sábado, 28 de febrero de 2009

¡Chauvinismo o Muerte!




Considerando las particularidades pintorescas que se desarrollan últimamente en el País de las Manuelas, así como la serie de trastornos y aberraciones morales que se presentan a diario de una manera poco menos que redundante, en donde por ejemplo, los antibióticos sociales, la gran mayoría de ellos placebos inútiles, ciertamente, han terminado en el banco de los acusados, mientras los virus patógenos son ensalzados y elevados a la categoría de héroes epónimos; resulta necesarísimo redefinir ciertos términos que debido al cinismo de los susodichos patriotas amantes de la espada fálica de Bolívar, han terminado degenerando en significados nada elegantes, pero, indudablemente, muy expresivos de las condiciones de los “sacrificados” devotos de turno en el Poder.

Chauvinismo ecuatoriano: Doctrina nacionalista afectada caracterizada por un apego desenfrenado a mentir, engañar, encubrir y justificar cualquier acto inmoral que convenga a los intereses protervos de los autoetiquetados revolucionarios del socialismo bolchevique del siglo XXI.

Chauvinista: Politicastro desenfrenado, seguidor inconmensurable del Chauvinismo ecuatoriano, fácilmente identificable por la manera descarada con que se ufana de sus vínculos comerciales y amistosos con narcotraficantes, secuestradores y criminales. Delincuente desfachatado que se disfraza como defensor de los derechos humanos, para proteger a los seguidores del chauvinismo ecuatoriano y a sus amigos o socios de negocios.

martes, 17 de febrero de 2009

Por fin una respuesta justa contra el maltrato y violación, infantiles, en una escuela de Quito.

Que satisfactorio resulta mirar que, por fin, algunos padres de familia entienden la necesidad de intervenir activa y justicieramente en la el cuidado y protección de sus hijos. Este es el caso de los padres de familia de los niños de la Escuela Alejandro Cárdenas.

Casos de violación y maltrato contra niños y adolescentes por parte de los mal llamados maestros, son demasiados comunes en la sociedad ecuatoriana. Funestamente, la gran mayoría termina quedando en la impunidad, principalmente por el asqueroso sistema de alcahuetería o “espíritu de cuerpo” de los maistritos y las corruptas autoridades del Ministerio de Educación.

Pero esta vez, en el caso de la escuela en cuestión el asunto parece, irá más allá, de donde a los corruptos miembros de la clase dominada por el MPD les gustaría. ¡Qué conformidad observar como la vieja alcahueta de la Directora, cómplice de la violencia recibía de parte de una madre indignada un buen sacudón! ¡Qué sentimiento tan agradable, éste, de contemplar que todavía existe gente que reacciona contra la estupidez maliciosa con la vehemencia debida!

La violencia en las escuelas, colegios y universidades, no es un asunto nuevo. Se ha dado en el pasado con infame brutalidad, se da en el presente de manera cobarde y seguramente se seguirá presentando, salvo que, principalmente, los padres de familia empiecen a actuar con la firmeza y justicia efectiva en contra de los violadores y cobardes maltratadores.

Como olvidar a la vieja panzona que solía agredirnos, a niños de 6 o 7 años, descargando brutalmente la regla con filo metálico sobre nuestros inocentes dedos o halarnos redundantemente de nuestras acongojadas orejas hasta convertirlas en lastimeras extensiones escarlatas. Que decir del borracho pigmeo que llegaba los lunes oliendo a licor Norteño, del más barato y nauseabundo.

Vagamente recuerdo al director de la Escuela de Contabilidad de la Facultad de C.C. Administrativas de la Universidad Central de hace algunos años, un miserable excremento parlante, de apellido Silva, me parece. Basura que manejaba la Escuela a su licencioso antojo, siempre con la venia de la mamarrachada de Decano y las sanguijuelas del MPD, parásitos de su misma ralea. Delincuentes como el mencionado, abundaban y abundan en la “alma mater” solazándose maltratando a los estudiantes de sus respectivas facultades con absoluta impunidad. Sorpresivamente, que digo sorpresivamente, naturalmente, ahí, no había, ni hay FEUE, ni tampoco FESE que defendiese o defienda los derechos de los estudiantes.

Ciertamente, debo mencionar que salvo las excepciones honestamente rescatables de, uno o dos profesores en el colegio, y dos o tres, quizá cuatro, en la universidad, los demás no pasaban, y pasan, de valer menos que popo de gallina.

Felicito la actuación valiente y honrada de los padres de familia de la Escuela A. Cárdenas. Espero que su ejemplo sea conscientemente seguido por quienes tienen la responsabilidad de velar por la protección y el bienestar de sus hijos. Si los padres no asumen sus responsabilidades para con sus hijos, nadie lo hará por ellos.

martes, 10 de febrero de 2009

Sobre el Acuerdo Ministerial que reglamenta la tenencia de Perros.



