viernes, 1 de mayo de 2009

¡Viva Papá Aucas, carajo!


Apenas recuerdo aquella vez que asistí al Olímpico Atahualpa. Debo haber tenido seis o siete años, no más; en ese entonces, en Aucas jugaba Walter Maesso, un uruguayo de barba que actuaba de arquero; en la defensa estaban Jaime Herrería y Andrés Nazareno, mientras en la delantera jugaba un paraguayo de nombre Céspedes. No recuerdo exactamente pero, me parece que jugaban contra el Deportivo Quito, rememorando una vez el más “el Clásico del Pueblo”. No recuerdo el resultado final, pero, una imagen que no se me ha perdido en el olvido, es la de Gerardo Pelusso, defensa del Quito, en ese entonces, tenía una pinta de náufrago, completamente barbudo, muy diferente a la imagen que se carga actualmente en su función de entrenador. Lo encontré saliendo del estadio. Desde mi percepción de un niño de seis años, parecía un gigante.
No soy hincha de Aucas, aunque reconozco tener cierta simpatía por el equipo ex petrolero.
“Superclásico”, “Clásico del Pueblo”, verdaderos encuentros deportivamente encarnizados; fueron en su momento toda una institución en el futbol principalmente pichinchano; aunque, sobre todo en Ibarra, por los “afros” del Chota y algunos jugadores nativos de la otrora “ciudad blanca” que siempre engrosaban las filas de los clubes quiteños, muchos aficionados e hinchas ibarreños vivían atentos a los resultados de aquellos clásicos quiteños que ciertamente trascendían más allá de la Capital. Todos vinculados con el Aucas, con el ¡Papá Aucas! Porque Aucas era pueblo; porque Aucas es pueblo, sufrido, golpeado, maltratado, ingenuo, chupador de trago barato, bueno, los menos agraciados económicamente; pero también, esforzado y peleador hasta las últimas, típico pueblo, propiamente pueblo ecuatoriano. Porque los hamburguesitos de la Liga, siempre acomplejados, sabían perfectamente que en hinchada eran segundones, por lo menos en esas épocas; porque los taxistas y los chorizos del Quito, se sentían menospreciados por la enorme popularidad del Aucas.
Luego de casi veinte años de ostracismo voluntario, en 1998, me parece, invitado por un hermano, asistí a Chillogallo, para mirar el “Superclásico” Aucas - Liga. Francamente no recuerdo quienes jugaban en ese momento en Aucas; que irónico, me acuerdo de algunos jugadores de la década de los 80, pero no de los troncos de 1998, quizá se deba a que el Aucas en aquellas lejanas épocas, daba lucha, aunque como siempre, solo quedaba en el esfuerzo. Pero sí recuerdo a algunos jugadores de Liga, por ejemplo estaban los colombianos “gato” Pérez y Escobar, también el argentino Maggiolo; éste último fue quien finalmente hizo el gol del triunfo.
Como olvidar la sangre pesada de los cagatintas y plásticos de la Liga intentando vacilar a la hinchada auquista, jactándose de su triunfo con las típicas burlas zoquetes. Y sin embargo, para nada se hicieron esperar las reprimendas verbales, fuertes y populacheras, de la hinchada brava, que replicaba ante las ofensivas burlas de los albos lagartijos.
Cabreado por la derrota del equipo áureo escarlata, sobre todo ante los remilgados de la Liga, y reflexionando mientras me retiraba, llegué a la conclusión de que el problema no radicaba en los jugadores, cuerpo técnico, y menos todavía, en la hinchada siempre fiel a pesar de los malos resultados, de los pésimos resultados. No, el problema residía en la dirigencia del equipo. Mientras en otros clubes, los dirigentes llevaban recursos, invertían en sus respectivos equipos; en Aucas, los directivos, que digo directivos, los “muertos de hambre”, entraban solamente a ver que podían rapiñar y hurtar.
Es lamentable ver como en ocasiones los directores técnicos y los jugadores son víctimas de las tramas mezquinas de parte de los directivos de los clubes. Especialmente los jugadores, que a pesar de su importancia trascendental en la naturaleza y desarrollo del juego, terminan siendo simples mercancías que se desechan con relativa facilidad dependiendo de los intereses económicos y los trastornos emocionales de los casi todopoderosos dirigentes.
Hace algunos días miraba por televisión, a Ramiro Montenegro, pretender, con una carencia absoluta de ética, renunciar al técnico de Aucas, Etcheverry, e imponer a aquel colombiano, entre cuyas pobres características se halla un desaforado arribismo, un tipo de apellido Osma. Frente a la respuesta de los hinchas y jugadores, Montenegro, con una irresponsabilidad descarada, luego de refunfuñar como guagua de jardín, declaraba, que dejaba vacante la presidencia, al típico estilo de las ratas que abandonan el barco cuando este aparenta hundirse; simplemente, porque no le dejan hacer lo que le daba la regalada gana. Y pensar que el tipo es neurólogo; como que a uno se le eriza la piel, ¿verdad?
Finalmente el Diablo se fue y Montenegro se salió con la suya e impuso a Osma.
Lo que de alguna manera muestra el nivel de abandono de aquel equipo y la ausencia de mecenas que sumen y para nada resten, es precisamente que Montenegro, es uno de los dirigentes menos malos del equipo Indio; ya se podrán imaginar como serán los peores.
Pobre Aucas, pobre hinchada. No sé pero, lo que le pasa al equipo Indio, es algo similar a lo que sucede con este Ecuador. Un equipo muy popular, con muchísimas fortalezas sin explotar, con una gran hinchada, pero, desgraciadamente, en manos de un montón de miserables, expertos para todo, menos para lo bueno.
Ojalá, ojalá, algún dirigente racional aparezca por ahí, y asuma el reto de levantar al equipo que en algún momento histórico, fue el más popular de Quito. La hinchada se lo merece, sobre todo esos veteranos que nunca se pierden un solo cotejo de su querido y añorado: ¡Papá Aucas!

3 comentarios:

nelsonesteban76 dijo...

Auquitas!!!!

Algo me acuerdo del Aucas de antaño, del que si me acuerdo es del jugadorzazo del Herrería, “tanque” creo le decían, ja ja ja.
Una de las pocas hinchadas fieles que tiene Ecuador, sino pregunta a cualquier cojudo “hincha a muerte” de la Liga, el nombre de tres jugadores y no tienen ni idea, pero eso si, se mueren por la Liga.
Cagatintas de la Liga?? Son los mismos longos cojudos, pero vestidos de blanco.
Triste lo de Etcheverry, el “diablo” vino de buena gana y le metió corazón al Auquitas, pero Montenegro está cagando en falso al frente de Aucas, a quien lo de cada quien, pero es un buen médico, lo digo por experiencia cercana, pero como dirigente es una mierda, basta ver como ha hecho mierda a uno de los equipos más populares del Ecuador.
En fin, por el equipo y por la hinchada, esperemos Osma haya aprendido algo del “Bolillo” y lo aplique en el equipo oriental.

Viva el Auquitas!!!!

Saulo Ariel dijo...

"Cagatintas de la Liga?? Son los mismos longos cojudos, pero vestidos de blanco."


Jajajajajajaja....todavía no se les pasa el susto por haber ganado la copa.

Aucas. dijo...

Aucas tiene una gran hinchda más grande que la del Nacional, D. quito y Catolica juntos.

El relajo pasa por los dirigentes que son longos ladrones que van solo a ver que pueden ratear.

Aucas con una buena dirigencia y en lugares estelares tendría más hinchada que la misma Liga.