domingo, 28 de junio de 2009

Acerca del editorial de Diario Hoy: "En el país, hace falta una revolución ética y moral".



Señores de Diario Hoy.


Con respecto al
Editorial del Domingo, 28 de junio del 2009, cuyo titular decía, “En el país hace falta una revolución ética y moral”; quiero mencionarles lo siguiente:

El concepto de revolución, en términos sociales, va de la mano, inevitablemente, de la violencia, es decir, señores de Diario Hoy, ustedes tácitamente están diciendo que este País necesita un cambio violento ético y moral; lo cual es un completo contrasentido;
pues la Moral y la Ética repudian la violencia.

Decir: “a este país le falta una revolución ética y moral”, es prácticamente cantinflear; decir de todo y no decir nada. Es obvio que la sociedad y la cultura ecuatoriana necesitan acoger la Moral en sus actitudes y conductas. Pero, uno espera escuchar aquello de boca de los politiqueros de turno que esperan crearse una imagen de hombres preclaros, o de gente ingenua o incauta que apenas ayer se dio cuenta de algo evidente; pero no de un medio de comunicación medianamente eficiente como Diario Hoy.

La prensa ecuatoriana, por lo menos aquella que no responde exclusivamente a los intereses económicos o prejuicios sociales de sus dueños, debería darse un baño de verdad y reconocer que tienen mucho de responsabilidad en el relajo de este País. Unos más otros menos, pero, en general todos han contribuido al desmadre.

¿Quiénes invitan a los noticieros de televisión, o programas de opinión a los mismos politiqueros de la bastarda partidocracia?, no el pueblo ciertamente. ¿Quiénes permiten que los testaferros seudo intelectuales de las mafias corruptas escriban en las páginas de opinión de los diarios?, no el ciudadano común y corriente.

Mucho me gustaría decir que las páginas de opinión de Diario Hoy se encuentran impresas de sana subjetividad, de opiniones equilibradas de gente decente e inteligente. Pero lamentablemente no es así, por lo menos no en la gran mayoría de los casos.

Que se puede decir de la gran mayoría de medios; acaso no son simples cloacas promocionales, gacetillas amarillistas o departamentos de promoción y propaganda televisiva de los señores gamonales de la época; negocios creados para mantener un estado de cosas. ¡Periodismo ético!, ¿cuándo? Pero, basta ver como los “dueños” de estos medios y sus respectivos títeres, olvidando su función de periodistas adoptaron la profesión de “políticos”; quizá debido a que nunca entendieron su condición y función de verdaderos periodistas. No existen como medios objetivos; hacen de todo, menos periodismo ético.

Ciertamente todas las instituciones de este Ecuador están salpicadas por los miasmas de la corrupción o la estupidez ignorantona. Todas las instituciones. Incluyendo la prensa, especialmente la prensa. Señores deben reconocerlo, la prensa ha sido cómplice del desastre nacional, estoy hablando en términos generales, por lo mismo reconozco honorables excepciones; pero, aquel conglomerado de prensa monopólica y mercantilista ha sido cómplice de los gobiernos y dictaduras corruptas de turno en el poder.

No es solamente cuestión de decir: “¡Nuestro medio es independiente, pluralista, imparcial, etc.!” No. No es cuestión de pregonar las supuestas virtudes y ¡listo!, por arte de magia estas se hacen realidad.

Ustedes conocen la calidad y condiciones de la mayoría de los ecuatorianos, de aquellos que en su momento votaron por Febres Cordero, Borja, Durán Ballén, Bucaram, Mahauad, Gutiérrez y Correa; y no aprendieron de su error; gente que se ha ratificado en sus tropiezos por razones que no voy a enumerar. Pero ustedes las conocen de sobra, están conscientes de ello. Sin embargo, ustedes que conocen la verdad de este sistema político inmundo, que deberían desde su posición privilegiada; sí señores privilegiada, deberían crear conciencia pública, y me refiero a la prensa en general; no lo hacen.

Cómo es posible que, Diario Hoy, que exige revolución moral y ética tenga entre sus principales colaboradores de opinión a gente como Ernesto Albán Gómez, empleado del Gobierno de Oswaldo Hurtado; o Simón Espinoza, un amargado con complejo de intelectual, que se lamenta no haber tenido las “agallas” en su juventud para incursionar en las podredumbres de la filiación religiosa inmoral.

Cómo la prensa puede rechazar su evidente participación en la desgracia del País, cuando poco o nada ha dicho de la ausencia de libertad política en favor de los comunes y corrientes ciudadanos; actitud que contribuyó, ahí sí eficientemente, para que en el pasado los politiqueros curuchupas saquearan el País; y ahora, la partidocracia con nueva jeta se adueñe del poder una vez más. Entonces de qué se queja la prensa, si con su corrupción e incompetencia, con su incapacidad para evolucionar moralmente y desparasitarse a sí misma, ha colaborado directa o indirectamente con las inmoralidades de la clase política. Cómo pueden exigir a los ciudadanos, lo que ustedes mismos han sido incapaces de hacer, a pesar de su posición de privilegio. Será que, siempre es mejor ver la paja en ojo ajeno que el bosque en el propio.

Señores pronto ingresará un nuevo Congreso o Asamblea, el nombre no importa; es fundamental que la prensa honrada y que tiene verdadero interés por contribuir con cambios para bien en este País, presione a través de la intervención de nuevos actores de opinión por una purificadora Reforma Política.

Los ecuatorianos en cada oportunidad que sacamos a los pillos que se colaron a Carondelet, dijimos: ¡que se vayan todos! Ciertamente una utopía. Pero, ya que es imposible aquello, luchemos para romper las cadenas de la sucia partidocracia; exijamos que se establezcan marcos políticos y legales que garanticen el derecho de los ciudadanos a participar en política como individuos libres. Que se fijen regulaciones que rompan la hegemonía de las mafias de los grupillos que manejan el escenario político a su antojo. Establezcamos normas para que los públicos patriotas delincuentes que robaron y saquearon el Estado ya no puedan volver a hacerlo. Que se le dé poder a los ciudadanos; no a las mafias, sean quienes sean.

En esa “revolución” el papel de la prensa honrada es fundamental. Basta de dar apertura a los mismos politiqueros de siempre. Permitan que la opinión pública se vea enriquecida por los comentarios de nuevos actores sociales; den apertura a las palabras sabias de gente inteligente y decente. En este País hay gente honrada. Este País no está integrado exclusivamente de pillos, y ustedes lo saben.

Señores de diario Hoy, un demagogo y oportunista inmoral del siglo pasado solía decir: “¡queréis revolución, hacedlo primero en vuestros corazones!” No recurran ustedes también a esa expresión descarada, que buscaba encubrir corrupción, incapacidad y desvergüenza. Den el ejemplo, sean ese faro honorable que guíe la sana conciencia pública; y por favor, basta de hablar de revoluciones, que si algo ha tenido este país es demasiadas revoluciones; pinches, cínicas y cochinas revoluciones.


jueves, 25 de junio de 2009

Jaime Garzón y la Justiciera Sátira Política.