Respecto del Acuerdo ministerial relativo a la reglamentación de la tenencia de perros, considero necesario señalar lo siguiente:

1.- Resultaba necesario establecer una ley, un reglamento, o una normativa que protegiera a los animales en general, y estableciese responsabilidades para quienes asumieran la tenencia de cualquier animal doméstico.

2.- Muchas de las disposiciones son ciertamente aceptables y otras tolerables, pero algunas ciertamente, crearán muchísimos problemas serios contra los animales y más específicamente los perros.

3.- Se nota claramente la influencia de los veterinarios en el contenido y redacción del reglamento. Pero no de aquellos veterinarios, pequeño número por cierto, que entienden y valoran el concepto de la vida y respeto de los animales; sino de esos mercaderes titulados a los que únicamente les importa el dinero. Por ejemplo:
a.- Se dice que los animales deberán tener un chip de identificación, lo cual implica necesariamente una intervención quirúrgica y un costo económico, realizada natural y exclusivamente por un veterinario. Aquello significará un ingreso garantizado para el veterinario.
b.- Se menciona como medida para reducir el número de ejemplares, la opción del sacrificio; realizada exclusivamente por un veterinario, lo que nuevamente significa un ingreso para tal profesional.

4.- Art. 3 inc. J : “cuidar que los perros, no causen molestias a los vecinos de la zona donde habitan, debido a ruidos ……….”
Me pregunto: ¿es natural o no que los perros ladren? Considerando la existencia de gente plagada de complejos, seguramente las denuncias por los ladrinos, “ruidos”, emitidos por los perros no se harán esperar.

5.- El reglamento habla de prohibiciones, pero no de castigos contra quienes maltraten a los animales, salvo la requisición, que en si, no es una sanción contra el infractor.

6.- Las entidades encargadas de realizar el control animal, son las mismas que en el pasado, eliminaban indolente e infamemente a los perros a través de alternativas ruines y crueles.

7.- La burocracia corrupta de los municipios será, entre otros organismos estales, la encargada de decidir el futuro de a los animales recuperados, capturados o abandonados. Sacrificio o vida. Existen una serie de requisitos para la práctica de la “eutanasia”, pero estamos hablando de la burocracia pública; esa realidad garantiza que lo escrito en el papel no necesariamente se cumplirá.

8.- Se incluye el collar de ahogo, como una alternativa válida para controlar o dominar al animal. El propio nombre descalifica esa herramienta : Ahogo.

9.- Considerando la corrupción que predomina en las comisarías, la contingencia de que un animal sea injustamente requisado es una posible futura realidad. Es decir, si una amargado denuncia que el perro del vecino, no le deja dormir debido a sus ladridos, “ruidos”, tranquilamente el comedido del comisario puede llevarse el perro.

10.- Se sataniza a determinadas razas de perros que han sido víctimas de la maldad humana. Es decir a las victimas se las castiga, cuando lo lógico sería sancionar severamente a quienes por omisión o conscientemente, no asumieron la responsabilidad de cuidar y proteger a sus animales. Hoy son los pitbull y rothweiller, mañana, quién sabe. No sería de sorprenderse que alguna vieja santurrona se sienta insegura, si ve por ahí un chihuahua o un doberman pincher.

11.- El proceso de culturización y sensibilización de la sociedad debió ser paulatino. ¿Dónde están los albegues para recibir a los animales abandonados? ¿Dónde están los recursos para enfrentar los costos del mantenimiento de los animales? ¿Quién garantizará y vigilará que los animales no sean objeto de violencia e indolencia de parte de la burocracia pública?

12.- Las nuevas normas significan costos para los propietarios, muchos de los cuales, dada la indolencia con que tratan a sus animales, no estarán dispuestos a asumir tales. Algunos quizá, para evitarse “el problema” simplemente los echen a la calle, lo que incrementará el problema de los animales en la vía pública.

13.- Nada se dice del maltrato que reciben los animales en el proceso de entrenamiento, sumisión y domesticación, en donde practicamente se les convierte en payasos o juguetes.

14.- De ponerse en práctica el actual reglamento, luego de los 180 días de plazo, un gran porcentaje de animales deberá ser automáticamente incautado. Pero, sería físicamente imposible cumplir con las exigencias de cuidado y protección digna, que menciona el mismo reglamento. Esto solamente demuestra la torpeza, irresponsabilidad y falta de criterio de quienes participaron en la redacción del presente mamotreto. El reglamento es perfectible dirán, los muy patriotas, para justificar sus “omisiones y consideraciones ignaras”.

