lunes, 5 de enero de 2009
El Telégrafo, la voz oficial del Tirano.
Hoy en la mañana que me disponía a desayunar, mientras ojeaba unos periódicos de días anteriores me encontré con una sección del Telégrafo, llamada Portafolio Gráfico, del Domingo, 7 de diciembre del 2008. Cabe mencionar que unas cuantas semanas atrás, otra sección, la principal, quizá compañera de la que hago referencia, cayó en mis manos.
De principio a fin noté una clara parcialización de la información a favor del Gobierno de Rafael Correa y su corte de monosabios. Ni qué decir de los editoriales, suerte de discurso socialista mediocre en la mayoría de los casos. Más que nada por joder, lo reconozco, aunque razones no faltaban, decidí escribir a un italiano, creo, de apellido Cervino, y a una mujer de sonrisa guasona, cuyo nombre no recuerdo.
El uno, mencionaba una disque rebelión de los estudiantes italianos en contra del fascista Berlusconi y reprochaba a los sindicalistas por no estar a la altura de las huestes juveniles. A modo de crítica le mencioné que lo felicitaría si hubiese tenido la prudencia de criticar la manipulación de que es objeto la juventud ecuatoriana por esa mafia de delincuentes llamada MPD.
L a otra, que enseguida me hizo especular, por la sonrisa desencajada que presentaba, sufría de correísmo crónico, enfermedad social que por otro lado explicaba las razones por las cuales una persona de sus cualidades cumplía las funciones de amanuense en la gaceta oficial del Gobierno, “volaba” cual gentil mariposa en medio de las excentricidades mediocres de sus escribidores desvaríos . La señora en lugar de comentar temas de trascendencia nacional, como por ejemplo la inflación, la corrupción, o la manipulación descarada que diariamente sufría el pueblo, intentaba puerilmente hacer creer a los lectores que en mala hora, producto del azar fatal habían caído en sus redes mal tejidas, que se trataba de una poetisa, tropezando gratuitamente en sus remiendos y dislates mentales expresados en aquel espacio malgastado que bien podría, insisto, haber servido para censurar al Tirano y sus cuarenta incondicionales.
Naturalmente, como no había de esperarse, no recibí respuesta alguna a mis reclamos y comentarios “infundados”. Silencio que interpreté como una confirmación a mis palabras.
Pero volvamos al asunto de: Portafolio Gráfico. Así como las portadas de las secciones deportivas de los diarios aparecen atiborradas por las fotos de los diferentes jugadores en la víspera de algún partido de fútbol, así también aparecían varias fotos, pero no, no eran, ni “rin tin tin” Delgado y tampoco el “trompudo” Ambrossi. No, no eran. Las fotos de varios supuestos mineros llenaban la portada de aquella sección del Telégrafo, junto con la siguiente leyenda interesada: En las entrañas de la Tierra. A los mineros, padres del nervio y de la carne, del hueso y la sangre, del pueblo de Portovelo. En las dos páginas siguientes fotos explícitas presentaban las tareas diarias del minero, entre otras: empujar el carrito con material, la succión del agua, y otras labores propias de los duros de la minería.
Sin embargo, adicionalmente, aparecían otras imágenes que sin ser propiamente mineras estaban directamente vinculadas con la actividad, por ejemplo: ora la esposa o conviviente del minero llevándole los alimentos, ora un grupo de chicos y chicas de variopinta edad empinando el codo y echando duro al guarache, ora la nueva chica del prostíbulo que serviría de entretenimiento y desfogue sexual a los duros y machos mineros. Y es que con la minería, con el duro trabajo, también llegaba el trago y las cantinas, los proxenetas y los prostíbulos, la delincuencia y la violencia, la depredación brutal y la destrucción del ambiente natural.
Lo anterior es básico para entender, aceptar y justificar los motivos de la lucha valiente de las mujeres y hombres de las comunidades donde se quiere explotar los recursos del suelo, así como la posición honesta de las personas que han hecho de la protección de los ecosistemas su causa principal. Y que conste que me refiero a aquellas personas que defienden la naturaleza por principios y conscientemente, mas no a aquellos miserables politiqueros que lo hacen por intereses específicamente cochinos.
