. Peor de su calidad moral; por aquí los escándalos de los contratos seudoemergentes; por allá, los nuevos ricos, los neo oligarcas del socialismo del siglo XXI, ostentando su socialista riqueza frente a las narices de los beneficiarios del bono de la limosna; por acá las bolivarianas máquinas tragamonedas estafando a los tontos y bobos seguidores del “mudo” y sus 40 ladrones.

Señoras y señores, la experiencia popular nos dice que el papel aguanta todo. Sus folklorismos ridículos y patéticos los desnudan en su verdadera faceta de casi analfabetos con Postgrado. Cretinos, ignorantones, bobalicones con muceta; pipones con mitra intelectualoide ufanándose con sus negociados, onerosos y apestosos títulos de phd., magíster, hjsdpt; manadas y manadas de imbéciles con cartones preimpresos comprados unos a distancia con pagos a plazos y otros al contado; y que en términos de honestidad, no valen nada.

Negocio y vanidad, al final todo culmina en eso, negocio, codicia, dinero a cualquier precio y vanidad infinita; los unos están dispuestos a pagar y los otros a cobrar. Esas son las verdaderas razones por las cuales los dueños del Estado y de las universidades se inventaron el título de cuarto nivel; un acto de asqueroso mercantilismo y sucia corrupción para enriquecerse a costa de los egos enfermos de aquellos que seguramente hicieron de la copia en su fase de escolares y estudiantes toda una “institución cultural”. Si pagas los $7000,...10.000,... “¡quién da más, quién da más,…… el phd, vendido al vago de Alianza P… en $12.000!”, pues, automáticamente te conviertes en un científico y entonces y solo entonces puedes asumir algún cargo público importante; porque las ratas dueñas de la gran farsa se preocuparon en reformar las leyes y los reglamentos, acorde a la farsa académica, para consolidar su presencia en el Estado. ¡Qué tal!, como para iniciar una verdadera revolución al estilo de la bronca francesa, claro que los ciudadanos franceses de mediados y finales del siglo XVIII, como que tenían un poquito más de dignidad que las manadas de ecuatorianos de principios del siglo XXI, aunque no puedo afirmarlo, pero, en fin. En lo que a mí respecta “señores” politiqueros, permítanme decirles que pueden agarrar sus mercantilizados masterados, y metérselos por donde mejor les convenga.

Afortunadamente hay una institución honorable que se llama Autodidactismo, al que no podrán asaltar ni con mandatos, ni con ninguna forma de autoritarismo vil.

Hace algunos meses escuché ciertas declaraciones de Julio César Trujillo, curuchupa renegado de esa cosa réproba llamada Democracia Católica, ahora, asesorando a los politicastros de Pachakutik. En esa ocasión el veterano en un momento de lucidez, habló inteligentemente, expresando aquellas palabras con las que concuerdo plenamente. Cuando un periodista le consultaba por qué se había abstenido de participar en el concurso “Estarellas” para nombrar a los nuevos jueces de la Corte Suprema, Trujillo dijo algo más o menos así: “No gracias; además yo solamente tengo mi título universitario y mi cédula de identidad.” Palabras de ese calibre rara vez se escuchan en un noticiero.

Me pregunto, ¿tendré oportunidad en alguno de los concursos organizados por la actual partidocracia?; Déjenme ver; ¿cuál es mi patrimonio moral e intelectual?: Mi título universitario obtenido en la U. Central del Ecuador, de tercer nivel naturalmente; la cédula de identidad que da fe certera de mi condición de ecuatoriano, nacionalidad de la que me siento conforme; mi modesta experiencia en el campo privado; no haber formado parte de la partidocracia, ni haberme beneficiado de sus patriotas costumbres; y la opinión favorable de un pequeño grupo de personas respetables que me conocen. Usted que dice amigo lector, mi modesto currículum vitae tendrá oportunidad con los inmensos currículos de los hijastros de la Manuela de Thorne; habrá esperanza frente a los montones y montones de cartones de los grasientos patriotas del socialismo del siglo XXI. No tengo dudas al respecto. En el Gobierno de corruptos, por corruptos y para corruptos; los concursos tramposos los ganan definitivamente ¡los corruptos!

Esas algunas de las realidades académicas………. funestas realidades académicas de este país; los brutos corrompidos gobernando y monopolizando todas las instancias del poder. Los ahijados de Ignacho de la Cuchilla, chupando y mamando patrioteramente, como su padrino en los inicios de la disque República; épocas de oscurantismo intelectual y moral, muy similares a los actuales.