El otro día conversaba con un buen amigo acerca de la porquería de programas de humor político disque sátiro que existen en este nuestro Ecuador. Mi amigo cabreado me decía que estaba harto de ver la manera amistosa, gentil y bonachona en que los politiqueros ecuatorianos eran tratados por los criados de Fredy Ehlers, en su “No-noticias”, y el guacharnaco Davis Reinoso con sus polichinelas de “Vivos”.
Molesto, mencionaba que aquellas comedias cobardes, mediocres y lambisconas en lugar de generar controversia, denuncia, protesta y reprobación en la sociedad, más bien conseguía crear en la mentalidad del televidente cierta simpatía a favor del político pillo que era objeto del repetitivo y aburrido sainete.
Justificaba su opinión poniendo como evidencia la aceptación y tolerancia que los politiqueros demostraban con las payasadas en las que eran promocionados. Tenía razón, muchos badulaques de la partidocracia han aparecido muy felices con el criado de Ehlers que funge de payaso principal de aquel programa de comedia vulgar. Lo mismo se aplica al bergante Reinoso. Sobre este tipo precisamente comentábamos que las vaciladas a Febres Cordero eran más bien muestras de sumisión al Gran Patroncito.
Una y otra vez me decía que la verdadera sátira, es aquella que estaba dirigida a presentar a los “angelitos honrados” como los bufoncillos disolutos que realmente son, y debía ser cruda, directa, hiriente, creativa, ingeniosa y furibundamente mordaz.
¡Qué cosas no!, mientras hay gente, probablemente asqueada de tanta hez criminal que trasciende en este mundo, unos pocos, que deciden actuar temerariamente en contra de los patriotas y estadistas que se roban el futuro de una sociedad apática e ignorantona; hay otros, demasiados, que etiquetados de artistas, actores e histriones conspiran con las mafias politiqueras suavizando los delitos de los patrones y sus testaferros; que mejor que a través de la comedia tonta, vulgar, mojigata e hipócrita; de esa que tanto gusta a las masas.
Escuchar acerca de las infamias terribles que se cometen en Colombia, ciertamente que generan un sentimiento de solidaridad con las víctimas, una tristeza decepcionante por el dolor de aquellas inocentes víctimas del terrorismo, conocer de los campesinos torturados por aquellos criminales que decían luchar por ellos; o por esos que, jactándose de representar el orden legal y establecido, los masacraban en lugar de protegerlos. Pero, cuando te enteras que un hombre honrado, valiente, inteligente, talentoso y, sin duda temerario, había terminado siendo una víctima más del cobarde terrorismo; pues al malestar, el rechazo, la tristeza y la decepción, se une la indignación.
Tristemente, apenas me enteré de la existencia histórica de Jaime Garzón, valiente periodista colombiano, por un titular de prensa en el que se relataba y denunciaba su cobarde y ruin asesinato. La nota señalaba que Jaime era un periodista, pero principalmente un comediante que gustaba de la sátira política. Nada más. Pero no había necesidad de más. Alguien alguna vez me dijo que si algo debíamos aprender, era a leer entre líneas las historias que nos contaban los dueños de la verdad, interpretar las noticias y las informaciones que recibíamos dependiendo de quienes eran los actores y quienes nos narraban el cuento. Si bien no podíamos concluir verdades, por lo menos conseguiríamos cierta ideas razonables sobre como verdaderamente podrían ser la cosas. Desde ahí, era nuestra responsabilidad llegar a la verdad, investigando y analizando, rechazando la basura y aceptando la evidencia.
“Tienes que hacer lo que tienes que hacer”, es una frase que parecería un tanto tonta, redundante, pero que en su énfasis nos revela una necesidad que no podemos pasarla por alto; inclusive alguna vez la escuché en una serie de caricaturas aunque con diferente connotación, muy creativa y jocosa por cierto. Pues bien, desde hace algún tiempo quería mencionar el ejemplo de Jaime Garzón. Hoy que estamos discutiendo acerca de la libertad de expresión y la libertad de prensa, el nombre y la figura de Jaime Garzón aparece brillante, diáfano y honorable; un verdadero Ícono del periodismo valiente, frontal, irreverente y honesto. Jaime se enfrentó con lo peor de la escoria humana y lo hizo por principios, quizá pensó en un acto de ingenuidad que su inmolación sería el sacrificio final que acabaría de una vez con la actitud indolente, torpe y mezquina de la sociedad colombiana. Quizá. Aunque aquella candidez, si existió, no limitó para nada, su calidad de hombre talentoso, honrado, amistoso, valiente y risueño. Sin embargo, las sociedades gustan de "homenajear" a aquellos que cayeron por sus burdas e inmorales indolencias con manifestaciones de barata gazmoñería, civismo burdo y degenerado, o simplemente con el insensible olvido.
En fin, talvez no deberíamos ser tan duros con los “corneres y fidedignos elhers”; después de todo los muertos de hambre esos, solamente están ganándose la vida, miserablemente, pero ganándose la vida al final. Además alguien tiene que hacer el trabajo sucio; alguien tiene que sembrar el excremento para que los testaferros finalmente recolecten la cosecha y la vayan llevando a la mesa de sus nefandos y terribles patrones.

martes, 23 de junio de 2009

Las prostitutas emperifolladas de la Jurisprudencia.


En un conocido programa de televisión que gusta de parodiar a la familia estadounidense, a la nación gringa y a la sociedad en general, en una ocasión se planteó una posibilidad, ciertamente imposible; “se imaginan ustedes un mundo sin abogados”. Toda una utopía. Aunque la suposición más exacta sería: “imaginen una sociedad en la que los abogados no sean necesarios”.

El hombre es un ser bastante conflictivo, muy problemático y pendenciero. Dotado de una condición humana imperfecta. Muy notorio en cuanto a su predisposición a causar daño a sus semejantes. Jactancioso en cuanto a sus manifestaciones reincidentes estúpidas y su parcialidad a favor de causas inmorales. Entre otros vicios de los que se vanagloria. Motivos éstos, que obligaron a las sociedades a buscar una marco regulatorio que les permitiese vivir dentro de un orden razonable. Se crearon marcos legales tácitos, se desarrollaron los estados, se normalizo la convivencia entre individuos; normativas que con el tiempo se desarrollaron para bien o para mal hasta lo que actualmente tenemos.

Conjuntamente con la ley, apareció la práctica del Derecho. Era lógico que individuos se profesionalizaran en aquel sistema regulatorio y en sus respectivas especializaciones. Se suponía que la práctica de aquella profesión debía enmarcarse siempre en la necesidad indefectible de hacer justicia; de darle a cada quien, lo que por regla convenida de antemano le correspondía. Se estableció que el ejercicio profesional debería circunscribirse a reglas de conducta moral perfectamente establecidas, más conocidas como códigos de ética profesionales.

Pero, como dice el adagio: “del dicho al hecho hay mucho trecho”. Aquella profesión que supuestamente se creó para garantizar marcos jurídicos razonables, juicios justos, sentencias legales y morales, debidos procesos, etc.; terminó degenerando en una suerte de tareas indignas e infames desarrolladas en ambientes putrefactos en los que prevalecen las inmoralidades más vergonzosas. Lupanares disque jurídicos; donde impera absolutamente ¡todo!, menos la Justicia.

Este antecedente es importante para iniciar un breve análisis acerca de las interpretaciones tramposas que los asesores, amigotes, colegas, compadres, camaradas y socios de los hermanos Correa vienen pregonando en los últimos días respecto de los negocios que Fabricio Correa tiene con el Estado ecuatoriano.

La Ley de Contratación Pública es muy clara al respecto cuando en su artículo 62, en uno de sus incisos menciona que los parientes en cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad del Presidente, Vicepresidente, y algunos funcionarios de Estado más, no podrán ser beneficiarios de contratos públicos. No podrán contratar con el Estado. Precisamente para evitar tráfico de influencias, competencias desleales, tratamientos preferenciales, sobreprecios, intereses creados, etc.

Sin embargo; como dicen los abogados, “hecha la ley, hecha la trampa”. Las prostitutas de la abogacía, entre las que se encuentra un tipejo de apellido Campaña, asesor del Municipio de Guayaquil, defensor de los enemigos de Rafael Correa, abogado de Gustavo “orangután” Noboa, abogado de Fabricio Correa Delgado; se inventan el “cuento chino” de un supuesto vacío legal; interpretan la norma a su antojo para justificar las picardías e ilegalidades, y cínicamente como ya es costumbre en la práctica abogadil abyecta, señalan que las empresas, sociedades, compañías y en general las personas jurídicas, pueden tranquilamente contratar con el Estado, aunque estas tengan como accionistas a personas naturales impedidas de hacerlo por Ley.

“Hecha la ley hecha la trampa”, en apariencia parecería que aquel sería el argumento de estos miserables leguleyos, que cobran sus honorarios del dinero fruto de las estafas, pillajes o robos, que les permitiría salirse con la suya. Pero, no es así. No. La Ley en este caso es extremadamente clara y no acepta confusión de ningún tipo, peor todavía interpretación tramposa y corrupta.

Las sociedades son entes abstractos; son órdenes legales y estructuras administrativas creadas para permitir fundamentar asociaciones de personas tendientes a la consecución de objetivos establecidos en la carta de constitución de dichas organizaciones. Sin los seres humanos no existen. Son las personas, en este caso los accionistas los que dirigen sus esfuerzos, ora personalmente, ora delegando a terceros, a la consecución de los objetivos. Son caretas jurídico-administrativas detrás de las cuales están los intereses de los dueños de aquellas caretas. Por consiguiente, la propiedad, responsabilidad, intereses, etc., de los accionistas respecto de las actividades, responsabilidades legales, decisiones, consecuencias de aquellas empresas está demostrada y garantizada por la Ley.