15 .- Es lamentable que fundaciones que se auto proclaman defensoras de los derechos de los animales, y que promocionan el referido reglamento como si fuera la solución a todos los males, no hayan considerado los anteriores factores que ciertamente crearán nuevos problemas a los ya existentes, en contra de los animales.

Estas algunas de las perlas que a vuelo de águila, visualicé respecto del famoso reglamento expedido por la chinita, la burocracia, los veterinarios y un grupo de supuestos defensores de los animales.

jueves, 5 de febrero de 2009

Ibarra, ciudad bajo sitio.

Seguramente indignado, o quizá cansado de tolerar tanta picardía ofensiva, el majestuoso volcán Imbabura, decidió permanecer oculto por un velo blanquecino, durante toda la mañana y tarde de ayer. Como no entenderlo y justificarlo. Qué persona decente no podría sino, solidarizarse con el gigantesco y sublime monumento natural. Cómo no rechazar la infame manipulación de la que es objeto la juventud ecuatoriana. Por qué no repudiar a las mafias socialistas y comunistoides enquistadas como viles parásitos en el sistema educativo nacional. Lógico y honrado castigar con el más evidente desdén, los deseos protervos de los pipones y demás delincuentes “académicos” adueñados de lo ajeno, y su lucha por seguir beneficiándose del robo de los recursos públicos y su nefanda impunidad. Honesto simpatizar con el agradable anciano de poncho intensamente verde.






Pues, sí, ayer, mientras caminaba por la ciudad, más específicamente, por uno de los parques centrales de Ibarra, noté que una muchedumbre, principalmente de jóvenes, entre los 18 y 30 años, muchos de ellos sentados en la calle, reían festivamente, disfrutando de aquella manifestación de sedición forzada.
A medida que me acercaba al grueso de la aglomeración pude notar que la mayoría de los chicos, estaban uniformados con una camiseta blanca en la que aparecía grabada la insignia de la UTN, Universidad Técnica del Norte y una gorra roja, muy parecida a las que usan los seguidores de la hoz y el martillo. ¿Coincidencia? Lo dudo.
Más allá, otro grupo no muy numeroso pero, muy agresivo coreaba insultos a favor de la autonomía financiera de las universidades y en contra de la Ministra de Economía. Sospechosamente, se abstenían de mencionar en sus griteríos injuriosos al Comandante Rrrrafa.
Sin prestar mayor atención, pues, se trataba de uno más de los cansinos y vulgares espectáculos de aquella Universidad en manos del MPD y de los serviles seguidores del “Pichi” Antonio Posso (Po$$o, así lo identifican quienes lo conocen), dueño auto proclamado de dicha universidad, me dirigí a mi casa.
Oh sorpresa, cuando cruzaba una de las más transitadas avenidas de la ciudad, observé que el tránsito era desviado por la policía. Un grupo de individuos habían encendido algunas llantas en lugares estratégicos de la vía impidiendo el normal tráfico, mientras algunos vehículos y camiones propiedad del “Pichi”, en realidad de la UTN, pero, en términos generales, da lo mismo, obstaculizaban de cabo a rabo el otro extremo de la susodicha avenida.







La razón principal del “amotinamiento” tenía que ver con el intento de Correa de exigir cuentas a los virtuales dueños de las universidades estales, los patriotas del MPD, los socialistas y comunistas de oropel.
El caso de la Universidad “Pichi” del Norte es un caso típico del manoseo del que son objeto los centros superiores del Estado y sus estudiantes. Jóvenes que son obligados a marchar uniformemente so pena de posteriores sanciones. Chicos que son manipulados y atemorizados por las hordas de delincuentes y mafias familiares apropiadas literalmente de todo el patrimonio universitario. Un canal de televisión en el que diariamente el “Pichi” Posso, suegro del “Pichi” Castro, ex Fiscal General en la Dictadura populista de Bucaram, vocifera su diatriba a favor de Correa y en contra del neo liberalismo, discurso gracias al cual vive en la opulencia pirata. Piponasgo. Tráfico de influencias. Caja de chica para satisfacer los vicios de los seudo comunistas. Etc.… Para eso sirve la tan parloteada Autonomía.
Quizá la decisión del Rrrafa, sea meramente electorera. Marcar distancias públicamente, de sus grupos de choque, con los que ha gobernado todo este tiempo. Su intensión, quizá, jactarse de protector de los dineros públicos, los mismos que despilfarra en sus sucias campañas publicitarias.
No me sorprendería que todo esto, no sea más una nueva farsa de los nuevos dueños del País. En cualquier caso: mi respeto y solidaridad con el veterano honorable, que silencioso desprecia las innumerables infamias que los advenedizos y oportunistas cometen con arbitrariedad en aquella población que hacía mucho tiempo atrás, dejó de ser la tan reputada y maculada Ciudad Blanca.