Una realidad decepcionante,……. pero no nos deprimamos, si lo hacemos, entonces sí, triunfan los politicastros doctorados en la mentira, el latrocinio y la perfidia. Más bien repudiémoslos generosamente, rechacemos sus sonrisas insidiosas y encubridoras de sus delitos; apreciémoslos en lo diminutos e insignificantes que son, seamos justos con ellos, independientemente de su condición de curuchupas conservadores o socialistas pipones. De manera que la próxima vez que vean un currículo escandalosamente pipón, no se sorprendan que simplemente se trate de las vanidades y falacias de algún oportunista mendaz, beneficiario de los oprobiosos vicios de la politiquería bellaca.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Mi buen Amigo y su honesta e inteligente negativa.

Debo señalar que soy de las personas que respetan y valoran mucho el significado moral de la palabra “Amigo”; esa, estoy seguro, es una de las razones por las cuales, y debo reconocerlo, tengo pocos, pero, buenos amigos. Pues bien, el otro día le preguntaba a un buen amigo, si acaso estaba interesado en presentar su currículum vitae a efectos de participar en el concurso para llenar las vocalías en ese invento socialista y discapacitado que terminó siendo el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. Con algo de fastidio me respondió, “¡para qué!, si ese concurso ya está amarrado por las ratas castristas de Alianza País”. Le insistí, más que nada por continuar la conversación, diciéndole que con su amplia y reconocida trayectoria pública y privada, posiblemente sería uno de los elegidos, salvo que se produjera un robo o fraude descarado; pero él, se mantuvo en su posición inflexible.

He de confesar que una de las pocas personas que respeto en este mundo, es precisamente este amigo; eso, a pesar de sus radicalismos, intolerancias, vanidades intelectuales y algunas que otras, condiciones humanas. Es interesante participar de sus tertulias en las que defiende de manera vehemente sus puntos de vista; aunque excepcionalmente las conversaciones se extienden a discusiones encarnizadas, pero, francas. Estos particulares rasgos de su personalidad, en nada afectan sus valores, por lo mismo, puedo decir con absoluta claridad y certeza que es un hombre honesto; una de los pocas personas honestas que he llegado a conocer.

El sendero de su vida estudiantil, tanto escolar, colegial y universitario, está saturado de éxitos y triunfos, todos gracias a su intelecto, disciplina y pasión por el estudio. Sus calidades morales son indiscutibles, aunque lamentablemente, su formación religiosa lo ha llevado a desarrollar un cierto puritanismo conservador, que en ocasiones lo llevan a cometer brusquedades que espero algún día pueda superar. Igualmente su vida profesional ha estado matizada por códigos de ética sólidos que le han permitido mantenerse alejado de la cultura inmoral que predomina en la sociedad tradicional. Supongo que todas estas características hicieron que se constituyera en uno más de los pocos civiles ecuatorianos hartos de este sistema social, político y judicial, inmorales; con un virtuoso agregado, mi amigo, ha sabido llevar al plano práctico todos sus reclamos y protestas contra este muladar social descarado. Es así que, en varias ocasiones, se ha enfrentado a las lacras del MPD; ora, en su calidad de padre de familia denunciando la corrupción de directores y profesores abusivos, mediocres y mentirosos; ora, en su condición de profesor de la Universidad Central del Ecuador; uno de los pocos, si no el único, que tuvo el valor de combatir solitariamente, la corrupción delincuencial del ex Rector o mejor del ex tiranuelo de la Universidad Central, Víctor Hugo Olalla; pillo sinvergüenza que hoy, estará disfrutando de los años y años de cobrar sueldos sin trabajar y de los latrocinios millonarios de los que fue beneficiario y que han quedado en la impunidad. O, en su papel de civil o ciudadano, combatiendo la corrupción, simplemente por el gusto de humillar al bribón impúdico que pretendía hacerse pasar por hombre impoluto; como cuando impugnó a una de las ratas doradas de la partidocracia tradicional, durante la selección de magistrados para la Corte Suprema de Justicia en la tristemente farsa “Estarellas”; tan contundente fue su argumentación que aquel tribunal de mojigatos desmemoriados, no tuvo más remedio que aceptar su impugnación con el consecuente fracaso y cólera de aquel patriota corrupto. Esos, algunos de sus antecedentes.