El hecho de una persona impedida de contratar por el Artículo 62 de la Ley de Contratación pública, haciéndolo a través de una sociedad o persona jurídica es ilegal. Su condición de accionista de dicha empresa, no deslegitima su condición irrenunciable de pariente de aquel funcionario estatal o público. En el caso de Fabricio Correa, a pesar de que haya camuflado su participación con empresas fantasmas panameñas, no por aquello ha perdido su condición de hermano de Rafael Correa. Dónde está el vacío legal sobre le cual pretenden justificar la ilegalidad e inmoralidad. ¿Jurisprudencia? Por dónde. Si la Ley es clarísima y no admite interpretación.

Se señala por parte de las serviles rameras de la partidocracia correana, en una interpretación inmoral más, que el impedimento para contratar estaría limitado exclusivamente para aquellas instituciones en donde laboran los respectivos funcionarios. Una vez más “hecha la ley, hecha la trampa”. Pero resulta que en el caso del Presidente y Vicepresidente de la República, su campo de acción y ámbito de responsabilidad es todo el sector ejecutivo. Por lo tanto ningún pariente en cuarto de consanguinidad y segundo de afinidad del Presidente y Vicepresidente podrían contratar con aquellas instituciones públicas dependientes del Ejecutivo.

Adicionalmente las guarichas y chupamedias de Correa, insisten en señalar que en vista de que hay vacío legal, no hay delito. Que aquella ausencia de ley se presta para la interpretación de la Ley. Una falacia más de estos sinvergüenzas cómplices de los vicos de la partidocracia correana.

En Derecho privado, se puede hacer aquello que la ley no te prohíba. En Derecho Público las cosas cambian radicalmente. En Derecho Público, únicamente puedes hacer aquello que la ley expresamente te faculte o te ordene. Es decir, en Derecho Público, los funcionarios públicos no pueden interpretar la Ley, sino, exclusivamente cumplirla.

En que parte de la Ley de contratación Pública se menciona que los parientes impedidos de contratar en función del artículo 62, podrán hacerlo a través de personerías jurídicas. Nada se dice sobre aquello. Sin embargo, los descarados cómplices de los beneficiarios corruptos del Gobierno de La Involución Ciudadana se inventan la “excepción” de las sociedades “fantasmas”.

Es difícil no indignarse, viendo como un asunto que es tan claro termina siendo maquillado desvergonzadamente y justificado sórdidamente por una clase política cínica e inmoral de turno en el Poder. Si ha eso le añadimos una oposición politiquera corrompida; una prensa formal mediocre e incompetente y una colección de funcionarios de control y fiscalización incondicionales con la corrupción y el encubrimiento de delitos de los dueños de la corrupción socialista; pues que más queda decir, sino: ¡qué malditos hijueputas!



domingo, 21 de junio de 2009

Jerry Lewis y su impronta dorada en el mundo de la Comedia.

Hay imágenes que por la fuerte impresión que nos ocasionan en su momento, se quedan como grabadas en nuestra mente para toda la vida. La variedad e intensidad de éstas, generan en nuestra sensibilidad multitud de emociones, muchas ciertamente encontradas: felicidad, alegría, reflexión, éxtasis; o, tristeza, recogimiento, decepción, indignación, etc. En esta oportunidad quisiera referirme a aquellas que dejan una impronta agradable en nuestra psiquis.

Quizá fue a mediados de 1975 o finales de 1976, para efectos del caso, la fecha exacta carece de importancia; el lugar tampoco tiene trascendencia. Lo cierto es que aquella tarde inidentificable, Yo, apenas un niño, fui al cine. La película que se ofrecía aquel día se llamaba: “El mundo está loco, loco, loco”, o su título original: “It’s a mad mad mad mad World”. Para quienes no la vieron el argumento básicamente consiste en una serie jocosa de peripecias que les suceden a un montón de oportunistas codiciosos desesperados por encontrar un gran botín en efectivo. Tratándose de un clásico de la comedia, “Los Simpson”, tuvieron un episodio basado en aquella; quizá recuerden ustedes a Homero, su “archienemigo” el Gato y la misteriosa desaparición del Zirconio, el saxofón de Lisa y algunas cosas pintorescas más.

Pero, no nos perdamos en las intrincadas y surrealistas locuras del Homero y volvamos al asunto en particular. Durante la mencionada película, en la que inclusive aparecían los Tres Chiflados bastante veteranos por cierto; se desarrolla una escena que como ya mencioné se quedó impresa en mi consciente; el jefe de policía, un anciano interpretado por Spencer Tracy asume la responsabilidad del cuidado del dinero, luego de que éste había sido incautado por él, en su función como autoridad. Por x motivos el hombre sucumbe a la tentación y en un ataque de codicia agarra el maletín repleto de billetes e intenta llevárselo. Me abstendré de relatar el final, que en nada altera el objeto principal de mi narración. En fin, resulta que existe una escena en la que aquel policía veterano y canoso que derramaba seriedad, respeto e hidalguía, pierde el sombrero, que, por influjo del viento va a caer en una amplia, pero, en ese momento, poco transitada avenida. Adivinen quién venía por uno de los carriles; pues, nada más y nada menos que “el típico zoquete” interpretado por Jerry Lewis, que, en un auto de la época transitaba a toda velocidad; el cafre despistado observa al inocente e inerme sombrero al otro lado de la vía y abruptamente se lanza al sendero paralelo, haciendo rechinar las llantas; entonces, conduciendo en contravía, y mostrando una faz de bribonzuelo travieso, agarra derecho y ¡plast!; el pobre sombrero fue a parar al paraíso de los buenos y gentiles sombreros. Mientras el loquillo se alejaba matándose de la risa, el pobre veterano que apenas intentaba recoger su antigua reliquia, en aquel momento ya en mejor vida, apenas alcanzaba a lanzarle un gesto de protesta que más de uno podría interpretar como un: ¡mother fucker!

Aquel recuerdo jocoso me invitó a seguir con atención el trabajo de Jerry Lewis. A medida que iba topándome con sus interpretaciones artísticas terminé por convencerme de que se trataba de un genio de la comedia.

Imposible no sonreír con sus genialidades al mando de una simple y coqueta máquina de escribir invisible. Y que tal, los jocosos sufrimientos que está dispuesto a tolerar con tal de mejorar sus escuálidos músculos, en su deseo de convertirse en un ícono de fortaleza física, imaginando que con eso, conseguirá atraer los afectos de aquella hermosa poesía convertida en la mujer de sus sueños. Como no gozarse de sus interpretaciones como nerd de laboratorio, toda una mezcla de pinky y cerebro, pero sin los apetitos desenfrenados de aquel ratón fanático por: ¡¡conquistar el Mundo!!

Actor de primera, capaz de generar en sus espectadores multitud de sentimientos sobre todo con su lenguaje facial, corporal y gutural. Que capacidad y talento para doblar, guiñar, driblar y deambular literalmente con sus ojos a su entero capricho. ¡Genio!

El video que incluyo, contiene una de las principales escenas de la película “El Profesor Chiflado”, versión original. Recuérdese que Eddy Murphie, incursionó con su propia versión pero, en color “grone”. Eso sí, también bastante chistosa.

Obsérvese la naturalidad de la actitud; la espontaneidad triunfando contra la frustración y la represión abusiva; la felicidad que genera hacer aquello que te gusta y que te abstrae de las miradas hipócritas y plagadas de prejuicio. Talento e ingenio al servicio de la comedia de calidad. ¡De lujo, viejo!

Sin duda, Jerry Lewis ha llevado a la Pantomima y Fonomímica a niveles estelares que pocos comediantes han alcanzado, y a marcado su nombre con letras de oro en el Salón de la Fama de la buena Comedia.

miércoles, 17 de junio de 2009

El libertinaje de Teleamazonas y las brusquedades de los lacayos del Tirano guasón.

Muchos ecuatorianos fuimos testigos de como el principal del Conartel, un don nadie de esos que abundan en el gobierno de la Involución Ciudadana, declaró que las filmaciones y reportaje, realizados por periodistas de Teleamazonas, en el ex Comisariato Santa Isabel en Guayaquil donde supuestamente se estaban ingresando y monitoreando datos de las últimas elecciones para presidente de la república, “no ameritaban sanción alguna”. Sin embargo, uno o dos días después, seguramente luego de la carajeada del Mudo de Carondelet, el Presidente del Conartel cambió su opinión e inició la investigación en contra de Teleamazonas.

