miércoles, 19 de agosto de 2009

El fin de las caminatas ecológicas y la brutalidad de la estúpida justicia indígena.

Con no poca sorpresa e incredulidad miraba el otro día una noticia en la televisión. El asunto se desarrollaba en una zona agreste y lejana de la serranía ecuatoriana, quizá en algún gélido y abandonado paraje de la provincia de Cotopaxi o Chimborazo, no recuerdo exactamente, solo supongo, considerando las vestimentas de aquellos espectadores curiosos que formaban parte de ese drama siniestro. Se trataba del caso de un indígena que había asesinado a su esposa. El individuo había confesado ser el actor del terrible asesinato. Sin embargo, a pesar de tal confesión, la policía y el fiscal se veían imposibilitados de detener al vil criminal que había segado la vida de la madre de sus propios hijos. ¿La razón?, la supuesta jurisdicción y supremacía de la funesta, sádica e injusta “Justicia Indígena”.

Las explicaciones y justificaciones de los neo caciques de aquella comunidad se fundaban en el derecho constitucional que decían tener y que les garantizaba el derecho a juzgar las diferentes infracciones y delitos de los miembros de aquella tácita tribu, sobre la base de sus ancestrales leyes y tradiciones. El individuo fue torturado con los típicos baños en agua fría, algunos que otros latigazos y las calurosas como picantes fricciones con ortiga; y posteriormente, puesto en libertad, pero, bajo la mirada inquisitiva de la comunidad. Uno de los líderes que justificaba los evidentes actos de tortura brutal, y la posterior impunidad, toscamente racionalizaba la fatua decisión, diciendo que era preferible tener al confeso asesino en la casa cuidando a sus hijos, que recluido en una cárcel de “mestizos”.

Aquella actitud de los neo caciques ecuatorianos, plagada de cretinismo, amoralidad y perversión, me hizo recordar una anécdota interesante. Aunque hoy, recuerdo la historia con algo de hilaridad, en aquel momento cuando las papas empezaron a quemarse, no fue, precisamente, muy edificante. Todavía, en ocasiones, reflexionó con seriedad, agradeciendo que aquellos malos entendidos no terminaran degenerando en consecuencias desgraciadas tanto para mis colegas aventureros, como para mí mismo.

Debo denunciar que uno de mis hermanos es un apasionado contumaz de las caminatas ecológicas. Es debido a su locura por compartir el ejercicio con la contemplación de la belleza de la naturaleza que en varias oportunidades, no pocas, amigos y parientes nos lanzamos a descubrir lo que ya había sido descubierto pero, muchas veces, oculto para las miradas indolentes de los comunes y corrientes.

Es así que, un viernes en la noche hace ya más de ocho años, proveniente de la Capital llegó mi hermano a la muy variopinta ciudad de Ibarra. No recuerdo exactamente, pero, deben haber sido las 11 de la noche, cuando ingresaba su camioneta a nuestra casa, para entonces, Yo, estaba descansando plácidamente en mi modesta habitación, probablemente desvariando en uno y mil pensamientos. Desde la puerta me gritó algo más o menos así: “¡Prepárate salimos a los cuatro de la mañana!” *Estás loco*, le respondí. “Nada que ver, ya estás advertido”, sonó como orden militar. Mientras mi hermano se retiraba a sus aposentos, aquellos pensamientos que había estado desintegrando hasta su esencia misma, se perdieron desechados por el dilema que se me había planteado segundos antes: “Ir a la caminata o no ir”.

No sé si había logrado conciliar el sueño profundo, o me encontraba medio dormido o medio despierto, lo cierto es que de pronto un griterío empezó a tronar en la casa: “¡Ya despiértate, ya es hora vamos!” Algo aturdido por las circunstancias, me desperté cuestionando que diablos pasaba, al identificar la voz de mi hermano, recordé todos los antecedentes. *¡Deja de gritar, vas a despertar a los vecinos!*, le dije más que nada por el desagrado de haber sido llevado a la realidad tan abruptamente. Horas atrás, había decidido que no acompañaría en esa ocasión a los intrépidos aventureros. *Estás loco son las cuatro de la mañana, todavía está oscuro*, le dije. “Nada que ver ¡levántate!”, me insistió. *Si quieres vamos a las seis*, le dije. “Nada, levántate”, insistió. *¡No me voy!*, le respondí y entonces guardé silencio a pesar de las insistencias reiteradas de mi hermano. Quince minutos después salió de la casa en medio del frío de la madrugada.

Debo confesar que desde aquel minuto, no volví a conciliar el sueño. Si bien estaba consciente que un par de amigos acompañarían las andanzas de mi hermano, sin embargo saber que nadie de la casa lo acolitaba, me generaba cierta preocupación.

Mentalmente me puse a revisar la ruta que los expedicionarios tomarían. Primero bajar hasta el Valle del Chota en carro, luego desde la desviación a Ambuquí, la tierra de los ovos, a lomo de culebra, recorrer un trecho de tres a cuatro kilómetros por el filo de un riachuelo, hasta encontrar un macizo montañoso. Luego la parte más difícil y agotadora, trepar y trepar las escarpadas, arenosas y rocosas laderas. Una vez vencido aquel obstáculo natural, transitar un tramo de digamos cuatro kilómetros hasta llegar a una pequeña escuela. Girar a la derecha por un camino de mulas y emprender tácitamente el regreso. Caminos empinados, lodazales si era época de lluvias, senderos agrestes cortados en la roca y plagados de piedras, chaquiñanes, subidas y bajadas agotadoras. Hasta que finalmente luego de demasiadas penurias se lograba desde la cima de una loma prominente divisar parte de la ciudad de Ibarra. El resto del camino, era pura bajada en zig zag, aunque había que tener cuidado por las laderas y pendientes, además de los importunos tropezones. Si bien, el último trayecto era relativamente fácil, había que considerar que para entonces las fuerzas estaban casi agotadas y los espasmos nerviosos o musculares eran bastante comunes. *Una trayecto bastante duro*, me dije interiormente. Imaginando que todo saldría bien para mis colegas en otras caminatas, intenté dejar de pensar en aquello, sin mayor éxito.

