viernes, 25 de julio de 2008

La Partidocracia está más vigente que nunca.


Finalmente la reunión de la partidocracia constituyente culminó. Ya los delincuentes del curuchupismo socialista y los mendrugueros del falso comunismo impusieron su visión del “buen vivir “, a sus iguales del tragahostismo oligárquico y tradicional.

Mientras miraba por televisión al “insigne” patriota Paco Velasco heredero del nacionalismo latinoamericano al estilo del gran Libertador de las ansias prostituyentes de mil y una cortesanas libertinas, gritando escandalosamente a bocajarro, más o menos algo así: “…….en la noche los Isaías saqueaban a los países”. Y también las expresiones emocionadas del moderno Abdón Calderón, Normy Wray y su folklórica expresión: “………somos unos infiltrados de mierda”. Expresión, esta última, quizá la única verdad que se expresó en la cloaca de Montecristi. Conspiradores contra el bienestar de los ciudadanos, confabuladores contra los derechos y garantías individuales, infiltrados de a mierda, ciertamente. Mientras miraba, dije, el circo grotesco, y su jorga de payasos de disque diferente tendencia política, una sonrisa gratificante de desprecio se dibujó en mi rostro.

Pronto esa sensación le dio paso a un estado de reflexión y aceptación casi resignada. Solamente casi. Recordaba las palabras de más de uno de los patriotas del piponazgo socialista cuando hablaba de que la Partidocracia había sido finalmente derrotada.

Me pregunto ¿qué son El PSE, el PCMLE, el MPD, el APRE, el PRE, la Izquierda Democrática, el NeoVelasquismo? ¿Qué mérito les impide ser incluidos en aquella lista ignominiosa? ¿Desde cuando la corrupción de unos garantiza la inmoralidad de los otros? ¿Muchos de ellos acaso no se subieron en la tristemente célebre camioneta? ¿Se crearon por generación espontánea libres de mácula? ¿Cuándo aparecieron, de improviso, estos angelitos sin alas, para redimir a este maltrecho pueblo? ¿Estuvieron hibernando talvez a la espera de un pastor que los cobije y conduzca por los áridos pastos del socialismo del siglo XXI? ¿Dónde estaban mientras los Isaías, etc., saqueaban el país? ¿No será acaso que mientras la plutocracia se hartaba del gran pernil público, los gusanos del seudo comunismo se apegaban mojigatamente de la herida abierta raspando, carcomiendo cobardemente lo que las grandes fieras les consentían sanguinariamente raspar?

Hasta en la jerga vulgar, en esa perorata grosera alborotadora y demagógica, no se parecen, son exactamente iguales, los patriotas de “la derecha” y “la izquierda”.

¡Quién les enseño que el más patán y violentamente verbal es quien tiene la razón¡ ¿Talvez Bucaram, Velasco Ibarra o quizá Correa? ¿Desde cuando la buena oratoria, se limita al escándalo bochornoso y a los gestos nauseabundos?

La asamblea de patriotas, terminó resultando la misma mierda de los congresos y asambleas anteriores. Afirmación ésta, que es lógica. Si colocas en un salón a un montón de imbéciles buenos para nada, a una jorga delincuentes con agendas mafiosas e interesadamente privadas, nada bueno va a salir de aquella orgía infecta.

Para nada se acordaron los patriotas del seudo comunismo eliminar de raíz el terrorismo politiquero enquistado en el sistema educativo. ¡Cómo podían hacerlo si ellos son los principales beneficiarios de la enfermiza indigencia educativa! En ese ambiente podrido es que se reproducen y proliferan tanto ellos como sus sofismas infames.

La partidocracia no ha sido derrotada, es más fuerte que nunca. Los padrastros y las prostitutas patriotas que fundaron este País deben revolcarse lujuriosamente en sus sepulcros muertos, festejando jactanciosamente los nefandos éxitos de sus descendientes, propios y bastardos.

No recuerdo el nombre de aquel que pronunció las siguientes palabras: Último día del despotismo y primero de lo mismo. No sé si su origen y si la referencia es nacional, americana o mundial. Lo que sí sé, es que aquella máxima en el caso de nuestro país es sin duda, una verdad irrefutable.

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