Sin embargo, a pesar de sus éxitos personales, increíblemente, sus triunfos han sido ignorados, soslayados y menospreciados por la chusma a quien tácitamente defendió. Inclusive ha sufrido persecución, amenazas y violencia de parte de los corruptos a los que ha combatido, sin que los beneficiarios de su lucha muevan un dedo por solidarizarse con sus batallas. ¡Ah Ingratitud!, tu otro nombre es populacho. Un ejemplo muy notorio es aquel vinculado con su lucha titánica al interior de la Universidad Central; sus cruzadas en contra de la corrupción de Víctor Hugo Olalla y sus rapaces alcahuetes fueron decisivas para que Edgar Samaniego, pueda ganar las elecciones para coronarse como nuevo Rector de La Universidad Central. Sin embargo, al ritmo de, “último día del despotismo y primero de lo mismo”, Samaniego en contubernio con algunos socialistas correanos, y en alianza con tránsfugas ex emepedista olallistas, una vez posesionado en el poder ha dejado ver su verdadera naturaleza corrupta. Las acciones inmorales emprendidas por este sujeto, pipón disfrazado de científico, que algunos califican de desquiciado, lo denuncian frontalmente; el tipo se ha inventado, al típico estilo de la Involución Ciudadana de Rafael Correa, cargos administrativos con opíparos sueldos, para pagar favores políticos a quienes ahora le ayudan a sostener el nuevo garrote. Los delitos de su anterior igual han quedado en la impunidad, seguramente porque: “entre bomberos no se pisan las mangueras”. Uno constata lo anterior, y se da cuenta por qué, Edgar Samaniego, ha asumido una posición cómplice y sumisa en favor de Rafael Correa, en el intento del “mudo” por apropiarse de las universidades del País. “Último día del despotismo y primero de lo mismo”; aquella frase resume lo que hoy está sucediendo en la Universidad Central del Ecuador; los neo chinos están resultando igual de nocivos que sus antecesores y en algunas facetas como la manipulación mental, asesorados naturalmente por los socialistas del siglo XXI, ya los habrán superado.


Supongo que todas estas manifestaciones tan típicamente humanas y propias de patriotas y politicastros, habrán motivado a mi amigo a mantenerse alejado de cualquier competencia en el pantano de la política ecuatoriana. En realidad no lo culpo; ¿qué garantías tiene un ciudadano honesto, que aquel concurso planeado, organizado, desarrollado, coordinado, examinado, controlado y evaluado por las lacras de Alianza País, no sea una farsa?; ¡ninguna! ¿Qué le garantiza que sus calidades serán debidamente ponderadas?; ¡nada! ¿Se puede confiar en las criadas, rameras y celestinas del socialismo del siglo XXI?; definitivamente ¡No! ¿Con estos distinguidos angelitos, está garantizado el fraude y las socialistas victorias de los nacionalistas verde aguados?; ¡ciertamente!

No cabe duda que, con semejantes entes dominados y monopolizados por la partidocracia del socialismo del siglo XXI y los aliados quintacolumnistas de Rafael Correa, habrá chauvinismo correano para rato; salvo que la gente, el pueblo, reaccioné, proteste y rechace la demagogia y corrupción de los socialistas amantes del filibusterismo mercantilista. El sistema ha sido diseñado para que únicamente los testaferros y secuaces de los tiranuelos puedan ser elegidos. Los ciudadanos están prohibidos de formar parte de aquellos entes de por sí inmorales por haber sido creados por los tiranos con esquemas y contenidos legales totalitarios, alienantes y discriminadores. Frente a esa realidad nefanda, es responsabilidad de todo ciudadano decente, rechazando los ofrecimientos engañosos de las rameras de la actual partidocracia, defender sus derechos y ejercerlos, indiferentemente, que una constitución tramposa, ambigua y demencial pretenda negárnoslos y discriminarnos, simplemente porque no somos iguales a los homogéneos y “bizarros” socialistas del siglo XXI.

Este país no es exclusivamente de ladrones, mentirosos, criminales, oligarcas, pipones, gacetilleros, patriotas y politicastros. En este País hay gente decente, inteligente y trabajadora; Yo soy testigo de aquello; Yo he conocido a personas que sin ser perfectas, han mostrado con sus vidas decentes y acciones valientes, que existen ecuatorianos íntegros; entre ellos, mi buen Amigo.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Todos somos Periodistas.

Imaginemos que el señor X se encuentra en la intersección de las avenidas Patria, y 10 de Agosto. De repente, se presenta un hecho bastante sui géneris frente a sus ojos. El señor X luego de ser testigo de aquel evento, se moviliza y llega a su casa en donde con su familia comenta con lujo de detalles, y de manera objetiva e imparcial la serie de circunstancias que se desarrollaron momentos atrás. En ese instante el señor X además de ejercer su derecho a la Libertad de Expresión, está cumpliendo labores de periodista; mientras relata honesta y verazmente aquel hecho histórico, está siendo de hecho un periodista.

Supongamos que un estudiante de colegio, cumpliendo una labor de investigación encomendada por un profesor, se dirige al Internet, a una biblioteca, consulta con expertos, indaga a través del método científico, recurre a tantas cuantas matrices de investigación se le ocurren, a efectos de obtener un trabajo veraz, confiable y comprobable. Mientras, recoge información, somete los datos a un razonable filtro de control, ordena y finalmente presenta y expone su trabajo; ese joven está actuando como periodista.

