lunes, 27 de abril de 2009

Domingo Justiciero.



Cómodamente acostado en la litera, miraba con atención, frente a mí, a Shreck, finalmente armándose de valor y declarando sus sentimientos afectivos para con la otrora esbelta y sensual Fiona, en aquel momento, convertida en una maciza y corpulenta Ogra. Momentos después la voz de Eddy Murphie en la gruesa y trompuda befa del noble corcel “Burro” sonaba a volumen moderado. Sin embargo de improviso, un pequeño llamado de atención silbó en mi conciencia. “No les des motivos a estos malnacidos”, “en un futuro puedes necesitar el dichoso papelucho”, “tienes una obligación contigo mismo, cúmplela”. A regañadientes le hice caso a mi conciencia, y me levanté; observé, el reloj que se encontraba encima de mi escritorio y, noté que eran casi las 4:30 de la tarde. Revisé si había algo interesante en la televisión y al comprobar que no había ninguna opción válida que justificara mi permanencia en la casa salí rumbo al edificio electoral.
A mi paso se abrían riachuelos de gente, era obvio que la mayoría ya había votado en horas de la mañana. Crucé el parque, vistosamente regado de hojas, mismas que debido al sol canicular de aquellos días habían terminado sofocándose cayendo grácilmente sobre la mayoría de los adoquines de variopintos colores.
Caminando tranquilamente, debo haberme demorado alrededor de quince minutos, finalmente llegué al colegio que fungía como recinto electoral. Ingrese al patio y empecé a buscar la junta donde debía dejar en claro mi opinión. Luego de realizar un breve análisis de donde podría estar la mesa donde debía sufragar, me encaminé al segundo piso. A lo largo de un extenso corredor se encontraban apretujados una serie de pupitres, ocupados por los miembros de las respectivas mesas electorales. Recorrí quizá unos seis metros y ahí estaba finalmente el lugar requerido. Me identifique e inmediatamente un muchacho me extendió las seis papeletas y me señaló un cartón viejo, a no menos de cuarenta centímetros del lugar donde nos encontrábamos, que servía como improvisada mesa y que se encontraba prácticamente adosada a los balaustres metálicos de aquel corredor.
*Dónde me siento*, le dije, al observar que la silla destartalada se encontraba ocupada por otra persona que en ese momento estaba votando; "ahí acomódese como pueda", me dijo señalando el cartón viejo, lo tomé con sentido del humor; recordé lo que fui a hacer, la sugestión de mi conciencia y entonces, le dije con dejo de ligero fastidio: *aquí no más*. Entonces, coloqué las papeletas en la tapa del pupitre donde el chico se encontraba y empecé a rasgar generosamente con el esferográfico que me habían proporcionado, todas y cada una de las columnas y rectángulos, además de los rostros mojigatos de los patrioteros dibujados en aquellos delgados papeles; ahí mismo frente a todos los miembros de la mesa. *Esta es la única opción válida y honrada para rechazar a la puerca partidocracia*, les dije, mientras blandía mi singular espada contra los rostros fatuos de aquellos politicastros. Como me mataba de la risa, interiormente, escuchando expresiones, como “veeesshhhhh”, expresiones ciertamente de inocente sorpresa en algunos, rostros de desencanto en otros, y alguno que otro de enojo y quién sabe, talvez de odio en algún criado de la partidocracia. Firmé, recibí la dichosa credencial y me retiré satisfecho de haber cumplido como ciudadano.
El resultado final me importaba un comino: era obvio que, triunfase quien triunfase, la Partidocracia purulenta había colocado a uno de sus bastardos nuevamente en el poder. Pero, los payasos y los dueños de este circo grotesco y siniestro, tampoco en estas elecciones habían podido conmigo. Una vez más mi voto había sido Justiciero. No importaba que las nuevas Mamas Luchas, continuaran tragando en el IESS; no importaba que el mudo Correa con sus patiños y chauvines siguieran haciendo de las suyas; la posibilidad real de que los delincuentes, serviles y testaferros de la partidocracia saturasen la nueva asamblea resultaba intrascendente; carecía de valor que Gustavo Larrea, continuara engordando gracias a los opíparos banquetes pagados con el dinero de nuestros impuestos. Qué carajos importaba que la torpe y servil chusma hubiera seguido confiando en los Gutiérrez, Noboa, Bucaram y Correa.
No, lo que realmente importaba era que, Yo, había rechazado a la sucia y repugnante partidocracia.
*Misión cumplida*, me dije mientras una sonrisa de satisfacción se dibujaba en mi rostro y entonces, me volví a mi casa con el ánimo elevado y mi conciencia tranquila.