Me levanté a las siete de la mañana. El aspecto mojado del patio denunciaba que había garuado levemente en la madrugada. Para entonces había tomado una nueva decisión, conocedor del paso cansino de mis amigos, y de la serie de escalas que solían hacer, imaginaba que si salía en ese momento podía alcanzarles en la escuela. Intenté motivarme diciéndome que solo me llevaban una hora de ventaja. Si salía inmediatamente. Agarré por ahí una mochila cargué algo de líquido, si mal no me acuerdo una botella de fanta de dos litros. Ingenuo de mí, si tan solo hubiese recordado otras experiencias, habría suministrado un par de botellas de agua mineral a las existencias de la mochila; pero no, la necesidad de salir me estimulaba a actuar rápidamente sin detenerme a considerar aquel aspecto fundamental, quizá porque me imaginaba que los alcanzaría más temprano que tarde, y que ya me convidarían de sus disponibilidades liquidas.

Llegué al partidero de Ambuquí a las nueve, quizá un cuarto antes; para entonces el aspecto parcialmente cubierto del cielo había desaparecido y un sol abundante saludaba aquel paisaje tan propio de aquel pedacito de Africa asentado en la serranía ecuatoriana. Intenté trotar hasta el pueblo de Ambuquí, pero la botella en mi espalda golpeaba sin misericordia de manera que opté por caminar lo más rápido que podía, estimulándome mentalmente imaginando la sorpresa de mis amigos al verme llegar a sus espaldas.


Crucé sin novedad el pequeño pueblo, limitándome a seguir el camino principal que inevitablemente me conduciría al lecho de un río plagado de piedrecillas, que en épocas de verano era recorrido por un insignificante pero pertinaz riachuelo.

La celeridad de mi paso inicial, dejó lugar a un andar más bien moderado. Luego de cruzar unas acacias y de enterrarme los zapatos en un sector del camino bastante polvoso, frente a mí, se mostraba un portentoso coloso de piedras, arena, ripio y tierra, adornado por espinos resecos y demás plantas autóctonas que se habían adaptado a la frugalidad de ese medio agreste. Un tanto decepcionado por la magna tarea empecé a subir.

La razón principal por la que mi hermano había decidido madrugar, era que, a lo adicionalmente difícil que significaba trepar aquel macizo, si te alcanzaba el sol de las diez de la mañana, el asunto se volvía color de hormiga. Prácticamente te fulminaba. Ahí estaba yo, iniciando el ascenso, cerca de las nueve y media, con un sol que empezaba a golpear con sus inmisericordes rayos.





Una de las particularidades que tiene aquella montaña es su forma natural en forma de escalones, la altura de estos va reduciéndose en la medida en que se sube, pero en cambio, la gradiente se va haciendo más pronunciada. La calidad rocosa y arenosa de la contextura tampoco hacía fácil la ascensión, además que vientos fuertes amenazaban con hacer perder el equilibrio y lanzar al ingenuo peregrino hasta algún precipicio.

Poco a poco lastimosamente, resbalando y trastabillando en ocasiones, empecé a cubrir el trecho que me separaba de la cumbre. Cuando al final, a escasos metros por llegar a ésta, mi ánimo creció imaginando que el martirio llegaba a su final, llegado a la cumbre la pesadumbre me invadió al observar que un nuevo macizo debía ser conquistado. *¡Qué relajo hijueperra!*, gritaba internamente y a toda voz. No recuerdo cuántas veces sufrí aquel juego sucio de las circunstancias, de la soledad, el cansancio y el calor. Parecía que aquella mole no terminaba nunca. Pero, sin una sola gota de fanta en la botella, finalmente, luego de culminar la última “cumbre”, se dibujó ante mis ojos una planicie ligeramente inclinada. Había que seguir ascendiendo pero, el ángulo no era demasiado pronunciado.

Un viento frío chocaba contra mis mejillas. El sol seguía quemando pero con algo aquel viento, atenuaba su efecto. Lentamente crucé por entre unos cultivos de maíz; por la condición escuálida de las plantas se notaba que aquella zona carecía de agua de regadío y solamente dependían del agua de lluvia para su éxito.

Unos momentos después llegaba hasta un camino de arrieros relativamente plano. A mis espaldas el Valle del Chota, se expandía generosamente; frente a mí, hasta donde mi visión alcanzaba una monumental cordillera se extendía como un fortín protector e inexpugnable. Hacia esa dirección me dirigí.





Es increíble como las fuerzas se multiplican cuando tu estado emocional se eleva. Estaba casi seguro que encontraría a mis amigos descansando en la escuela, punto central de aquel pequeño montón de casitas vetustas que alguna vez había conocido. Apuré el paso, creo que hasta intenté trotar, desistiendo al momento de aquella opción. De repente una imagen empezó a estructurarse a lo largo del serpenteante camino, una especie de centauro que venía a todo galope a mi encuentro. Claro que los centauros son criaturas mitológicas, generalmente caracterizados por la sabiduría y heroicidad de sus acciones y decisiones.

No, ni era centauro y menos pertenecía a una especie tradicionalmente sabia y heroica. Era un simple jinete nativo que abruptamente trotaba con su modesto corcel. Por protección me hice a un lado para que el animal y su caballo pasaran libremente. Sin embargo a unos escasos tres metros el jinete redujo la velocidad y deteniéndose frente a mí, dijo algo así: “¡Buinos deas!”