Cuando alguien, caminando por la calle, es inquirido por otra, solicitándole la hora, y éste, le responde afirmativamente con datos que sin ser exactos son razonables, honestos y confiables; esa persona está ejerciendo las labores de un periodista y está siendo expresamente un periodista. Es decir, todos somos periodistas, especialmente cuando transmitimos información verídica, y eso sucede prácticamente todos los días. Es lógico que así sea porque la Libertad de prensa, la comunicación y la libertad de acceso a la información son manifestaciones del ejercicio de la Libertad de Expresión.

Ahora bien, ¿qué es el periodismo? Desde mi punto de vista, el periodismo es la tarea de recolectar y comunicar información veraz, objetiva, imparcial, comprobable, verificable, ordenada y oportuna; realizada por seres humanos y para seres humanos, proceso realizado a través de las diferentes alternativas comunicacionales. Básicamente es eso, o por lo menos esa es mi impresión. Es decir, las personas en su calidad de periodistas tienen una vinculación y responsabilidad exclusiva con la verdad, la justicia y la libertad; y en los casos de los periodistas profesionales, adicionalmente con su código de ética, siempre y cuando éste tenga bases morales; esto es fundamental porque ciertos códigos de ética, no son precisamente muy éticos; aunque en estas épocas quién respeta la moral y las buenas costumbres en su ejercicio profesional, ciertamente pocos.

En términos de comunicación, libertad de expresión, y derechos en general, resulta indiferente que, por razones de organización, la institución del Periodismo se presente de manera: individual, comunitaria o societaria; tanta validez tiene el trabajo ético de un hombre o periodista libre, como las versiones de una corporación de medios; independientemente de sus modalidades: escritos, verbales, radiales, táctiles, visuales, etc. Aunque ciertamente en términos de difusión y de influencia en la opinión pública las cosas cambian rotundamente.

Como se puede notar la labor periodística es fundamental; un pueblo educado y bien informado, es capaz de tomar buenas e inteligentes decisiones, acciones que redundarán inevitablemente en su bienestar. Un pueblo bruto y mal informado terminará siendo víctima de sus propias ignorancias, y de la malicia de las élites mafiosas y perversas, beneficiarias de ese estatus inmoral.

Dado que todos somos periodistas por derecho y de hecho, ningún Estado, ningún Gobierno, nadie en general, puede negarnos esa facultad; pues de así hacerlo estaría violando flagrantemente nuestro derecho a la Libertad de Expresión; por lo mismo, estaríamos en nuestro legítimo derecho de rebelarnos contra ese abuso ignominioso.

Ahora bien, es lógico que haya personas que deseen especializarse en los diferentes métodos y en las variadas modalidades de comunicación. Es natural que haya personas que deseen profesionalizarse en esta actividad tan noble y loable. Sin embargo, esta profesionalización, no debería garantizarles ningún privilegio que signifique un perjuicio o disminución de los derechos a los demás seres humanos. Cualquier legislación discriminatoria que limite el ejercicio del periodismo, a favor de aquellos individuos que obtengan o compren un título universitario, negando de esa manera a las demás personas su derecho a comunicarse, a informarse, a expresar la verdad a través de cualquier medio razonable y a emitir su opinión; sería inmoral, totalitaria, perversa y atentatoria de los Derechos Humanos.

Dado que el periodista tiene un compromiso con la verdad, a través de la imparcialidad, la objetividad y la ética; éste, debe abstenerse de emitir juicios de valor personales, u opiniones individuales y palmariamente subjetivas, mientras realiza su labor de periodista. El momento en que el periodista deja de lado principalmente la objetividad, deja de ser periodista y se convierte en un simple individuo expresando una opinión; por lo mismo la información que transmite pierde veracidad y credibilidad; con la consecuente pérdida de reputación para el individuo y el medio que lo transmite o auspicia.


El periodista no tiene por qué, ni debe, dar opiniones subjetivas acerca de las informaciones por él, presentadas; su labor fundamental es ofrecer información auténtica; dentro de lo ético y razonable, naturalmente. No tiene por qué dirigir, orientar, manipular, o interpretar la información recogida y ofrecida; esa no es su labor. Si quiere hacer aquello automáticamente deja de ser periodista y se transforma en un comentarista. Aquello, en el caso de las personas que no son periodistas profesionales y que ejercen su derecho a la Libre expresión u opinión, es perfectamente válido y moral; pero en el caso de un periodista profesional, las cosas cambian; un periodista de profesión no debe hacer trabajo de comentarista, por lo menos no regularmente; pues pierde reputación y credibilidad; y en los casos excepcionales en que lo haga, sus opiniones deberán ser absolutamente veraces y sustentadas en evidencias, de lo contrario, terminará convirtiéndose en un miserable gacetillero, de esos que abundan desgraciadamente en la gran mayoría de medios.

He incluido en el post, un capítulo de la serie de dibujos animados “Los Simpson”; el capítulo denuncia una realidad perfectamente visible; el monopolio de la información en manos de medios parcializados que responden a los intereses de los propietarios de éstos, o de burócratas tiranos que los controlan a su antojo; medios que a su vez pueden ser parte de oligopolios nacionales e internacionales, o de mafias que comparten intereses comerciales, políticos y sociales.