Tengo entendido que una de las quejas contra Teleamazonas está vinculada con haber transmitido escenas de una corrida de toros, en horario indebido. Quienes han tenido la gentileza de leer mis comentarios probablemente se habrán topado con mis opiniones respecto de las llamadas “ferias bravas”. Pero, para quienes no lo han hecho permítanme intentar resumir mis opiniones sobre ese asunto en pocas palabras: Solamente gente bruta o mentalmente enferma puede solazarse ante el espectáculo cruel y sangriento de un grupo de psicópatas torturando a un asustado e inocente animal. Teleamazonas, ciertamente promociona ese tipo de espectáculos brutales y perversos. Sus dueños, los dueños de Teleamazonas son los principales promotores y seguidores de aquella fiesta perversa que ofende y mancha la sensibilidad de una Ciudad Cosmopolita como Quito.

La acción de Correa de sancionar a Teleamazonas por la mencionada transmisión, demuestra una vez más lo hipócrita y cobarde que es el Gran Patán, así como sus deseos protervos y sus intereses encubiertos detrás de supuestas buenas intenciones. Cuando lo lógico y decente sería eliminar de una vez por todas aquel show plagado de vicio y extrema crueldad; cuando lo honesto sería acabar de una vez por todas tanto salvajismo y maldad que hiere la sensibilidad no solamente de miles de quiteños sino de millones de ecuatorianos; el Mudo de Carondelet, da luz verde a la sevicia de los chapetones curuchupas, pero, “valientemente” les fija horarios para que disfruten de aquellas muestras de sadismo ruin. Horarios que por lo visto terminaron siendo olvidados, quizá por omisión involuntaria o talvez como muestra del “respeto” que los dueños del “lindo canal” le tienen al Mudo.

Luego, viene el escándalo de la noticia sobre la explotación de petróleo o gas en la Isla Puna y la alarma que causó en la comunidad de pescadores la posible huida de los peces que aquella prospección y explotación causarían. Primero, me parecen justas las dudas y temores de los habitantes de aquella Isla. La experiencia ha demostrado que el negocio petrolero destruye la calidad de vida de los pueblos aledaños a dicha explotación. El supuesto progreso que trae el oro negro a aquellas comunidades es puro cuento chino. Depredación de la naturaleza, contaminación, prostíbulos, cantinas, delincuencia, violencia, esos son los verdaderos “progresos” que la actividad minera y petrolera crean en aquellos pueblos. Las explicaciones interesadas de los micos de la revolución correana no son suficientes, es más no merecen ninguna credibilidad. Tampoco me interesa conocer lo que tengan que decir los pipones de Fundación Natura; solos, se desenmascararon en el escándalo del relleno de basura de la Capital. Sí me gustaría saber que dicen los especialistas de Greenpeace, Sea Sheperd y la World Wildlife Fund.

Pero supongamos que efectivamente hubo extrema irresponsabilidad en los periodistas de Teleamazonas al presentar una versión de los hechos totalmente alarmista y falaz. Imaginemos que así fue. Les parece lícito o justo, comerse un canal de televisión que significa en términos económicos una inversión millonaria, acabar con decenas de puestos de trabajo de un plumazo, abrir las puertas de par en par para en un futuro eliminar la libertad de expresión e información, colocar una espada de Damocles pendiendo de cada medio de comunicación que no se arrodille al Tirano de la sonrisa guasona. A mí me parece una completa estupidez, de esas que lamentablemente ya son costumbre en los fieles seguidores de la espada mocha de Bolívar.

Cuando lo lógico y justo sería sancionar a ese periodista y al director de Noticias, y en última instancia al noticiero; los torpes, prepotentes y alevosos vocales del Conartel, instigados por Correa, quieren comerse todo el canal. Qué culpa de la noticia engañosa tiene por ejemplo el equipo de información deportiva; qué tienen que ver las transmisiones de fútbol con las malas intenciones del jefe de Noticias; acaso quienes se encargan de la sección de dibujos animados deben pagar los platos rotos de algunos irresponsables. Como se nota la calidad Socialista, que tienen las disposiciones, decisiones y sanciones de los secuaces del Gran Patán y sus patiños del politburó chabacano.

Sobre el asunto de los Simpson y Dragon Ball Z; bueno, eso ya es para mejor reírse. Pero más chistoso todavía es que los hijos de los ¡estúpidos socialistas! e ¡imbéciles seudo comunistas! deben ser hinchas del Pícoro Daimacú o del Milkhouse.

Recuerden ustedes que el milico de Venezuela, Chávez creo que se llama el parlanchín ese, hace algún tiempo quiso censurar los Simpson en su hacienda petrolera. En realidad no sé si lo logró o no.
Qué pensará el Mudo de Carondelet, talvez que: “los Simpson son el instrumento de propaganda de la doctrina imperialista que los cerdos yankys usan para infiltrarse en los hogares ecuatorianos”. Pobre Mudo. El poder no le sirve de nada, por lo menos no para algo positivo; sigue siendo el mismo simplón plagado de complejos y frustraciones de sus épocas de boyscout.

Supongo que el Héroe de Dayuma consciente de que no es capaz de convertirse en supersaiyayin, de pura rabieta, se la tomó contra Gokú. Alguien debería recordarle que a pesar de sus actitudes y conductas caricaturescas, definitivamente el Mudo es casi un ser humano y no un personaje de comic.

El canal del Banco Pichincha, o mejor, el canal de los dueños del Banco Pichincha, Teleamazonas, no representa el ideal de la libertad de expresión, ni mucho menos el modelo de la presentación de información veraz, justa y honrada. En más de una ocasión he comentado con algunos amigos como los dueños y testaferros de los noticieros de ese canal invitan casi siempre a los mismos hijos bastardos de la ramera partidocracia. Cierto, algunas noticias son presentadas de manera parcial, mientras otras son encubiertas. Algunos bufones de baja calaña son publicitados como los grandes analistas, mientras que a otros actores políticos se los sataniza descaradamente. Muchos de aquellos gacetilleros se creen los dueños de la verdad, es cierto. Pero no es con represalias, actos de venganza y sanciones totalmente desmedidas e injustas que se enfrenta al periodismo malintencionado.

Mirando las protestas de los amigos incondicionales del “lindo canal” se me viene a la mente cierto caso, que muestra la hipocresía de cierta gente que defiende los excesos alevosos del libertinaje de una jorga, pero, ataca, prohíbe o censura el derecho de las personas a expresarse libremente. Hace algún tiempo invitado por un bloggero asistí a un foro quiteño, que después demostró ser una cloaca pútrida de mentira e hipocresía de alguna manera vinculada con los testaferros de los patrones de la opinión pública burguesa y acomplejada. En aquella oportunidad recuerdo que una basura parlante que insultaba gratuitamente a Correa y a sus seguidores se atrevió a censurar mis opiniones acerca de lo enfermizo de ciertas fiestas chapetonas de la plástica “gente linda”. Entonces, escribí mi carta de despedida, coloqué al inmundo patán en su lugar y no volví nunca más por aquellos nauseabundos parajes. Es fácil concluir que esas basuras curuchupas deben estar consternadas con la posibilidad de que Teleamazonas sea clausurado. Ese tipo de lacras sociales son las que defienden irrestrictamente el “derecho” de los dueños de la opinión pública a decir lo que les da la regalada gana y a publicar sus verdades de acuerdo a sus conveniencias muy vinculadas con sus rastreras calidades.

Un amigo me decía que había salido a uno de los mítines a favor de Teleamazonas y que seguiría haciéndolo. Ciertamente, Yo no lo haría, claro, si estuviera viviendo en Quito. La mayoría de gente que pregona en las afueras del “lindo canal” no defiende la libertad de expresión o la libertad de informar verazmente, y me refiero específicamente a aquellos que directa o indirectamente están vinculados con aquel canal, con los dueños del mismo y con las tendencias sociales y políticas plagadas de prejuicios curuchupas. No digo que no haya por ahí algún ingenuo que grite a favor de las libertades. Debe haberlo, sin duda. Pero, démosle a cada cosa su lugar. No, el canal del Banco Pichincha no es el ícono de la Prensa libre y honesta; Teleamazonas defiende su “derecho” a decir lo que más le conviene a los intereses de los dueños de Teleamazonas; eso no quiere decir que en muchos casos se presente información objetiva; pero, sí, que en ocasiones se informa en función de libretos preestablecidos por los dueños del circo, en cuyo caso los gacetilleros de honorarios dorados se limitan a repetir lo que sus jefes les ordenan. Por lo mismo, que griten no más entre ellos.