Son casi ocho o diez años de transcurridos aquellos sucesos de manera que intentaré ser lo más exacto en relatar la conversación que tuve con aquel nativo andino. *Buenos días*, le respondí. “Vuste que viene hacer por ake”, me preguntó de golpe. Me sorprendió la crudeza e impertinencia de la pregunta, pero, imaginando que no había malicia en aquellas palabras respondí tranquilamente algo más o menos así: *Vine a hacer un poco de ejercicio, además estoy buscando a un grupo de amigos que se adelantaron*. El tipo sonrió con un gesto raro que en ese momento me pareció solo tonto. “Haci cuanta pasarun” hizo una pausa, como pensando que decir, y entonces, luego de mencionarme una serie de señas físicas de mis amigos y recibir una afirmación de mi parte; esbozando una sonrisa cretina, me dijo: “¡ya mesmo les iban a lenchar!”. *¡Linchar!*, dije, estupefacto.

Sin poder creer lo que había escuchado pero consciente de la certeza de aquella posibilidad, le pregunté dónde estaba mi hermano y sus acompañantes, luego de contarme sin detalles que finalmente habían seguido su camino, espontáneamente se ofreció a acompañarme para que no tuviera problemas con la turba. Luego me di cuenta que en realidad estaba siendo vigilado y escoltado hasta las afueras de aquel recinto.

Mientras caminábamos por aquel sendero, el nativo, y Yo, empezamos a conversar acerca del desagradable y grosero malentendido. Poco a poco el tipo empezó a sincerarse, supongo convencido de la estupidez del proceder de aquellos que se habían escandalizado brutalmente en contra de un grupo de desconocidos que simplemente estaban cruzando por aquel lugar, sitio público por cierto, entretenidos en sus legítimos intereses.

De alguna manera se disculpó diciendo que aquella gente vivía en un estado de paranoia, usando sus palabras; principalmente, debido a los continuos robos de ganado que sufrían por parte de cuatreros que periódicamente los visitaban. Justificaba su proceder, exponiendo como argumento de aquella reacción estúpida, perversa y sádica, sugerencias de la misma policía que les había recomendado eliminar, torturar, linchar y quemar a cualquier cuatrero o ladrón que capturasen, en lugar de entregarlos a la justicia de los “mestizos”.

A medida que nos acercábamos a la dichosa escuela, suerte de cuatro paredes mal pintadas, intenté explicarle al inevitable e improvisado pesquisa lo irracional de la conducta de la chusma, exponiéndole precisamente el caso de mis colegas viajeros que injustamente habían sido confundidos con abigeos. Me respondió que efectivamente él había sido uno de los que habían evitado que el barullo llegara a niveles descontrolados. Difícil de creer considerando la condición propia de esos pobres infelices y la “buena” reputación que tiene la chusma al momento de impartir justicia.

Casi a punto de llegar al pequeño caserío, empecé a divagar en potenciales riesgos contra mi integridad. ¡Rayos!, me encontraba solo, en una tierra desconocida, en medio de un montón de gaznápiros cretinos que actuaban exclusivamente basados en prejuicios, a quienes la propia disque autoridad les había sugerido recurrir a la venganza brutal y sádica como una forma de justicia. En tales circunstancias, debo reconocer que me puse algo nervioso.

Ni bien llegamos un par de nativos se acercaron; me dirigí a ellos y cordialmente los saludé. Cruzamos algunas palabras. No escatimaron en risas al mencionar la situación embarazosa en que habían colocado a mis amigos y luego se retiraron. A pesar de encontrarme cansado los deseos por retirarme de aquel lugar lo más pronto posible pudieron más. Me despedí del aprendiz de cowboy tercermundista y sin regresar a mirar apuré el paso por una carretera desvencijada que cortaba por aquellas lomas que se entremezclaban unas con otras.

No voy a extenderme en comentar lo desagradable que resultó el resto del camino. Cuestas, declives, chaquiñanes, laderas resbalosas, senderos plagados de guijarros; pero, por sobretodo la incertidumbre de encontrar lo más pronto posible a mi hermano. Finalmente, luego de dos horas llegué a la cima de una montaña desde donde podía divisar Ibarra a lo lejos, en la base de esta resplandecía con el sol de la tarde la Laguna de Yahuarcocha. Supongo que debían ser las cuatro de la tarde para entonces.

Siempre siguiendo la ruta convencional, empecé a bajar lo más pronto que podía aquella enorme loma. Puede ser que el ascenso requiera más esfuerzo físico, pero el descenso tampoco es una perita dulce. Lo empinado del camino te obliga a caminar con cuidado, frenando a cada momento con tus pies so pena de probar la ley de la gravedad en carne propia. Lo cierto es que empecé a desplazarme tan rápido como la sensatez recomendaba. Quizá 15 minutos después, desde una saliente pude detectar, algo así como diez metros más abajo, las figuras humanas de mi hermano y sus acompañantes, moviéndose cansinamente.

¡Qué cosas no! Desde entonces, mi hermano nunca ha vuelto a incursionar en una nueva caminata. Los colegas expedicionarios no están dispuestos a asumir aquellos riesgos, ni nosotros tampoco.

Por ahí, excepcionalmente he deambulado por las montañas que circundan a la ciudad, en especial en la zona de Yahuarcocha y la Loma de Guayabillas. Con decepción, se observa que las montañas otrora pulmones naturales, poco a poco son parceladas por individuos, provenientes de quién sabe dónde, menos de Ibarra; gente que ha llegado a “colonizar” aquellos lugares en otras épocas casi vírgenes. Bosques talados, cerramientos con alambre de púas y mallas, pistas de motocross; depredación a lo bestia es la constante en la mayoría de las montañas y mesetas que rodean a la ciudad.