Si bien el capitulo cuestiona a las corporaciones de medios privadas, lo cierto es que el Estado a través de los gobiernos centrales, ejerce una tarea nefasta en contra de la Libertad de Expresión del ciudadano, en ocasiones muchísimo peor que los negocios y emporios periodísticos particulares. De hecho, los medios monopólicos terminan haciendo un virtual trato con los politicastros del Estado a efectos de instaurar una falsa Libertad de comunicación, expresión y opinión, so pena de ser eliminados. Aunque en ocasiones los politicastros en realidad son meros títeres de los accionistas de los medios oligopólicos, en ese caso, los medios falaces terminan constituyéndose en centros de manipulación psicológica, y entes cuya única misión es transformar la mentira en verdad y la verdad en mentira; adulando y ensalzando a los seres más contaminados y despreciables de esta tierra y satanizando a las pocas voces libérrimas que todavía se mantienen fieles a sus principios.

El mensaje de valentía y honestidad que nos da la pequeña Lisa y la solidaridad del ¡Homero!, son metáforas de las cuales todos deberíamos aprender. Todos somos periodistas, todos tenemos derecho a informarnos; nadie, por más señor Burns que se crea tiene por qué limitar nuestras libertades. La libertad de expresión y el periodismo profesional honesto no se consigue censurando a una prensa privada tradicionalmente prejuiciosa, mediocre, incompetente y mentirosa, únicamente para, consolidar a una prensa alcahueta, falaz, servil, inmoral y manipuladora; es decir, gacetilleros mendaces al servicio de una jorga de politicastros corrompidos desesperados por encubrir sus latrocinios, pillajes, mentiras y crímenes.

Frente a este escenario poluto, la solución nos la dan los habitantes de Springfield, si todos nos constituimos en garantes de la Libertad, La Justicia y la Verdad, los farsantes propietarios de los grandes medios privados o públicos, no tendrán oportunidad de robar nuestros derechos. Si los ciudadanos ejercemos nuestra labor irrenunciable como verdaderos periodistas, o comentaristas imparciales, e incluso simplemente diciendo de manera valiente lo que realmente pensamos, los gacetilleros y los dueños de la verdad, pelucones o guacharnacos, no podrán influir en la sociedad con su miasma traicionero y embustero.

En ese sentido el Internet se ha constituido en una alternativa importantísima a favor de los derechos civiles y las garantías individuales. No necesitamos disponer de una imprenta al estilo Gutemberg, ni tampoco una maquinaría carísima y problemática, como aquellas, propiedad de las grandes cadenas de periódicos; un simple teclado, una computadora y listo; podemos disponer de nuestro propio medio, a través de los blogs gratuitos ofrecidos en el Ciberespacio; solo es cuestión de un poco de iniciativa, y podremos contar con nuestro propio medio de comunicación. Otros ya lo hicieron, gente como Lisa Simpson y “La Prensa del Vestido Rojo”; ¡Homero Simpson!, y su “Times”; Lenny Lenardson y “El Ahorrador”; Willie el escocés, con “El Mundo”.
Cualquier persona puede crear su propio blog; cualquier individuo a través de un seudónimo o de sus nombres originales puede denunciar las injusticias de este mundo social; todo hombre libre puede gritarle a la manada y a los “sacrosantos” pastores aquellas verdades incómodas que tanto les disgusta. Gracias a esta opción los hombres que aman la verdad han levantado su voz gritando, ¡sí!, a la Libertad de Expresión; y, ¡basta!, a la censura.


Como ya mencioné en otro post, el ejercicio de la Libertad de Expresión es a tiempo completo………...y usted amable lector, si no lo ha hecho ya,………. ¿cuando incursionará en el periodismo ciudadano?

Los Simpson.- Noticias engañosas. Parte 1.



Los Simpson.- Noticias engañosas. Parte 2.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Las Libertades no tienen límites.

Días atrás revisaba en la web de un diario de circulación nacional, una noticia cuyo titular decía: "La oposición advierte un panchanazo en nueva ley". En este informe, se mencionaban las quejas de algunos asambleístas de la falsa oposición; entre ellos los reclamos de Lourdes Tibán y César Montúfar. Las patrioteras protestas de los neo diputados del siglo XXI, básicamente, tenían que ver con la inclusión de ciertas “encubiertas” disposiciones que facilitaban las represalias, que el Gobierno podría impulsar en contra de la prensa o cualquier ciudadano, cuando a su juicio, se violasen dichas leyes, por cierto, redactadas por el Gobierno y ratificadas por las viles prostitutas del neo Congreso.