Sin embargo, debo señalar que sancionar a Teleamazonas por las causales mencionadas es absolutamente injusto. Imagínense a un juez condenándole a cadena perpetua a un ciclista que iba en contravía, solamente porque le cae mal. ¡Completamente injusto!

Finalmente, qué irónico que los medios que señalan la “violencia” que sufren de parte del gobierno de los disque socialistas, y se quejan de las amenazas a la libertad de expresión e información provenientes de las acciones de los testaferros correanos; para nada les moleste la soledad e indefensión que sufren los comunes y corrientes miembros de la sociedad ecuatoriana en términos de manifestar sus necesidades, deseos, aficiones, afectos, expresiones, opiniones, etc. ¿Quién le dio a Emilio Palacio la calidad de dueño de la Opinión Pública, talvez el mismo que le dio la categoría de “mamá de los pollitos” a Rafael Correa? Ustedes que dicen amigos lectores.

lunes, 15 de junio de 2009

La Viveza Criolla del Curuchupismo disque Liberal.

Mientras manoseaba la sección libros y revistas de un supermercado de la localidad, a vuelo de aguilucho, observé cierta secuencia de palabras en la tapa de una publicación que enseguida casi que me obligó a revisar si la información tenía que ver con aquello que yo me imaginaba. Tomé la revista en mis manos, la envergadura de ésta era más grande lo común. La tapa con el rostro de una “niña vieja” maquillada, emperifollada con unos trapos “elegantes” que encubrían un cuerpo pálido casi mortecino y cadavérico; trascendía a burgués pedante, a prejuicio social torpe y racista, a vanidad alocada y amanerada. Por lo mismo, no era difícil concluir que se trataba de una revista de esas que retrata en sus banalidades y folklorismos ridículos a la “gente linda”. Gacetas quincenales, rosadas y fucsias, que gustan de presentar los perfiles glamorosos de los chapetones lambidos con sueños de oligarca.
Un tanto fastidiado empecé a buscar la noticia en mención en el respectivo índice. Página 48, creo. Unas cuantas ojeadas y llegué al requerido lugar. Una sonrisa de desprecio se dibujó en mi rostro; sin duda se trataba del mismo miserable. A pesar de la calva, el rostro del pelmazo seguía conservando sus rasgos principales. ¿De quién se trataba? Algunos lo recordarán otros no. El angelito que aparecía en una gran foto, con su uniforme de “señor” (terno y corbata), era nada más y nada menos que Fidel Jaramillo. Desde la mismísima Washington, el ex Gerente del Banco Central del “Gobierno” de Fabián Alarcón y ex Ministro de Finanzas de la Dictadura curuchupa de Jamil Mahauad, mostrando una sonrisa de oreja a oreja, se jactaba de lo bien que le había ido después de alejarse del servicio público. El artículo incluía las siguientes palabras textuales del tipo ese: “Estoy viviendo el sueño americano”. Banco Interamericano de Desarrollo, Fondo Monetario Internacional, no recuerdo el nombre exacto de la institución usurera internacional donde el vulgar mercenario prestaba sus serviles servicios; posiblemente, un tanto paranoico considerando las salvajadas que sus patrones y él, le hicieron al País.
Cuántos de estos mercachifles de la economía, han sido catapultados y promocionados por determinada prensa que se jacta de ser la eterna vocera de la libertad de información y expresión. Cuántos de estos miserables le han vendido y revendido al País a los usureros nacionales e internacionales. Cuánto de estos canallas que representando al País en los pagos y renegociaciones de la Deuda Externa han cobrado comisiones millonarias pagadas por los agradecidos “inversionistas” privados que se han beneficiado de los puntuales y “honrosos” pagos. Cuántos y cuántos de estos economistas trascendidos a colonia importada probablemente para esconder el tufo insoportable que despide su avaricia y traición luego de conspirar contra el País han salido a trabajar para los organismos de crédito internacional, acreedores insensibles y chantajistas de nuestra pobre Nación. ¡Cuántos! Demasiados, diría Yo.
Quería tocar este antecedente para desde ahí comentar el supuesto éxito vociferado por la voluminosa Ministra de Economía correana, y cierta tertulia, de la que fui testigo a través de la televisión en el noticiero de la mañana de Teleamazonas, entre Jorge Ortiz y Lucio Paredes, hace algunos días, no muchos.
Luego de mostrar un reportaje en el que la mencionada Ministra proclamaba la “victoria” en la renegociación de la Deuda internacional, señalando un ahorro de alrededor de $2.000.000.000 a valor presente, o de aproximadamente $7.000.000.000 al año 2030; Jorge Ortiz, inició la entrevista no sin antes adular la supuesta imparcialidad y antecedentes profesionales de Lucio Paredes.
Cuestionando las cifras e intenciones expelidas del Gobierno correano; Ortiz, preguntó si efectivamente aquello era tan bueno como lo presentaba la promoción socialista. Paredes, empezó diciendo entre otras cosas, eso sí a regañadientes, que efectivamente la renegociación había sido favorable para el País. Pero, casi enseguida, mencionó que ciertamente el País se había ahorrado alrededor de $2.000.000.000; pero ¡No!, los $7.000.000.000 que se publicitaba. Le explicó a Ortiz, que cándida y atentamente le escuchaba, que los 7.000.000.000 era la deuda a futuro. Una y otra vez enfatizó que los $7.000.000.000 no eran tales y que el País “solamente” se había ahorrado $2.000.000.000. ¡Solamente $2.000.000.000!
Contradiciéndose descaradamente el economista curuchupa, con su locuacidad confianzuda tan propia de él, no cesaba de comentar que la acción del gobierno estaba bien pero mal. “¡Negociaciones exitosas, pero fracasadas!”; sin duda, conclusiones o interpretaciones propias de economistas con motivaciones muy diferentes a los sanos intereses nacionales.
Enseguida calificó la negociación como un acto de: “¡Viveza Criolla!”. Ayudado por Ortiz llegaron a la conclusión que los “inocentes, honrados y pobres” tenedores de la Deuda Externa ecuatoriana, habían sido chantajeados; obligados a vender sus papeles so pena de quedarse sin nada de su inversión. Luego como siguiendo un guión previamente establecido Paredes llegó a decir, tácitamente, que el País había quedado muy mal internacionalmente, señalando que si la negociación era tan buena herramienta, ¡por qué! países como Colombia, Chile y Brasil, no la usaban para reducir sus acreencias.
Sin cansarse jamás de cuestionar al gobierno chauvinista y correano; Paredes mencionó que, lo correcto habría sido seguir el ejemplo de Chile que en la década de los 80 (épocas de Pinochet) había entregado bienes patrimoniales del Estado en canje por Deuda; que aquella, sí, era la medida correcta. Finalmente, el calvo curuchupa, que seguramente como mucha lacra politiquera, también se etiquetará a sí mismo como liberal, sentenció una y otra vez más o menos lo siguiente: “Al final lo barato va a salir caro por la reputación que va a llegar a tener el Ecuador”. De inmediato Jorge Ortiz, luego de alabar la monserga parcializada del “cuasi pelado” inescrupuloso despidió la entrevista diciendo:
“Gracias Dr. Paredes por abrirnos los ojos”.
Difícil de creer si no lo ves con tus mismos ojos. Fácil concluir por qué el País está en el cieno en términos de moral, educación, salud y seguridad; considerando las percepciones, interpretaciones y diagnósticos que los dueños de la opinión pública tienen respecto de lo que se debe o no hacerse; sobre lo que le convienen o no al País; acerca de qué es lo mejor para ellos y para nosotros.
Imaginemos que efectivamente, y digo imaginemos porque a Correa no se le puede creer; pero supongamos que en verdad la renegociación fue positiva para el Ecuador; que el endeudamiento se redujo radicalmente. Pensemos cándidamente que por fin los intereses y derechos del Ecuador fueron correctamente defendidos. Algunas dudas me surgen. ¿Cómo puede haber ecuatorianos que cuestionen las estrategias y herramientas usadas por el gobierno correano; pero justifiquen plenamente que esos mismos instrumentos y estratagemas sean usados por las mafias internacionales de especuladores financieros que las usan permanentemente para embolsicarse millones y millones dólares en pocas horas? ¿Por qué cuando el “inversionista honrado” se beneficia de las herramientas de especulación de un mercado de valores internacional mafioso, está bien; pero, cuando los estados aprovechan esas herramientas maquiavélicas ofrecidas virtualmente por ese mercado, está mal? ¿Será talvez que los inversionistas que tienen acceso a ese tipo de mercados son gente sensible, espiritual y solidaria? ¿Quiénes son realmente los beneficiarios de ese tipo de inversiones? ¿Quizá son campesinos, agricultores, panaderos, zapateros y carpinteros?
Llama la atención que “analistas” como Lucio Paredes poco o nada hayan dicho sobre el despilfarro de los recursos provenientes del endeudamiento exterior, ¿alguien sabe dónde fueron dirigidos esos dineros? Economistas como el mencionado parlanchín conservador guardaron silencio frente a la sucretización de la deuda privada en el gobierno de Osvaldo Hurtado y algunos hasta cínicamente la justificaron. Comentaristas como Lucio nunca aparecieron para criticar las corruptas renegociaciones de la deuda de los gobiernos de Durán Ballén y Gustavo Noboa, quizá porque eran parte del gran negociado o les convenía mantener la boca cerrada o simplemente no les importaba que le roben al País. Mantuvieron un silencio cómplice ante el robotaje bancario en épocas de Mahauad. Antaño justificaron renegociaciones descaradamente perjudiciales para el País, pero ahora, que aparentemente se consigue un triunfo frente a los usureros internacionales; pegan el grito al cielo, se rasgan las vestiduras y claman que se ha perjudicado a los “pobres y lánguidos” especuladores internacionales.
¡Viveza criolla!, cuando beneficia al país; ¡Genialidad e Ingeniería Financiera!, cuando se engordan los bolsillos opulentos de los padrinos de la banca internacional y de sus indignos testaferros.
Se argumenta que esta decisión ocasionará que el Ecuador ya no sea sujeto de crédito. ¡Genial! Me parece muy bien, este país no necesita endeudarse. Para qué,
si siempre que nos endeudamos el dinero va a los bolsillos de las mafias de turno enquistadas en el poder; mientras que para el pueblo cada dólar prestado le significa más ignorancia, insalubridad y pobreza.
Si realmente es cierto que el gobierno correano le ahorró miles de millones de dólares al país, está bien. Eso sí, dejemos en claro que Correa y sus criados simplemente hicieron lo que por obligación debían hacer: Proteger los intereses del País. Que no espere una medalla. Nosotros elegimos un presidente y funcionarios públicos para que trabajen para el País, no para enriquezcan a inversionistas, especuladores o usureros extranjeros. Para eso les pagamos, a Correa y los demás empleados y funcionarios públicos.
Sin embargo, ya escuché por ahí que esos recursos se usarían para “Inversión Social”. Recuerden que los desaparecidos $20.000.000.000 (aunque algunos afirman que son algunos miles de millones más, quién lo sabe), fruto de los excedentes petroleros supuestamente se usaron también para “Inversión Social”. Pero sospechosamente, tales “inversiones”, fuera del discurso sucio del Prepotente Bocón, no aparecen por ningún lado. Ojalá los dineros que no fueron a parar en las mandíbulas de los piratas financieros, finalmente no terminen en la panza grasosa de los amigotes, pipones, socios y camaradas del Gran Patán de Carondelet.