Increíblemente, los indígenas amantes del Sumak Kawsay, expresión que posiblemente define las grandes borracheras que suelen mandarse en las fiestas del Inty Raymi, donde el guarapo más nauseabundo fluye a lo bestia, ahora, tienen un fundamento constitucional que les garantiza torturar, masacrar y ejercer la estúpida y brutal justicia aborigen, siempre con el riesgo de agarrar a un inocente, que tuvo la desgracia de estar en el lugar equivocado en el momento equivocado.

En fin, cosas de mi tierra, tristemente, cosas de mi tierra.

36 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya que hacían ejercicio Ustedes. Esas caminatas suelen ser excelentes tanto para el cuerpo como para el alma. Como sea, momentos inolvidables para quien los ha vivido, recuerdos imperecederos.

A los doce años mi primo, un amigo y yo fuimos perseguidos por algunos indígenas por intentar robarnos unas mazorcas de choclo.

Tengo vivos en la retina de mi ojo derecho los dos segundos que me tomaron para darme cuenta de que una calle llena de indígenas corría tras de nosotros. Adrenalina pura y de la buena que luego se convertiría en Terror. Nos salvamos gracias a nuestro excelente estado atlético (corrimos un pueblo entero) y la agenciosa intervención de mi padre y sus amigos. Me quedó el recuerdo y como dirían por ahí: “Lesson Learned”.

Lo de incluir la justicia indígena en la Constitución no es más que otra demostración flagrante del Clientelismo político de, si me lo permites: “El Mudo”. Sobre el caso especifico que mencionas salta la pregunta obvia: Cual es el futuro de esos niños viviendo con un asesino?. Esas vidas están alteradas para siempre desde ya. Habrá algún revolucionario que responda por el daño sicológico y físico que le espera a esos infantes?. Claro que NO!, Ellos están muy cómodos disfrutando de los beneficios personales de la revolución, hemos retrocedido a la época de la barbarie en este punto y sin embargo quedan insulsos que lo defienden. Que vergüenza!.

Saludos

F.R.

Frater Orión dijo...

Buen post Saulo Ariel

Por acá, en Ambato, tambien hay sectores de una belleza única, uno de ellos es Calhuasig (ahá allá donde ajusticiaron a las brujas), y alguna ves que toco hacer el trabajo de ecoturismo para maldición mia y de mis compañeros elegimos este lugar olvidado de todo, al que para llegar hay que pedir permiso a los "nativos", me pregunto si los "revolucionarios" cuando empiecen a hacer la redistribuir Urbana (en otras palabras cuando te quiten la mitad de tu casa para darlsela no aun necesitado sino a un vago, en fin como decia cuando empiecen con esta redistribución sera que también a los "pueblos ancestrales" les quitan la exclusividad de cada zona para que cualquier ecuatoriano pueda transitar libremente sin tener que pedir permiso o tener que pagar para que no linchen???, sera que esta jaba de burros azuliverdes piensan alguna vez.

Saulo Ariel dijo...

Efectivamente F.R.; sobretodo mi hermano, era el principal organizador de aquellas maratónicas caminatas. Pero, ni modo todo ha quedado como un bonito recuerdo, salvo por la última vez.
Sobre los indígenas y sus taras, es lamentable ver como esta gente es explotada por sus propios dirigentes, por su propia gente. Ahí están los casos de los famosos ponchos dorados. Ejemplos específicos: doña Lourdes Tibán, señora que ha aprendido todas los vicios pervertidos de los típicos politicastros. Mamó con Alfredo Palacio y fue feliz; Correa en principio la pateó, entonces se autocalificó de opositora, ahora que ya está mamando nuevamente como neodiputada, ya habla de cabildear con el Gobierno. "Longo odia a longo", dirá alguien por ahí.

Saulo Ariel dijo...

Te das cuenta Marco Aurelio, tienes que pedir permiso a imperfectos imbéciles, para movilizarte en tu propio país.
Ya escuché algo sobre la redistribución urbana. Correa y sus cretinos son capaces de eso. Te cuento que gente del INEC, anda disque haciendo encuestas, recolectando información acerca del número de personas que viven en las casas, etc...sospechoso el asunto.
Creo que viene siendo hora que la gente empiece a organizarse contra estos pillos, de lo contrario, los chauvinistas del tirano Correa van a seguir haciendo lo que les da la gana, como hasta ahora.
Especialmente en Quito y Guayaquil, que a la final son las ciudades que influyen políticamente.

Juan dijo...

Saulo caminar es uno deos mejores ejercicios que hay. Es lamntable que ustedes ya no puedan seguir llevand a cabo ese sano pasatiempo.
Es cierto que se han cometido muchas injusticias o excesos con la justica indigena. Se deberia establecer limites para que la gente no rebase los derechos qe establece la constitucion.
Este problema de las represalias indigenas surgen por la corrupcion del sistema policial y judicial. Cuando consigamos moralizar el sistema judicial inlcuido el fiscal, la gente empezara a confiar en el sistema y disminuira la violencia.

Saludos y Gracias.

Anónimo dijo...

Juan:

Se deberia establecer limites para que la gente no rebase los derechos qe establece la constitucion.

Pero si estamos prácticamente estrenando Constitución!, quieres decir que arrancamos mal de entrada?. No te parece un poco más coherente que la LEY SEA UNA PARA TODOS?. El momento que establezcan los limites que mencionas, ya no va a ser justicia indígena sino la justicia normal. Lo cual me lleva una vez más a decirte que LA LEY DEBE SER UNA PARA TODOS. Trata de utilizar la razón y no escribas lo primero que te dicta el corazón.
Y luego dices:

Cuando consigamos moralizar el sistema judicial inlcuido el fiscal, la gente empezara a confiar en el sistema y disminuirá la violencia.

