sábado, 9 de mayo de 2009

Los Pecados de Alberto "tiroloco" Cutié y su Grey alcahueta.



Francamente no tenía ninguna intención de abrir un post acerca del curita lujurioso y sus conquistas de media noche, o más bien de medio día, para ser más exactos. En realidad la vida licenciosa de los hijos bastardos de la servil religiosidad, no es novedad.

Pero cuando una sociedad ignorantona y celestina, pretende encubrir y alcahuetear a un farsante y mojigato sotanudo con careta de niño dios; creo imprescindible dejar en claro algunas realidades que mucha gente, o no ve o no quiere ver.

Aclaremos por ejemplo que cuando los curas asumen el celibato o la abstinencia sexual, lo hacen libre y voluntariamente. Conocen perfectamente las presiones carnales a las que se verán sometidos, y lo aceptan, como los “machitos” que son. Entonces, de qué se quejan.

Pero, en el caso del cura Alberto Cutié y muchísimos, pero que muchísimos curas más, en realidad, el problema no es que tengan relaciones con una mujer o que tengan una familia, a pesar de que los dueños del Vaticano Inc., y la doctrina católica, apostólica, romana, vaticana, etc.., les niegue esa posibilidad. No, el problema no es ese.

Sin embargo, maliciosamente la chusma curuchupa y alcahueta, muy interesada en encubrir la sinvergüencería, pretende encaminar el asunto a la mera discusión de las polémicas conductas sexuales encubiertas del langarote santurrón, espacio que ciertamente le conviene; para, desde ahí, justificar la violación al juramento de “no comer carne” sobre la base de las intensas fogosidades de la mundana carnalidad. Soslayando a propósito o ignaramente el meollo del asunto: La ausencia de calidad moral del curita pudibundo y calentón.

El asunto es el siguiente. Después de que el amoroso clérigo ungía a su amada, de pies a cabeza, los aceites veniales; después que el beato cachondo lubricaba con religiosidad ascética cada orificio sacramental de su sensual hembra monaguillo; luego de venderse el uno al otro pagándose generosamente con sinfín de caricias y voraces penetraciones; el padrecito satisfecho en su libido, agarraba su túnica negroide, manchada por líquidos sexuales propios y ajenos, y se encaminaba a la Casa Oficial de Rezos de su parroquia, donde todos los desgraciados, pero alcahuetes pecadores le esperaban con ansias para escuchar sus puritanas diatribas.

He ahí el dilema trascendental. Pues resulta que el cura Beto, cansado todavía por la batalla carnal que había tenido con la serpiente, oliendo todavía a bacalao rancio como resultado de sus múltiples inmersiones a favor de la salvación de la relación prohibida y de la consecución del añorado orgasmo; llegaba y “puteaba” amorosamente a toda esa manada de pecadores; siempre amenazándolos con los terribles y eternos fuegos del Infierno; estimulando el complejo de culpa de la chusma; fortaleciendo la dependencia del populacho para con el padrecito amoroso; fomentando el miedo en su grey para que siempre vivan subordinados a su cariñosa pero tiránica autoridad y por supuesto castigándoles con las severas reprimendas verbales y las clásicas penitencias, por acá 100 ave marías y por allá 39 rosarios, dependiendo de la gravedad del pecado, de las simpatías que el feligrés le generaba y seguramente de las intenciones y la calidad de las curvas de la pecadora.

Pues sí, este hipócrita, porque, la Hipocresía, es la figura que se traduce de la actitud y conducta de este curuchupa fantoche, comía del fruto prohibido y enseguida corría a amonestar severamente a aquellos que hacían exactamente lo mismo que él, ora literalmente, ora en sentido figurado.

Lo único cierto es que el cura Alberto Cutié, no tenía calidad moral para dirigir ningún tipo de reclamo en contra de los pecadores que acudían a su Iglesia. Ese es el verdadero problema, hacia allá es donde deberían dirigirse las discusiones y reclamos. La ninguna calidad moral que todos estos, seudo sacerdotes, tienen para disque promover la moral y las buenas costumbres o para llamar la atención respecto de las violaciones morales de sus respectivos rebaños.

Pregunto, ¿si el celibato es una condición que resulta frustrante y atentatoria contra los derechos de los sacerdotes católicos, por qué estos hipócritas y sus correspondientes borregos alcahuetes, no se levantan contra los dueños del Vaticano Inc., y exigen una reforma al respecto; o por último, simplemente en función del derecho a la libertad de culto, por qué no forman su nueva y reformada Iglesia católica, apostólica,………………sin celibato, sin hipocresías y sin alcahueterías? ¿Por qué no lo hacen? Sería honesto y no tendrían que estar los unos actuando cobarde y mojigatamente, en tanto las ovejitas dejarían aquellos papeles hipócritas y cínicos que los muestran en una condición bastante lamentable.

7 comentarios:

Hellkar dijo...

No estoy para defender al Curita, yo con leer La Puta de Babilonia tuve bastante tela que cortar de la larga sotana de la Iglesia...

Lo que tengo claro es que uno a los 18 años piensa de una manera y pasado 10 años probablemente puede haber cambiado de idea, sin que por esto, se esté traicionando a uno mismo.

Si ese cura pensó que el Celibato era necesario para hacer su trabajo bien por él; pero algunas decisiones que uno toma no son para toda la vida, sino no habría divorcios en este mundo.

La realidad cambia, en cuestión de horas, minutos inclusive y el hombre como todo ser viviente debe cambiar de acuerdo a dicha realidad.

Para mi los curitas no son santos sino tan humanos como cada uno de nosotros; con virtudes y defectos.