Soy del criterio que la Libertad de Expresión y Pensamiento, no debe ser regulada (entiéndase limitada, censurada o restringida) por ley alguna; y su mención en cualquier cuerpo legal incluida la Constitución, debe ser exclusivamente con el objeto de ratificar su existencia, respeto, predominio, vigencia, y en general, para garantizar el imperio de éstas (libertades) en toda la sociedad y el Estado. En apariencia, considerando la definición normal o vulgar, es decir la que tiene la mayoría, de la palabra, “Libertad”, parecería que mi opinión de esta sublime expresión, es un tanto exagerada. Casi una paradoja. Alguien con un sentido conservador o socialista, podría decir que deja abierta la posibilidad para abusos o violencias. Pero, no es así; me explico. La Libertad es un concepto moral. Por lo mismo tiene las mismas implicaciones de virtudes como la honestidad, la decencia, la integridad, etc. Es decir, legislar la Libertad, sería algo así como legislar la honradez. Tú no legislas la honradez, todo lo contrario usas aquella virtud como base para construir una sociedad en donde predominen y prevalezcan las personas honradas. Por lo mismo, las libertades no deben ser reguladas, ni censuradas, ni tampoco limitadas, sino, deben servir de base para edificar y consolidar una Sociedad Libre, es decir, un conglomerado de hombres y mujeres libres.

Alguien alguna vez dijo que: "La Libertad de uno termina donde comienza la Libertad de otro". Gran mentira. Esta gran falacia ha servido entre otras tonterías y brutalidades para que los represores, tiranos y censuradores, vulneren las nobles figuras morales de la Libertad. La Libertad no tiene límites. Una vez más debo señalar que la Libertad es un concepto moral. Tú no puedes ser más o menos honesto. Eres honesto o eres deshonesto. Por lo mismo, eres Libre o eres esclavo. Aquí es importante, diferenciar entre vicio, y error fruto de la imperfección humana. Una cosa es equivocarse ingenuamente, y otra muy diferente, actuar consciente y perversamente.

Como ya mencioné, la Libertad tiene un componente moral fundamental, es de hecho una virtud, por lo mismo, es imposible que, ejerciendo cualquier acto de Libertad, puedas violentar el derecho de otra persona. Es imposible. Ninguna virtud puede chocar con otra virtud, pues, su esencia lo impide, hacer el Bien y evitar el Mal. Las virtudes no se contraponen, ni se contradicen, todo lo contrario, se complementan, se fortalecen y se consolidan; porque comparten la misma máxima: hacer el bien, evitar el mal.

Uno de los principales problema que veo, radica en que, el concepto de Libertad es definido de una manera ignorante, ambigua, general y hasta malintencionada. Lamentablemente, hasta personas inteligentes no han considerado esto y se han dejado llevar por la marea represiva de los autoritarios y politicastros desesperados por limitar La Libertad de Pensamiento y Expresión. Una definición común presenta a la Libertad como: la posibilidad de hacer lo que nos dé la regalada gana. Tamaña torpeza. La Libertad, no garantiza, ningún abuso, violación, crimen, atraco, magnicidio, genocidio, latrocinio, en general ningún acto violento, barbárico o vicioso. Por lo mismo, no es la Libertad la que debe ser regulada, limitada, censurada, reprimida o castigada; sino, los abusos, violencias, crímenes o vicios reprensibles de los hombres y mujeres.

Limitar el ejercicio de las Libertades, con la excusa de frenar la violencia, fruto del vicio y la maldad; es, además de una estupidez, una acción perversa. Una decisión totalitaria dirigida por los tiranos y politicastros para controlar las acciones, opiniones y decisiones puramente libérrimas de los miembros de aquella sociedad.


Creo que quedo claro que, so pretexto de censurar o castigar los abusos, no se pueden censurar las Libertades. La censura, represión, castigo y vulneración de la Libertades, en realidad, castigan a quienes ejercen su derecho a ser libres. Cualquier legislación dirigida a censurar los excesos de la verborrea libertina o castigar las imputaciones injuriosas, o regular los horarios de programación en el caso de la televisión, deben considerar primordialmente el respeto a La Libertad de Expresión y Pensamiento, y sobre esa base, regular cualquier exceso o abuso. No es la primera vez que lo digo y no me voy a cansar en decirlo: es preferible tolerar los excesos intrascendentes del burdo libertinaje verborreico, antes que limitar en un nano gramo la Libertad de Expresión o Pensamiento.