Moralizarlo como en Cuba donde a un pobre sujeto ebrio que se queja de que en Cuba no hay comida lo condenan a dos años de cárcel???. Así de justo?

Saludos

F.R.

Juan dijo...

F.R. lo que quiero decir es que debe crearse una ley especial que señale hasta donde pueden llegar actos de impartir justicia o punitivos. De acuerdo que debe evitarse que las comunidades sigan maltratando o linchando a los supuestos delincuentes.
La justicia indigena se incluyó en la constitucion como una forma de redimir la cultura india agredida por la represion españla y despues por las culturas de los señoritos terratenientes. No para los linchamientos que han sucedido en algunas comunidades.


Saludos y gracias.

Anónimo dijo...

Estimado Juan:

Pues nos quedamos en las mismas, una ley que limite una ley?, mmm Lo ideal parece ser UNA SOLA LEY, no te parece?. Porque si así fuera, en este caso práctico, este indígena asesino estaría en donde pertenece: EN LA CARCEL, si o no?. Pero de acuerdo a tu lógica habría que crear una ley suprema aplicable a la justicia indígena para que en casos como este el indígena termine donde pertenece: EN LA CARCEL. En términos simples esto se llama: DOBLE TRABAJO.

Sobre aquello de redimir a los pueblos indígenas, me suena a Demagogia pura y dura. Esa es una ley RACISTA y discriminatoria, creada con dedicatoria para un grupo al que Correa considera importante en números, dicho en buen Castellano VOTOS o Clientelismo Político en buen romance. O es que acaso los negros no han sufrido tanto como los indígenas, o acaso el resto de no-privilegiados racialmente no sufrimos las mismas consecuencias de los diferentes avatares de la vida?. En mi opinión no debería existir discriminación PUNTO.

Cuestiones como esta MARCAN la vida de la personas. Te repito que esos niños ahora mismo están sufriendo el latrocinio de una burrada cometida por unos infelices que han incluido la justicia indígena dentro de nuestro marco constitucional, por pura conveniencia Política.
Te sugiero que cualquier comentario adicional lo hagas teniendo en mente la suerte de esos pobres infantes, tal vez así le entres un poco mejor al razonamiento.

Saludos

F.R.

Juan dijo...

Ley a la norma constitucional. A través de la legilación de la norma constuitucional se puede establecer marcos que impidan los abusos. Los ambitos de influencia de la justicia indígena deberían ser los asuntos o delitos civiles, nunca penales.
Estoy de acuerdo que el asesino debió ir preso.

Saludos y Gracias.

Vitto dijo...

Amigo Juan ........y dónde queda el principio socialista de que todos somos iguales ante la ley???????????

Hellkar dijo...

Vitto no es un principio socialista es un principio legal...

Hellkar dijo...

A parte Vitto eso es un romanticismo que en la práctica no se realiza pues un ladrón de a pie se va a la cárcel y uno poderoso a arresto domiciliario.

En la consitución somos un país plurinacional e intercultural.

Las leyes constitucionales son aplicables mediante los reglamentos, y limitar la ley a ciertas comunidades depende de la cosmovisión de ellas y el respeto que le tenga el país.

Mientras no pase de eso, una bañada en agua fría y algo de ortiga me parece bien aplicado a los ladrones para que no asomen más por las comunidades.

En casos extremos violan a una mujer en esas comunidades y no hay culpables, la reacción de la población es lógica más no justificable, la solución es fortalecer y mejorar la justicia, cuando no se confía en ella surgen estas situaciones.

Anónimo dijo...

Hellkar:

Hablas mucho, pero no dices NADA.

Saludos

F.R.

Anónimo dijo...

{"A parte Vitto eso es un romanticismo que en la práctica no se realiza pues un ladrón de a pie se va a la cárcel y uno poderoso a arresto domiciliario."}

Hablamos de un tal Carrion?

Saludos

F.R.

Anónimo dijo...

{“Mientras no pase de eso, una bañada en agua fría y algo de ortiga me parece bien aplicado a los ladrones para que no asomen más por las comunidades.”}

Tu amor por Correa te hace rayar en lo ridículo, los ladrones a la cárcel, o acaso tú te conformarías con que le den una bañada en agua fría a quien te vacía tu casa?.

Saludos

F.R.

Anónimo dijo...

{"En casos extremos violan a una mujer en esas comunidades y no hay culpables, la reacción de la población es lógica más no justificable, la solución es fortalecer y mejorar la justicia, cuando no se confía en ella surgen estas situaciones."}

bla,bla,bla....

Te diste el tiempo de leer de que se trata el post?. UN ASESINO ha sido perdonado y vuelve a vivir con los hijos de la MADRE A LA QUE ASESINO.

No dejes que tu servil adoctrinamiento nuble la poca razón que pareces tener. Defiendes a este Sátrapa de Correa como si fuera el mismísimo regente del Universo.

Razona hombre!.

Saludos

F.R.

Vitto dijo...

Amigo Hellkar, este es un solo País, no se puede legislar para mestizos, negros, indios, shuares, jibaros, panzaleos, cañaris, colorados, blancos. Un solo País. Somos ecuatorianos, por lo mismo la constitucion debe ser para todos los ecuatorianos.
Tu llegas al grado malefico de justificar la tortura y el sadismo. No es como dices un poquito de agua y ortiga. Ya ha habido casos de personas que han sido quemadas vivas. PERSONAS QUEMADAS VIVAS!!!!!!!!! Este gobierno corrupto de tu presidente, prohibe filmar a los delincuentes que son agarrados porque dicen que se afecta sus derechos humanos pero tu mismo presidente fomenta que grupos de indigenas ecuatorianos quemen vivos a otros ecuatorianos.
Parece que no sabes lo que dices o que tu presidente te ha contagiado de su consabido cretinismo.