6 comentarios:

nelsonesteban76 dijo...

Chevere tu post, me daba risa cuando mencionas al burro de Shreck, capaz que subliminalmente eran Noboa o Lucio, par de burros que te inquietaban a votar por sus listas, ja ja.

Como lo has dicho Saulo, el voto nulo es la expresión soberana de un pueblo inconforme con la actual forma de hacer política en el Ecuador y creo que en el mundo, la gente es la misma, solo cambia su entorno.

De igual manera que tu lo hice aunlando mi voto y es verdad que aunque el voto es secreto, hay una especie de morbo colectivo que aunque estés detrás de ese biombo, esperan ver algo o al menos como votas, de igual manera que tu, lo hice dibujando unas guapas rayas en todas las papeletas, que por cierto fur incómodo pòrque la incómoda banca, igual que en la que nos formamos nosotros, apenas da espacio para una hoja de papel y un esfero.

Saludos.

Saulo Ariel dijo...

Saludos Nelson.
Me agrada conocer que tuviste el buen juicio de anular tu voto. Como bien mencionas el voto nulo es la única alternativa que el pueblo tiene para dejar en claro que no acepta una dictadura de mafias politiqueras, como la que infelizmente funciona en el Ecuador.
Chistoso lo del mensaje subliminal, pero no, es más, como atreverme a comparar a un animal tan inteligente y fuerte como el burro, con ese par de animalejos bípedos que mencionas, ya sabes el Avarito y el Luxio.
Algo que llama la atención es el cinismo de los hijos de la partidocracia, principalmente de los, ahora, ex candidatos a la Presidencia. Hasta antes de las elecciones, lo muy……., decían, con absoluta confianza, que ellos y únicamente ellos, a su turno, llegarían a segunda vuelta contra Correa; graznaban que sus candidaturas subían como la espuma y que al final, en la hipotética segunda vuelta derrotarían al mudo. Los resultados finales constituyeron verdaderas cachetadas en las jetas de todos y cada uno de los falsos profetas. Ahora, como desde que se inventaron las excusas descaradas cualquier sinvergüenza pretende salir bien librado, explican sus fracasos y pronósticos mentirosos con las más disparatadas, tontas y enmarañadas justificaciones que simplemente terminan mostrándolos, aún más, como los hijos de la ramera partidocracia que son.

nelsonesteban76 dijo...

Hasta a mí me amagaron los panas de la Rol2, que iba creciendo como la espuma, casi que les creo.

No te extrañe que por los resultados hayan relajos como los de algunos cantones del Guayas y El Oro, hasta Alvaro dice que espera los resultados oficiales porque como el exit poll es del gobierno están usando el margen discrecional de $40 puntos para beneficiarle a Correa, ja ja.
A buena hora no hubo segunda vuelta porque hubieras visto una fanesca de mierda llena de todos los "troncos" líderes de todos los partidos en una lucha "Todos contra Correa" y digo en buenahora que tanto asco me hubiera dado ese fenómeno que me hubieran obligado a votar por Correa solo por rechazo, en bueno hora no pasó......fiuuuuu!!!!
Como te decía anteriormente, "malo conocido que bueno por conocer" y como a los potenciales buenos ya les conocemos que son una mierda, solo toca seguir trabajando por nuestro querido Ecuador.

Saludos amigo Saulo

Saulo Ariel dijo...

Nelson, lo positivo de que no haya segunda vuelta es que por lo menos, ya no se gastarán los millones y millones en esa nueva farsa.

Juan Montalvo dijo...

Blancos y Nulos somos legión. 800,000 almas que de por sí representaríamos la 3ra fuerza política. Somos los indignados hijos del yugo, los que nos la jugamos sólo por nuestras ideas y nuestra ética. No tuve el valor de mostrar en público mi papeleta anulada, cualquiera podría haberlo tomado como proselitismo a favor del candidato que no tuvimos y detenerme en el mismo momento del sufragio. No sería extraño en este país de ripley que nos toca padecer. Admirable gallardía la de tu gesto que hubiera presenciado con orgullo.
Como avisé, my weapon of choice fue la palabra escrita. En Este caso usé un marcador grueso de tinta indeleble con el que llenar la papeleta escribiendo, con mayúsculas, un lacónico pero altivo “MAMAVERGAS” que me quedó bastante lustroso.

Saulo Ariel dijo...

"............ En Este caso usé un marcador grueso de tinta indeleble con el que llenar la papeleta escribiendo, con mayúsculas, un lacónico........... que me quedó bastante lustroso."


Jajajajajaja......conozco a un amigo que odia a la partidocracia y que también suele hacer lo mismo.