jueves, 11 de junio de 2009

En sistemas tiránicos, mientras más controles, más corrupción.

Aunque parezca increíble y contradictorio en sistemas sociales, políticos, económicos, judiciales corruptos; mientras más leyes, instituciones públicas y burocracia existan; más corrupción e injusticia, habrá y prevalecerá.

Es que es lógico, pues, siendo las mafias tiránicas y dominantes las que manejan el conjunto del Estado, es obvio que las instituciones estatales estarán dirigidas por los hijos y criados de las “élites” prostituidas. Por lo mismo, la posibilidad de que tales instituciones sean administradas honesta y óptimamente es sencillamente nula.

Pero, si existen instituciones visiblemente podridas en los mencionados sistemas enfermos, ésas son precisamente las de Control. Damas y caballeros, pocas instituciones tienen individuos más despreciables y corrompidos como los tienen la Contraloría General del Estado, Aduanas del Ecuador, Servicio de Rentas Internas, Fiscalía General de la Nación, Superintendencia de Bancos, Superintendencia de Compañías, principalmente.

Pillos siempre van a existir, pero lo que una sociedad, un estado, una nación no puede darse el lujo es de tener a individuos inmorales ocupando funciones de control y vigilancia pública; pues entonces quién vigila a quién. Es decir, pillos auditando a pillos. Corruptos controlando a corrompidos. Ladrones negociando, chantajeando, “robando” y encubriendo a ladrones.

Al respecto, en estos últimos días, Alfredo Pinoargote, entrevistador de Ecuavisa, tocó el tema de la impunidad de que gozan los beneficiarios de la corrupción pública y de la incompetencia y complicidad de los principales estamentos públicos encargados de enfrentarla y sancionarla, llámense Contraloría General, Fiscalía, Consejo de Participación de Ciudadanos, etc.

Anteayer, me parece, Pinoargote, invitó a un tipo que decía ser el Presidente del Consejo de Participación Ciudadana, verdadero convidado de piedra uniformado de indígena ecuatoriano, seguramente elegido por las comisiones correanas “ad hoc”. Créanme cuando les digo que ni idea del nombre de dicho pipón. Pues bien, ante los requerimientos de Pinoargote, en el sentido de que la ley que regulará el ejercicio de aquel órgano de control contaba con muchísimas debilidades, aquel “huasipunguero gremial”, ni para atrás ni para adelante, típicas características de la gran mayoría de serviles colaboradores del Gran Patán de Carondelet.

Hoy en la mañana le tocó el turno al ex guardaespaldas de Correa y ex jefe de la Comisión Anticorrupción de la Presidencia correana, J.L. Cortázar. Pinoargote volvió a insistir que la ley era demasiado ambigua en cuanto a enfrentar a la corrupción con eficiencia y efectividad, y mencionó una serie de hechos que ponían de manifiesto la corrupción de los actuales patriotas aferrados al pernil público, mencionando algo más o menos así: “todos somos testigos de cómo los nuevos ricos se pasean en vehículos de lujo y cambian de casa a cada rato y todo frente a nuestras narices. Pero para las autoridades de control no pasa nada”. J. Cortázar, como es obvio luego de alabar las acciones del Rrrafa, su jefe, y cuidarse de decir algo que pudiera vincularlo con al actual festín de los fondos públicos, mencionó que el problema era de cultura y que para solucionar eso tenía que transcurrir tiempo, pero, que el gobierno del “Señor Presidente” estaba tomando decisiones en ese sentido. Obviamente Pinoargote volvió a dejar en claro sus objeciones y a exigir que se proceda a actuar en contra de los nuevos ricos de la misma manera en que se “perseguía” a los ricachones hereditarios.

Sin embargo, Pinoargote en sus críticas a las leyes correanas que regularán el Consejo de Participación Ciudadana olvidó tocar un tema trascendental. Mientras las mafias politicastras tengan el control de todos los estamentos de la sociedad, quienes ocupen los diferentes cargos públicos, burocracia, funcionarios estatales, empleados públicos, etc., serán cómplices y alcahuetes de los delitos de los padrinos e hijastros de la dictadura partidocrática. Es obvio, del saco de pus, solamente pude salir el miasma.

Por lo mismo, se puede entender que el actual Contralor de la Nacional, un tipo de apellido Pólit, hombre de confianza de Luxio Gutiérrez, haya sido ratificado por la Asamblea Correana como Contralor. Los hijos de la ramera partidocracia se cuidan entre ellos a pesar de que tengan diferente camiseta.