Vitto dijo...

Un poquito mas de seriedad amigo Hellkar.
Si no sabes mejor quedate callado en lugar de hablar piedras.

Hellkar dijo...

Y cual solución han planteado a parte de culpar todo al gobierno?

El grado maléfico de justificar la tortura, eso sucede en la guerra y los servicios secretos del mundo lo hacen, o será que solo en James Bond o Rambo nomás aparece.

¿Qué hizo Rangazit en época de León?

Ahora la diferencia es que unos matan a balazos y otros les queman a la final es lo mismo..

Cuando abalean a los criminales en las noticias, todo el mundo está feliz, por más que no hubo juicio ni nada. Ahora es diferente porque se usa otro método??

Justifican lo que hizo Colombia pero si eso hacen los indígenas es brutal!! que chévere..! Depende del cristal con que se lo mire...

En todos los casos los criminales o ladrones son supuestos porque no había pruebas dentro de un proceso judicial.

¿Qué me dicen al respecto?

Anónimo dijo...

Hellkar:

{"¿Qué hizo Rangazit en época de León? Ahora la diferencia es que unos matan a balazos y otros les queman a la final es lo mismo.."}

Aberrante tu comentario. Entiendo entonces que tu gobierno de Justicia Social infinita a cargo del Todopoderoso y Misericordioso Rafael I es la misma BASURA que hemos tenido siempre??? Porque a eso llega tu razonamiento!

Te importa un BLEDO la suerte de los hijos del asesino, todo vale con tal de justificar tu MAL OLIENTE REVOLUCION, cierto?

Saludos

F.R.

Anónimo dijo...

Hellkar:

Sobre tu tan cacareada defensa del Socialismo en contra de las Trans-nacionales. NO BASTA con haberse visto un par de documentales, los cuales por cierto llevan alguna razón en la medida de que los empleadores deberían aflojar un poco la cadena. Podrías basar tus argumentos en datos, QUE LOS HAY, en lugar de repetir como loro las mismas argucias. Socialistas mediocres que ni siquiera se toman el trabajo de investigar.

Pero mas allá de toda la teoría, te sugiero que hagas un ejercicio práctico muy simple, conversa con algún Mexicano que viva en los USA donde a pesar de ganar el salario mínimo puedes ver que por lo menos tienen DOS CARROS en su garaje y muchos tienen una casa que nunca habrían soñado tener en México, YO CONOZCO UNOS CUANTOS.

Y luego conversa con un par de Cubanos sobre como luchan para poder conseguir UN CEPILLO DE DIENTES y PAPEL HIGIENICO. YO CONOZCO UN PAR.

Alardea todo lo que quieras, la evidencia esta ahí, al alcance de tu mano y la de todo el mundo, el resto son solo palabras.
Dados esos dos casos REALES y ACTUALES con evidencia de primera mano; Ya sabes lo que puedes hacer con toda tu teoría Socialista.

Saludos

F.R.

Anónimo dijo...

LA UNICA SOLUCION ES QUE LOS QUITEÑOS NOS LEVANTEMOS Y LE MANDEMOS DIRECTO A CUBA AL MANDAMUCHO Y SUS PATIÑOS!!!!!!
EN ECUADOR NO QUEREMS DICTADURA SOCIALISTA!!!!!!!!!!

Ernesto Yitux dijo...

Varios puntos que no se como estructurar en párrafos:

1.- Toda justicia lleva riesgos de agarrar injustamente a un inocente. La justicia occidental o de cárcel no está extenta de ello.

2.- Encerrar a alguien en la penitenciaría no me parece más humanitario que darle ortigazos. Ambas son brutales. Simplemente diferentes.

3.- ¿Por qué habría que ser humanitario con quienes violan los derechos ajenos y son una amenaza para el convivencia sana? (violadores, asesinos, etc)

4.- Las cárceles que son "humanitarias" son costeadas con dinero público. ¿Con qué derecho me quitan plata de mi bolsillo para mantener con cama y comida a un hpta que yo preferiría lo linchen y punto?

5.- ¿Quién dice que la justicia Estatal es la adecuada?

6.- ¿Por qué cada comunidad no tiene derecho a elegir sus métodos de justicia? Talvez para ellos la cárcel sea algo estúpido, aberrante y sádico. Hay que aprender a respetar las visiones ajenas. Ese es el principio de la libertad.

7.- Si un grupo de individuos libres, que habitamos determinado sector específico, decidimos que en nuestro territorio a quien roba se le corta un dedo ¿quién es el Estado para venir a imponer sus leyes sobre los acuerdos libremente acordados?

8.- En la mayoría de los casos creo que la justicia indígena funciona mejor. Justicia indígena contemplada como tal. Linchar per se no es justicia indígena. La justicia indígena implica un juicio y un tribunal. Si alguien se roba una gallina yo prefiero que le caigan a ortigazos un rato, le tiren agua fría y que pida perdón públicamente; a que lo encierren en la lagartera, muerto de hambre, se haga fumón, matón y encima salga al año por no tener sentencia.

9.- Esto no es un país. Los países no existen. Las constituciones son farsas. Existen muchas nacionalidades asociativas no limítrofes, que se organizan según cercanía y afinidad. Así es como funciona el mundo naturalmente, el resto es pura paja burocrática.

10.- Si han habido personas quemadas vivas, y es una barbaridad. Pero no es la mayoría, sólo son las que salen en las noticias. Igual que no en todos los operativos de la policía le revientan el cráneo a balazos a un inocente.

Hellkar dijo...

F.R.