En el primer párrafo de este comentario mencionaba que varios de los neo diputados del siglo XXI, han manifestado su desacuerdo con la “ley mordaza o con el panchanazo correísta”. Considero que todos esos patriotas berrinches son exclusivamente paroxismos hipócritas y demagógicos de la corrupta oposición politiquera. En realidad, los primos de Correa, llámense gutierristas, bucaramistas, socialcristianos, democristianos, pachakutics, etc., la partidocracia opositora, deben estar felices con la posibilidad de destrozar las libertades de expresión y pensamiento. Pues aquello les conviene, cuando les toque el empuñe. Pregunto, ¿han escuchado a un solo politicastro del Congreso o Asamblea, que diga que la Libertad de Expresión, No debe ser regulada? ¡Ninguno! Pero, el colmo del cinismo y desvergüenza se lo llevan dos asambleístas, supuestos defensores de la Libertad de Expresión, Lourdes Tibán y César Montúfar, pachakutic y bailarín, respectivamente; estos patriotas jamás se han opuesto a la legislación de la Libertad de Expresión; todo lo contrario, presentaron cada uno su propia “Ley Mordaza”, su respectivo proyecto de Ley de Comunicación, nombre que se ha usado para encubrir la infamia represora; ¡con esos amigos para que enemigos!.........¿Verdad?

Lo cierto es que los ciudadanos, los civiles, el pueblo, y me refiero a los honestos, decentes e inteligentes, no tienen en la Asamblea, o neo Congreso, un solo diputado o asambleísta que defienda sus derechos. ¡Ni uno! Los pipones de la burocracia dorada, los banqueros, los amigos y socios de Rafael Correa, Ricardo Patiño, Gustavo Larrea, etc., tienen a los asambleístas de Alianza País; los ponchos dorados, tienen a Pachakutic; los colegas y ñaños de Luxio Gutiérrez, tienen a los “nacionalistas” de Sociedad Patriótica; todas las mafias ecuatorianas tienen a sus respectivos representantes políticos, firmemente enquistados en la Asamblea. Todos tienen sus asambleístas que velan por sus “derechos”; menos los ciudadanos, los civiles; el pueblo honesto e inteligente, que disfruta, en la medida de las posibilidades, ejercer su derecho a opinar y pensar con Libertad; respetables civiles que consideran a las libertades, universales.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

La Libertad de Expresión es a tiempo completo, no un hobby.

Hace algo más de un mes había decidido poner fin a mis aventuras en esta cueva. Una serie de razones que en aquel momento me parecieron incuestionables, me empujaban a tomar esa decisión. De manera que un día sin más ni más decidí que el último post publicado sería el último. Como se habrá dado cuenta amable lector, he decidido dejar de lado aquel voluntario ostracismo.

Qué me impulsó a retomar la posibilidad de continuar aullándole a la Luna; qué fuerzas me motivaron a volver a dejar mi impronta herética en estos laberintos que tanto atemorizan a la burda plebe; varias razones; entre las más importantes, el profundo amor que tengo por la Libertad; pero adicionalmente, estos últimos días una pequeña e impertinente espina ha estado punzando con intensa afectuosidad mi conciencia; en mi fuero íntimo, el personaje virtual que desarrollé a través del nombre “Saulo Ariel”, me miraba, en silencio, compasivo, pero triste; consciente de mis infortunios, pero, inconforme por una decisión que le había sido inconsulta y que le afectaba radicalmente. Y Yo, inconsciente de la decisión injusta que había tomado, volví mi rostro hacía aquel personaje que ha significado muchísimo para mí y recordé que aquel ser virtual me permitió acceder a sublimes momentos de Libertad; y rectifiqué. Por qué los seres humanos tenemos la opción de redimirnos con nosotros mismos. No tengo el derecho de silenciar a “Saulo Ariel”; pero por qué habría de hacerlo, si gracias a él, descubrí una de mis pasiones, la conjunción de la Literatura y la Libertad. Un ligero momento de locura intemperante, me hizo incurrir en este efímero lapsus; un momentáneo e ignorante enojo, fruto de una injusta y exagerada atención a las estupideces de este mundo social, hizo que actuara contra mí mismo, renunciando al derecho de decir lo que tengo que decir.

Algunas semanas atrás, había decidido que desde enero del próximo año comenzaría a escribir con mis verdaderos nombres y apellidos; y de hecho así lo haré; pero, aquellos planes, inocentemente me sirvieron de excusa para acallar la voz de “Saulo Ariel”. Sin duda un error, porque yo soy Saulo Ariel. Ingenuo de mí, intentando acallar la voz de mi conciencia; grandiosa cordura, madre honestidad, que me mostraron la senda correcta; porque mis desvaríos en este blog son los mismos que comparto con mi entorno de confianza; porque Yo soy Saulo Ariel.

El ejercicio de la Libertad no es un hobby, ni tampoco un pasatiempo, es la vida misma. ¡Cómo entonces, renunciar a ser, como negarse a sí mismo! Imposible.