Hace algunas semanas observé un reportaje acerca de la flota de vehículos, todos coches de lujo de la actual Ministra de Salud. Sorpresivamente la referida alta funcionaria de este gobierno no pagaba Impuesto a la Renta hasta antes de entrar al gobierno correano, y si lo hacía en algún año eran cantidades indigentes. Sin embargo, a pesar de existir un indicio de enriquecimiento ilícito, los inquisidores del SRI, prefirieron ver para otro lado. Escogieron más bien la tienda de la esquina para dejarle caer todo el peso de la ley; una semana clausurada; una semana sin ingresos, a efectos de que el vecino, “cobre conciencia y desarrolle cultura tributaria” y la próxima vez emita factura por unos chicles y un refresco. Mientras tanto los grandes evasores fiscales y los ladrones del tesoro público, “desgualingándose” de la risa, disfrutando de sus talentos malsanos y la impunidad que la H. (dizque Honorable) Contraloría General de la Nación, o el I. (dizque Ilustre) Servicio de Rentas Internas, les garantiza.

martes, 9 de junio de 2009

Acerca de las regulaciones en contra de los peatones.



Nótese la pinta con la que el cuarteto de Liverpool cruza aquella calle. Indiferencia y desprecio a la mundanidad; pero al mismo tiempo seguridad y confianza en sí mismos. Sin duda un clásico. Claro que menos mal no pasó por ahí algún hooligan ebrio a bordo de un Austin Morris en cuyo caso John, Paul, George y Ringo, habrían dicho: “¡patitas para que las quiero!”
En este país es fundamental desarrollar el sentido del humor, sobre todo del humor gris y negro; de lo contrario, las personas corremos el riesgo de desarrollar enfermedades psicosomáticas que terminarán por arruinar nuestra salud y calidad de vida.
En virtud de lo ridículo y despectivo de las regulaciones que establecen sanciones en contra de los peatones que cometan el atrevimiento de violar las leyes de tráfico vehicular y ahora peatonal, no hubo más remedio que esbozar una sonrisa de desprecio.
Y es que, es chistoso por ejemplo los argumentos de los "genios" del gobierno correano, en el sentido de que las sanciones contra los peatones son para: “precautelar las vidas de ellos mismos”.
Hace algunas semanas comentaba en un
post, la experiencia molesta que tuve que afrontar con un “angelito” del volante, un imbécil de esos que deambulan con la radio del carro a todo volumen, o de esos que usan el celular mientras conducen, para hacernos creer a los demás que son personas importantes, muy diferentes a los pobres diablos que en realidad son.
Probablemente más de un año hace, que por reclamarle a un chapa de gafas oscuras, botas negras y moto guzzi, su indiferencia ante un tipejo que se había subido al paso cebra ante sus narizotas, recibí un chillido animalesco e ininteligible.
La sensatez y el instinto de conservación me han enseñado que a pesar de que el semáforo esté en rojo, debo esperar a que los dueños de la calle paren sus instrumentos homicidas, y solo entonces cruzar al otro lado de la vereda.
Cuántas veces los peatones hemos tenido que emular a Carl Lewis, y pegar un salto de medalla de oro, cada vez que cruzando por el paso rayado, la luz verde nos ha pillado a mitad de camino, so pena de ser embestidos por los apurados energúmenos con complejo de Fittipaldi estreñido.
¡Qué cosas viejo! Solamente a los vivísimos de este gobierno de imbéciles se les ocurre castigar a las grupos más vulnerables, para disque “cuidarlos y protegerlos”.
Por otro lado, he buscado el registro oficial, el reglamento o ley, que castiga a los peatones y no lo he encontrado por ningún lado. La prensa, tampoco le ha dado mayor importancia. Los diputadillos, ¡ah esos malditos hijos de…! Ni un solo diputadillo del asqueroso Congresillo ha dicho nada absolutamente nada en contra de esa regulación malintencionada en contra de los peatones. Ni uno.
Alguien me decía por ahí que, hasta antes de la presidencia correana, los socialistas si se quejaban de la violencia que sufrían los peatones, porque los pobretes marxistas andaban a “lomo de culebra”; pero, como ahora se mueven a toda velocidad en los modelos del año de la General Motors, pues, las cosas cambiaron radicalmente.
Ayer tanto buscar me encontré un pequeño resumen de las tales reformas en la página web de una gacetilla morlaca. Analicemos algunos resúmenes de la mencionada ley o reglamento:


“Son deberes de los peatones que circulen por vías públicas donde no existan aceras, hacerlo por el costado izquierdo, en sentido contrario a la dirección normal de circulación de los vehículos.”
En primer lugar se nota la calaña de los sujetos que hicieron el reglamento por la forma ambigua en que está redactado este artículo. Costado izquierdo, contrario a normal circulación de vehículos. Es decir, peatón por izquierda, vehículo por derecha. Quizá lo hacen para que no te embistan por la espalda, sino de frente, quizá para que el incidente sea más “personal”.

“Si luego de iniciado el cruce reglamentario, se produjere el cambio de la señal, el peatón tiene derecho a continuar y los conductores respetarán el derecho de vía del transeúnte.”
Justo lo que mencionaba líneas atrás. Pregunto estimado lector, ¿debemos confiar en el buen juicio o la buena voluntad de un tipo al que no conocemos?, ¿debemos poner nuestra vida en manos de la posibilidad de encontrarnos al frente de gente sensible y respetable?, ¿debemos seguir cruzando tranquila y confiadamente independientemente que el verde nos haya alcanzado en mitad de la calle? Antes que respondan, les recuerdo que vivimos en Ecuador.

“En las ciudades los peatones deberán cruzar la calzada por las zonas demarcadas debiendo los conductores detener la marcha de los vehículos antes de la zona de cruce peatonal. En vías urbanas y rurales donde no existan cruces peatonales marcados, podrán cruzar la calzada cuando no haya vehículos muy próximos.”
Es que es increíble. Supongamos que un ingenuo peatón sigue al pie de la letra este artículo, y cruza por las “zonas demarcadas” imaginando que los vehículos inevitablemente se detendrán ante el ejercicio de su derecho. Qué pasa si eso no sucede y un maldito canalla se le va encima. Los miserables que redactaron la ley van a mover un dedo para ayudarle a esa pobre víctima de sus leguleyadas, gastarán de sus bolsillos medio centavo para cubrir los gastos médicos de ese pobre hombre o mujer, saldrán ellos a capturarle al bruto que lo atropelló. Aunque como se dan las cosas en este país, a lo mejor, la víctima termine siendo culpable del “accidente”. Las cosas en la realidad son muy diferentes; son los peatones los que tristemente tienen que esperar a que los dueños de las calles tengan la bondad de detener sus “bólidos”. Como si por un vulgar reglamentucho las cosas fueran a cambiar.

“Es prohibido circular o detenerse en la calzada de las vías abiertas al tránsito vehicular. Cruzar las avenidas y calles de los centros poblados, por sitios que no sean las intersecciones o zonas señaladas para el efecto.”
Si las calzadas van a estar abiertas al tráfico vehicular, entonces por dónde caminamos, pues, ¡chambones!

“En caso de infracción el transeúnte deberá entregar su cédula de identidad al policía. Si no la tiene a mano, el agente tiene la obligación de acompañar al infractor a adonde sea necesario para obtener la cédula y así poder entregar la boleta de infracción.”
Este es el artículo que más me molesta. En mi ciudad, mi ciudad nativa, suelo salir con mi cédula de identidad exclusivamente cuando tengo que usarla para algún trámite en el que me exijan tal documento. Sin embargo, ahora, por obra y gracia de la revolución correana, cada vez que tenga que salir a comprar una coca cola donde la vecina, deberé primero cerciorarme que tengo la dichosa cédula a mano. ¿Qué sucede si no cuentas con la cédula en ese momento? Pues, sorpréndete, no es que “te acompañan a donde sea necesario”, ¡te llevan en cana!, hasta que puedas presentar aquel documento. Imagínense ahora la policía que a cada momento nos dice que no cuenta con el personal y los recursos suficientes para enfrentar la violencia de la delincuencia contumaz, deberá perder el tiempo “acompañando” o metiendo en chirola al pobre ciudadano que olvidó salir con su cédula en su propia ciudad, en su propio país. ¡Qué tal! Solo en Ecuador y talvez en Cuba.
Pero es que adicionalmente, los muy malnacidos se atreven a multarnos; insisto, disque para “precautelar nuestra integridad física”. ¡Qué poca madre de estos hijos……!