Los abusos de las transnacionales son conocidos, no tiene nada que ver con un punto de vista político específico, abusan a gobiernos capitalistas, socialistas y sobre todo a gobiernos que no tienen la tecnología o la capacidad suficiente de controlar.

Ahora cualquier dato que aporte como ejemplo va a ser deslegitimado por usted, por intolerancia, por falta de argumentos, por antipatía, etc. Ya me los conozco.

Sabía que México tiene que importar maíz a EEUU, luego de los tratados de libre comercio?
Es como que Ecuador importe Banano, pero bueno mientras usted tenga un conocido que tenga una vida ligeramente acomodada SIGNIFICA QUE LA MAYORÍA QUE SER ASÍ PORQUE USTED DICE.

Con hechos tan irrefutables que puedo decir.?

Qué mejor que este gráfico para darnos cuenta

http://www.economiajoven.net/images/stories/Image/pobreza%20mexicoBUENO.jpg

Anónimo dijo...

Estimado Yitux:

Mi opinión en este punto es que la ley debería ser una para todos, sin distinción de clases, razas, credos o lo que sea. Estoy en contra de toda clase de discriminación, una ley creada solo para los indígenas es a todas luces discriminatoria, por lo tanto injusta. A un indígena no se le puede negar trabajo en una oficina por el hecho de ser Indio, de hecho en Quito hay muchos, pero cuando asesina a su esposa entonces si le damos dos latigazos y que se vaya para su casa?.

Es verdad que todo proceso conlleva el riesgo de fallo, por lo mismo lo ideal sería reducir los errores al máximo, lo cual está visto que no se lo hace, más bien la evidencia apunta a lo contrario.

Pero de eso, a que un asesino reciba de castigo unos latigazos y un par de baldes de agua fría y luego le mandemos a su casa palmeándole el hombro a vivir con unos críos que han visto como asesino a su madre amparado por la Constitución???. Solo en el país de Manuelito.

Cuando vas a la cárcel no solo te encierran, el castigo físico es inhumano tanto física como sicológicamente, los reos se reirían de un par de latigazos y un par de baldes de agua fría.

Ciertamente el sistema carcelario no es efectivo, es inhumano y digno de una total transformación pero créeme, un par de baldes de agua fría no detienen a nadie y mucho menos a un asesino. Por más indios que sean, esos niños sufrirán un trauma después de lo sucedido y mucho mas cuando tengan que ver al asesino de su madre día con día, no hay forma de ocultar esa lacerante verdad.

Los reos deberían trabajar aunque sea limpiando calles para devengar el gasto en que la sociedad incurre. Entiendo que aquello de ser humanitario con los asesinos y violadores involucra la pena de muerte, eso en sí, es ya motivo de un debate, personalmente estoy en contra de que se le quite la vida a nadie.

Me reservo el derecho de discrepar totalmente sobre aquello de las decisiones tomadas grupalmente, sobre todo cuando se trata de asesinos.

Saludos

F.R.

Hellkar dijo...

Un ejemplo de justicia indígena:

Cuando alguien mata a otra persona, el autor está condenado a mantener a la familia de su víctima como la suya propia.

En la justicia occidental el asesino entra en la cárcel y ambas familias sabrán lo que hacen para sobrevivir.

Ese tipo de sabiduría no es muy comercializada, pero eso no quita su esencia.

Hellkar dijo...

Por acá dentro de la justicia que siento les agrada está la ciega de al asesino pena de muerte. Inyección letal, cámara de gas, fusilamiento, silla eléctrica.

Pero los salvajes y brutales son los indígenas!!! Los civilizados son los anteriores. Pa que vaya otro más a la 5ta paila da igual el resultado.

Anónimo dijo...

Hellkar:

Como podría deslegitimar la realidad si me la presentas, no soy un fanático, tengo amigos americanos izquierdistas, pero son gente moderada y realista, no fanáticos como tú, uno de ellos incluso fue investigado por el FBI. Justamente en una conversación con el hablábamos de tu Correa y tu Chávez y su concepción de ellos es que no son más que populistas aprovechadores con una etiqueta diferente, interesados en el poder por el poder. Solo tienes que ver el estilo de vida que llevan me decía; En el caso de Correa afirmaba: Como puedes llevar un cambio adelante con la misma gente de gobiernos anteriores???.

Tú por el contrario vas evadiendo mis afirmaciones porque no encuentras manera de refutarlas.

Esto tampoco me lo vas a contestar pero sabrás que tengo razón: criticas a rajatabla a las transnacionales, pero te apuesto lo que quieras que en tu casa tienes más de un objeto fabricado por una transnacional. Eso se lo he comprobado a muchos Socialistas que visten GAP o como el Silvio Rodríguez que en la conferencia de prensa vestía una camisa POLO, o como Correa que para pasear en bicicleta viste NIKE, o como Fidel que en la visita de la Michelet vestía ADIDAS. Como te parece eso?

Aquello del maíz es conocido por todos los Mexicanos como un acto de corrupción de (si no me equivoco) el gobierno de Salinas, tal como Correa está vendiendo nuestro petróleo a los Chinos a precio de “Gallina Enferma” para utilizar sus términos, tener gobiernos traidores no es patrimonio del Ecuador.

Pues nada Hellkar, la realidad es así, por eso MILLONES de Mexicanos y gente de todo el mundo se lanza a vivir en USA y a pesar de todos los problemas que tienen AHÍ SE QUEDAN, no salen ni a patadas y no van a Cuba, ni a Venezuela.

Te voy a dar un dato más, en Cuba hay doctores que viven con las justas, en California hay Mexicanos que NO SABEN LEER y ganan más que los médicos de Cuba, date una vuelta por Cuenca y mira las Mansiones que tienen, producto de haber trabajado en ese Sistema Capitalista tan monstruoso del que hablas, lastimosamente los hechos no te asisten en tu teoría, por más que le rebusques. A menos que su objetivo sea que nos hundamos todos en la miseria excepto Rafico y sus secuaces, en cuyo caso me saco el sombrero porque vamos en la dirección correcta y a toda vela.