He de protestar contra mi ingenuidad e ignorancia; son alrededor de tres años que empecé a deambular por los caminos variopintos del Internet. Consciente del desinterés de la sociedad ibarreña en cuanto a discutir temas trascendentales, imaginé que en Internet los niveles de discusión serían altamente elevados e inteligentes, por lo menos en la gran mayoría de participantes. Que equivocado estaba. Lo cierto es que los mismos vicios que se observan en la sociedad son perfectamente visibles en la mayoría de personajes que pululan por las calles de este mundo virtual. La norma general muestra a personajes plagados de: odio, parcialidad, prejuicio, desvergüenza, cinismo bastardo, criminalidad verbal, vulgaridad y estolidez plebeya. Manadas de pelmazos interesados exclusivamente en derramar sus verborreas en los culebrones baratos de los famosos y famosas; de los admirados putos y putas del “jet set” nacional e internacional; imbéciles alabando las mañoserías de las élites oportunistas que los miran con grosera soberbia; incautos criticando a rabiar a los tiranuelos del socialismo del siglo XXI, pero tontamente encubriendo o alabando los "milagros" de los politicastros criminales del folklórico conservadurismo; estúpidos recordándonos a cada momento los crímenes del terrorismo de Estado perpetrado por los curuchupas, pero, exaltando o defendiendo descaradamente el terrorismo de los asesinos de ideología bolchevique. Yo, he sido testigo de las mentiras descaradas y las patrióticas verdades a medias de curuchupas conservadores y cucuruchos socialistas. Yo mismo he recibido ataques contra mi libertad en varias oportunidades, chistosamente de ambos bandos, cachineras y soldadesca, correístas y anticorreístas, que al gritó unísono de, “censúrenlo”, ejecutaron aquella infamia; y me refiero específicamente a las lacras de una cloaca que se hacía llamar “Nuevo foro Democrático”; aunque también fui censurado en Radio La Luna, El Comercio, CRE, y alguno que otro foro "famoso". Por eso mi blog no es popular. Por eso Saulo Ariel es visto con recelo por la mayoría que llega a cruzarse con él. Esa es la realidad de la mayoría de los blogs y foros de internet. Afortunadamente, como en toda norma general, existen las respetables y agradables excepciones; contadas por cierto, pero visibles por su decencia e inteligencia; me complace dar fe de aquello.

Ciertamente esta realidad un tanto decepcionante, incentivó mi inicial decisión de retirarme de la odisea bloggera. Pero, entonces, algunos días después de tomada la decisión, la cuestioné, en la forma de una pregunta; dilema que en alguna ocasión, Yo mismo, se la había planteado a un chifladito que tiene una bitácora, personaje, que en aquellos tiempos, quejábase inconsoladamente, porque sus gemidos ridículos eran ignorados por sus seguidores: "¿para qué escribes?", le dije.....Y, ese mismo dilema válido, me fue planteado por mi conciencia. ¿Para qué escribo? Esa era la cuestión. ¿Por qué escribe Saulo Ariel? ¡Por qué escribo en las paredes de esta cueva! Talvez para ser popular y tener un millón de seguidores. Quizá para resultar simpático a mil y un desconocidos, cuyas verdaderas intenciones desconozco. Acaso, redacto mis opiniones tramposa y parcialmente, para manipular a la tonta e indigna muchedumbre que quiere escuchar adulos y mentiras lisonjeras. ¡Porque puedo hacerlo! Pero, entonces no sería Yo, ni sería Saulo. No, no escribo para caerle bien al bobo que es feliz alabando a su adorado tirano, mientras ataca estúpidamente a quien se limita a decir la verdad. No, tampoco escribo para buscar novia por internet, prefiero jugar a la antigüita, asumiendo los riesgos del “rechazo” que al final puede terminar siendo un éxito, al librarte de una posible arpía. No, la verdad es que escribo por mí, porque tengo algo que decir, porque siempre hay algo que decir, porque decir la verdad en sistemas corrompidos es un acto de virtuosa rebelión, porque la Rebelión Civil es un Derecho Universal, porque creo en el derecho a rebelarnos contra la estupidez y la injusticia. Sí, escribo por mí y por el respeto que tengo por la Libertad.

Lo cierto es que decir la verdad no te hace popular; pero, qué es la popularidad, nada más que la estúpida admiración de una manada de gaznápiros cretinos ansiosos de esconder sus miserias en la uniformidad de la casi indescifrable manada, en favor de aquellos, casi siempre, despreciables titiriteros, que los explotan o manipulan. No, no me interesa ser popular. El respeto de aquellas pocas personas que realmente me conocen y el sincero afecto de aquellos, pocos cibernautas valientes que generosamente expresaron sus opiniones de manera libre, inteligente y honesta, son las manifestaciones que realmente valoro; lo demás no me interesa.

Quiero agradecer a los amigos que expresaron su amable consideración por el titular de la Cueva de Saulo; aprecio aquello; como les mencioné en mi pasajera despedida, solo se trataba de un capítulo más, una casi hibernación “forzada” que culmina hoy. Un gusto volver al ejercicio ubérrimo de la justiciera libertad de expresión.