No estoy en contra de que se legisle a efectos de crear conciencia, orden y respeto en los peatones, pero no es atacándolos furibundamente como si fueran delincuentes que se va a lograr aquello.
Los peatones no salen a la calle a atropellar a los vehículos. Los peatones no tienen una armadura tipo Ironman que los proteja de los impactos contra un objeto contundente que se mueve a gran velocidad. En un “choque” entre un vehículo y una persona, siempre pierde el peatón. Antes de sancionar a los sectores vulnerables primero debió iniciarse un proceso efectivo para culturizar a los conductores, haciéndoles notar que ellos también en algún momento serán peatones y se beneficiarán del respeto a las normas que regulen el tráfico en general; seguido de severas sanciones a los conductores agresivos e irresponsables que abundan en las carreteras de este país.
Pero, qué podemos esperar los ecuatorianos y más específicamente los peatones, acaso no somos gobernados por los “inteligentes, honrados y eficientes” seguidores del socialismo del siglo XXI.
¡Qué bárbaro!, viejo, ¡qué bárbaro!

domingo, 7 de junio de 2009

La partidocracia es la misma bosta en toda América Latina.

Hace un par de días me encontré con el titular de una información en la web, que más o menos decía: Ministra uruguaya dimite debido a su lenguaje soez.
Me llamó la atención el titular, de manera que opté por revisar la totalidad de la noticia. Se mencionaba que la veterana señora, alguien de nombre Daisy Tourné, durante una reunión con jóvenes socialistas uruguayos había incurrido en una serie de epítetos bastante chabacanos contra Raimundo y todo el mundo.
Conocedor que la prensa “derechista” muchas veces sobredimensiona las conductas desafortunadas de los “honestos izquierdistas”, y viceversa, la prensa “izquierdista” ofrece información parcial acerca de los “honrados derechistas”, decidí indagar de fuente original que mismo había dicho la renunciada seguidora de Tabaré Vásquez. Dónde más, sino, en Youtube.
Alguien, inteligentemente, mencionó que América Latina, toda, estaba jodidamente enferma con el mismo virus político social. La misma partidocracia podrida responsable de la desgracia de Ecuador, en esencia corrompida, se la ve en Argentina, Venezuela, Colombia, Bolivia, y lamentablemente gracias a Doña Daisy y sus hermanos primos y abuelos politicastros, “izquierdistas o derechistas”, también en Uruguay.
Quizá fue la presión de la opinión pública uruguaya o el cansancio de Tabaré Vásquez, lo que motivó la “renuncia” de la “totta” Tourné. Eso lo saben en el Uruguay, solamente los socialistas actualmente en el poder.
Fácil confundir a la gorda uruguaya con nuestra “Mama Lucha” Amores; un poquito diferentes en el rostro, pero en lo demás tal para cual.
En cualquier caso debo reconocer que las chambonadas de la gorda me hicieron reír, aunque estoy seguro que para nada se rieron los uruguayos que tuvieron que sufrirla todo el tiempo de su desafortunado paso por aquel ministerio. Sin duda, muchos charrúas también se reirían si conocieran las payasadas grotescas de los distinguidos seguidores del socialismo correano del siglo XXI, bufonadas groseras que a muchos ecuatorianos no producen ninguna gracia.
En fin, miren ustedes la locuacidad socialista de esta distinguida dama, comparen y saquen sus propias conclusiones.

jueves, 4 de junio de 2009

La Declaración de Independencia de los EE.UU., un glorioso grito de Libertad.


La Declaración de Independencia de los EE.UU., es sin duda una sublime apología en favor de las Libertades y Derechos de los Pueblos y más específicamente de los ciudadanos. La admiro. A mi entender es una obra maestra en cuanto a proclamar los derechos y garantías de los hombres y mujeres. No voy a comentarla, es suficientemente expresiva; solo me limitaré a señalar aquellas partes que considero fundamentales:

" La Declaración de Independencia de los EE.UU.
4 de julio de 1776
Cuando en el curso de los acontecimientos humanos se hace necesario para un pueblo disolver los vínculos políticos que lo han ligado a otro y tomar entre las naciones de la tierra el puesto separado e igual a que las leyes de la naturaleza y el Dios de esa naturaleza le dan derecho, un justo respeto al juicio de la humanidad exige que declare las causas que lo impulsan a la separación. Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad. La prudencia, claro está, aconsejará que no se cambie por motivos leves y transitorios gobiernos de antiguo establecidos; y, en efecto, toda la experiencia ha demostrado que la humanidad está más dispuesta a padecer, mientras los males sean tolerables, que a hacerse justicia aboliendo las formas a que está acostumbrada. Pero cuando una larga serie de abusos y usurpaciones, dirigida invariablemente al mismo objetivo, demuestra el designio de someter al pueblo a un despotismo absoluto, es su derecho, es su deber, derrocar ese gobierno y establecer nuevos resguardos para su futura seguridad. Tal ha sido el paciente sufrimiento de estas colonias;………………………………”

lunes, 1 de junio de 2009

¿Y dónde quedó La Reforma Política?

Sin duda, algunos ecuatorianos debemos habernos sentido felizmente emocionados al contemplar las imágenes de aquellos tres delincuentes politiqueros, Abdala Bucaram, Jamil Mahauad, Y Lucio Gutiérrez, huyendo desaforadamente con sus respectivos testaferros y secuaces, perseguidos por una multitud ansiosa de hacerles pagar todos sus latrocinios y crímenes.

Al ritmo de “¡qué se vayan todos!”, la enorme mayoría de ecuatorianos, nativos y residentes en Quito, arrojaron en tres gloriosas ocasiones a los pillos que gracias a un sistema electoralmente injusto y mafioso se habían colado en la Presidencia de la República.

Muchos quienes hubiésemos querido estar ahí, participando en aquellas manifestaciones, Verdaderas Manifestaciones de Civismo, pues que más Cívico puede ser el acto de un pueblo indignado echando a una jorga de delincuentes del poder público; pensamos inocentemente que la sociedad ecuatoriana había madurado por fin. Creímos que la posibilidad de crear un verdadero País, donde la sensatez, la honradez y la justicia sean una constante, era una potencial y honrosa realidad a futuro. Entusiasmados por el ejemplo de un grupo generoso de quiteños y ecuatorianos, imaginamos un País libre de la influencia malsana de tanto politicastro hijo de mala madre. Pensamos ingenuamente que en un mañana muy cercano tendríamos a ciudadanos honrados y capaces dirigiendo al Estado. En fin, divagábamos felices ante la perspectiva de crear una Democracia, en la acepción honrosa de aquella expresión.

Pero, la realidad ha demostrado que nuestros cándidos sueños no pasaban de ser meras fantasías únicamente posibles en “La Tierra del Nunca Jamás”.

La Partidocracia sucia y engañosa astutamente, al notar que estábamos cansados de la misma jorga mafiosa populista y curuchupa, nos envío a una piara de bastardos disfrazados de disque intelectuales y redentores apolíticos. La corrupción degenerada de los miasmas socialcristianos, demócratacristianos, roldocistas, socialdemócratas, curuchupas, etc.…; sirvió para esconder las notorias conductas arribistas, maquiavélicas, oportunistas y ambiciosas de los nuevos retoños de la prostituta partidocracia.

Y así, nuevamente el sistema mafioso y dictatorial, volvió a gobernar este País; ciertamente con rostros diferentes, con las hipócritas caras de la nueva generación de politiqueros y patrioteros; iguales en apetitos a sus corrompidos padres y abuelos; pero muchísimo más experimentados y atrevidos en recurrir a las ruines estratagemas de la mentira, el engaño y el crimen público; pues contaban con los antecedentes e influjos deshonrosos de sus envilecidos ancestros.

Finalmente, la posibilidad de una Reforma Política ha quedado como un triste sueño inalcanzable. Reflexionar sobre aquella quimera trae más depresiones que ilusiones. Quizá estamos equivocados cuando pensamos que los pueblos merecen vivir bajo un sistema realmente democrático; talvez los vicios de la estupidez, envidia, mezquindad, servilismo y crimen, encarnados en sociedades amantes de la vara infame del Tirano que los esclaviza sean correspondientes con las crueles e inmorales dictaduras que predominan en aquellas fincas o haciendas mal llamadas países. Quizá la Democracia sea un sistema exclusivo, único de seres humanos que veneran y aman la Libertad, la Verdad y la Justicia.