No me creo con derecho de juzgar la vida ajena y tampoco me parece justo que se trate estos temas como la clásica y superficial farándula.
Pero bueno los medios prostituidos al igual que la Iglesia hacen cualquier cosa mientras venda.

Hellkar dijo...

A por cierto, su relato sobre las "cosas que hacía" el curita lo ponen en calidad de el colchón de este último :-) cosa que dudo en realidad, levantar tamaña historia demuestra la elocuencia de sus fantasías mentales, pero si no ha visto tampoco puede acusar como testigo...

Ahora como dicen ... quien puede lanzar la primera piedra? ¿Acaso hay santos en este mundo?

Saulo Ariel dijo...

Este Hellkar, buena loco.
Ya ves, ahora, solo por llevarme la contraria, le vas a defender al cura hipócrita.
No te parece que estás defendiendo un humanismo desvergonzado.
Te cuento que esos curas desgraciados si tienen que patearte al precipicio lo hacen sin pestañear y tú lo sabes Hellkar, no te hagas, tú lo sabes.
Un tanto jodida la vacilada, pero, la tomo con sentido del humor.
Ahí te ves.

Hellkar dijo...

jejeje Saulo, no es por llevar la contraria :) tenemos puntos de vista distintos, pero sabes...

Concordamos en tu tema de Sudacas.

Saulo Ariel dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Saulo Ariel dijo...

Hace algunos días, revisando la web de un periódico de circulación nacional, me encontré con las opiniones de un cura católico, comentarios puritanos y llenos de prejuicio que me motivaron a aclarar ciertos conceptos; por lo que procedía escribir a su correo electrónico.
El correo fue devuelto, con la excusa de un supuesto error en la transmisión. Argucia que ciertos sujetos usan para aludir que nunca leyeron el mensaje.
Bueno, aquí va mi comentario, no para que lo lea el curita, sino para que lo conozca el mundo:

Dicen que los miembros de la curia católica, son de las personas más sagaces y astutas, ya que concentran en sus centros de adoctrinamiento, monasterios, iglesias, clubes, antros y bancos, centenas y centenas de años en conocimiento humano. Debe ser cierto pues a pesar de las notables muestras de corrupción de los dueños del Vaticano, sus sátrapas, monaguillos y prosélitos; continúan tan vigentes y poderosos como siempre. Quizá no ejerciendo el mismo terror que en épocas de medievales, pero sí manipulando descaradamente la conciencia de aquellas tontas e incrédulas víctimas que llenan sus sepulcrales iglesias.

Probablemente no me habría molestado en escribirle si no fuera por las siguientes palabras que usted incluyó en su comentario: “cuando nos saltamos la voluntad, entonces caemos en la ensoñación estéril del intelectual que vive para pensar, sin pasar nunca a la acción.”

Quién se cree usted “padre” Roberto para criticar el idealismo moral de las personas que no han caído en la infame telaraña de la religión o que tuvieron la entereza y sapiencia para rechazar aquel pozo profundo de estupidez. Porque, por allá va el asunto, ¿verdad? Echar la culpa a otros de las culpas propias. Usted es un simple cura más, de esos que abundan en este mundo de porquería, que ustedes los dueños de la verdad religiosa, y sus mentiras e hipocresía ayudaron a convertir en lo que es. Ustedes padrecitos hipócritas y mojigatos son parte de ese círculo vicioso inmoral.

Cuestiona la ética profana, pero por qué no critica antes la ética religiosa. Critique la corrupción de los grandes potentados del Vaticano que viven en lujos propios de reyes y monarcas absolutistas. Censure la actitud y conducta cómplice de las jerarquías religiosas cuando encubren a los “amorosos” curas pederastas. Critique los prejuicios enfermos de las "vacas sagradas" del Opus Dei. No lo hará, ¿cierto? Sería muy incómodo para usted; no, siempre es mejor y más placentero ser parte del círculo vicioso y criticarlo públicamente, aunque sea desde adentro de aquella espesa alcantarilla.

Habla de construir un mundo mejor, y critica el idealismo moral. Es increíble. Le recuerdo que según la doctrina religiosa, el Apocalipsis tarde o temprano asolará a la humanidad. Usted como religioso debe conocer aquello; luego debo colegir que, o usted es un ignorante que pretende pasar por intelectual, o es un hombre malicioso que a través de sus opiniones hipócritas pretende, lo que el Club de Negocios al que usted pertenece ha hecho desde su mismísima creación: manipular a las muchedumbres para exprimirlas hasta convertirlas en las máquinas reproductivas, indolentes y estúpidas que son. No puedo sentenciar a qué grupo pertenece pues no tengo suficientes certezas para hacerlo, de manera que eso se lo dejo a usted, distinguido “padre” Roberto.

Ah, y para otra vez fíjese bien lo que dice.


Saulo.

Roberto dijo...

Buenas.........permitame concordar con sus comentarios y de paso expresar la siguiente idea :


Acerca de la catastrofe de Haiti hace dias escuchaba que algunos seglares ecuatorianos han iniciado una campaña solidaria lamada "ayudenos para ayudar" . Aquello me parece hipocrita pues esta gente en lugar de ser generosos con su dinero recurren a los demas para despues sacar pecho y jactarse de lo "lindos y buenos" que son. Pero ademas la gente que da su colaboracion imaginando que servira para aliviar la desgracia y el dolor de las victimas desconoce a ciencia cierta si aquella ayuda llegara a su destino. Por ahi decian que no necesitaban vituallas sino dinero.
¿Quien controla a estos santos que se hacen los generosos con dineros ajenos ?

Hasta pronto.