No es difícil vincular la campaña a favor de la minería realizada por la gacetilla oficial de la dictadura mojigata, “El Telégrafo”, con el interés exasperado del Tirano y sus socios comerciales por aprobar la Ley Minera. El Ministerio de la Publicidad y Propaganda en la actual Dictadura no pierde el tiempo: falacias patrioteras, tergiversación, mentiras sublimadas, verdades encubiertas, realidades falseadas. No, no pierden el tiempo y no escatimaban en gastar recursos. “Hay que repetir infinito número de veces hasta que la mentira termine volviéndose verdad.” Así lo exigen los intereses del Tirano y su cohorte de criados y villanos. Una página más allá los gacetilleros clamaban las “generosas” obras que supuestamente el gobierno realizaba en materia de regadío y que ciertamente, salvo los serviles seguidores del Amado Líder, nadie más puede afirmar su veracidad, pero, ¿porque no creerles al Gran Falaz y sus lacayos? Después de todo, es el Amado Líder, él, solo él y nadie más que él, lo sabe todo. Más allá una apología a la censura a la Libertad de Expresión. Perorata en la que sobre la base de censurar programas televisivos basura, se justificaba la instauración de un sistema dirigido a reprimir el derecho de los ciudadanos a expresarnos libremente y a exceder a cualquier tipo de información. Me pregunto, si existe verdadero deseo de librarnos de tanta basura televisiva: ¿por qué se tolera entonces la manipulación y el despilfarro de recursos de las campaña publicitarias con las que el Tirano lava el cerebro de los ecuatorianos?
No cabe duda que el control de los medios de comunicación es una necesidad ineludible para los tiranos y dictadores, si es que desean concretar sus infames conspiraciones. Hasta el momento el Tirano se ha estado saliendo con la suya, pero como dicen por ahí, más rápido cae el mentiroso que el ladrón y más rápido todavía el mentiroso y ladrón.
De manera que criados aventajados del Telégrafo sigan mintiendo, disfrazando y engañando. Disfruten ahora que pueden, sin embargo, a pesar de todo lo que digan los manuales del engaño y la lobotomía social, recuerden: Tarde o Temprano la Verdad termina por Prevalecer.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Realmente las diatribas de la gacetilla panfletaria del oficialismo me provocarían hilaridad si no fuera porque se trata de un medio deficitario (pierde dinero con cada edición) que nos cuesta a todos y cada uno de los Ecuatorianos. El Contenido gráfico de rancio costumbrismo que acompaña a la zafiedad de los textos se maneja acorde a un cuaderno de estilo rayano a la glorificación de lo marginal, la explotación del componente lacrimógeno de la miseria, el encuadre artificioso de la realidad que les combiene mostrar y el repulsivo abuso del culto al líder.
Las firmas "ancla" son auténticos francotiradores de estercolero, siempre serviles con el ventilador engrasadito y a punto para esparcir su veneno contra cualquier sombra de discordancia con el discurso monocorde del buró. Lamentablemente, el remedo de prosa estilística resulta tan indigerible, como infames los contenidos. Lo único meritorio es la web, atractiva y funcional, al contrario que la versión hard copy que a duras penas alcanza en momentos de apuro digestivo.
Como siempre tus opiniones creativas e inteligentes son bienvenidas Juan.
Comparto tu opinión acerca de las bondades de la relativa libertad que predomina en la Web.
Respecto del riesgo de usar papel higiénico "El Telégrafo", no creo que sea recomendable, por el riesgo de pescar un zarpullido del mil flautas.
Gracias por tu participación.
Después se te mancha la nalga con tinta jajaj
A mí personalmente me gusta leer ese diario aveces. Así como leo El Universo, sabiendo que la mayoría del tiempo también miente. La diferencia como dice Juan Montalvo es que el Telégrafo nos cuesta a todos.
Con respecto al tema minero, se nota que son caraduras!!
Yitux, tienes razón, sería un problema tener que borrar los comics editoriales de los cachetes posteriores.
Gracias por intervenir con tus opiniones.
Yo incluso dudo que se puedan madurar ahuacates con esa basura de diario, no lo compro ni por equivocación, jamás lo enlazo ni me refiero a este. Lo mismo con la radio y televisión públicas, no se ni en que canal o frecuencia se sintonizan ni me interesa.
Publicar un comentario