Una vez más, ha sido un gusto.

F.R.

Saulo Ariel dijo...

Hellkar, tus comentarios deambulan entre los siniestro y lo jocoso. Tácitamente estás diciendo: “¡Allá también matan y torturan, ah, ah, ahí si no dicen nada, no!”. Estás aprendiendo las malas costumbres de la Aminta, la revolucionaria Augusta Calle, etc. Tácticas típicas de los pillos correanos, descalificar las verdades desviando la discusión a otros escenarios.
En Colombia también se tortura, se quema, despedaza y masacra; cierto. Pero sabes qué, fuera del derecho que podemos tener de expresar nuestras opiniones y rechazar tales actos de sevicia, al final ese asunto les incumbe a los colombianos. Lo que sí me importa es que esas salvajadas no sucedan en mi País.
La violencia disfrazada de justicia indígena, estado de facto, ley marcial, etc., siempre será violencia. El sistema no puede aceptar la tortura como un medio legal para sancionar un delito. No se pude admitir que determinados grupos de amigos decidan que es justo o injusto, quiénes son culpables o no, qué es delito o qué no lo es. Son simples seres humanos, muchos de ellos analfabetos que fueron criados con la cultura del garrote y la indolencia. La corrupción del sistema judicial no debe servir de excusa para cometer actos demenciales de venganza.
Pregunto, ¿qué tienen los beneficiarios de la justicia indígena, qué no tengamos el resto de ecuatorianos?, ¿acaso por nuestra sangre también no corre sangre nativa? Luego, cada ecuatoriano, tendría derecho a tener su propia ley que regule sus relaciones con los demás. Sería lo justo.

Saulo Ariel dijo...

Por otro lado, Hellkar, te recuerdo que "el mudo" Correa ya está casi tres años en el poder y las cárceles siguen siendo antesalas del infierno. "El mudo" es dueño de todas las instancias del Estado y sin embargo los fiscales y jueces siguen tan corruptos como incompetentes. Se reestructura a grupos especializados de la policía que cumplian funciones eficientemente en contra del crimen organizado y el terrorismo y adicionalmente se persigue a algunos de sus integrantes. Te dice algo, eso.
La pena de muerte es un acto de aberración brutal, algo así como "justicia indígena" en su máxima y salvaje expresión, solo que tecnificada. Nadie en su sano juicio puede querer aquello.
El otro día revisaba la página de un diario argentino y chequé un titular en el que se mencionaba que un criminal contumaz había sido condenado a cadena perpetua. Talvez debería considerarse esa opción en el Ecuador, previa una reforma radical de los sistemas de reclusión, naturalmente.

Anónimo dijo...

Cuando Colombia mató a gente en Angostura no estaban tan dolidos.

Ahora resulta que tengo que conseguirme monitores hechos con tecnología de los quipus... que humor tan fino realmente.

Obvio que toca comprar a las transnacionales el caso es que estas deben se controladas por las naciones donde trabajan.
Estas no son malas per se, pero tampoco me vengan a decir que son las nuevas panaceas que reemplacen a los gobiernos para mejorar la vida de las personas.

Ahora resulta que para tener Internet tengo que comprar un modem, un router, un switch hechos con tecnología Ecuatoriana que lindos mis capitalistas. Avisarán donde venden capaz y hasta tienen precios más convenientes.

Hellkar dijo...

Una click perdido hizo que se fuera anónimo.

Saulo Ariel dijo...

Muy interesantes los puntos que citas, Yitux.

Tienes razón todo sistema judicial o policial, puede cometer errores. Pero, si un sistema en el que supuestamente el reo, tiene derechos, entre éstos, un juicio justo, una defensa eficiente, no ser torturado, presionado, etc; y a pesar de esas garantías, se cometen terribles injusticias, imagínate lo que sería un disque proceso en el que un montón de casi cretinos, muchos de ellos amparados por el trago, exigen a gritos venganza.

Tienes razón cuando criticas las cárceles y los reclusorios públicos. Son grotescas escuelas del delito y la tortura; pero de aquellas condiciones debes culpar a los politiqueros rateros y la sociedad estulta que periódicamente vota por aquellos energúmenos. Muy seguramente estarán entre aquella masa social, los indígenas que claman y defienden la mal llamada “justicia indígena”.

Dices: "¿Por qué habría que ser humanitario con los delincuentes y criminales?" Entre otras, por dos razones; porque se supone que la sociedad está compuesta en su mayoría por gente decente, inteligente y civilizada; y principalmente, porque dada la imperfección del sistema siempre existe el riesgo de que algún inocente esté en el lugar equivocado en el momento equivocado, e inclusive sea objeto de una sucia celada.

Ninguna persona respetable, o nadie en su sano juicio puede decir que el sistema judicial público ecuatoriano es eficiente o adecuado, pero, no creo que la venganza de unos pocos sea la opción más adecuada.

Dices: "¿Por qué una comunidad no tiene derecho a decidir sobre las leyes que regulen el convivir de sus miembros?" Porque no es justo, con los demás. Porque se puede legislar a favor de unos en contra de otros. Porque en tal virtud, un grupo de amigos podrían reunirse con la gente del barrio y acudiendo a tal precepto constitucional declarase amos y señores de aquel feudo. El fundamento de la libertad es el derecho que tengo a ser libre; es decir, la facultad que tengo de hacer aquello que a mí me dé la gana y que no atenté contra el bienestar de los demás, respetando aquel mismo derecho en los demás miembros de mi comunidad, nación, sociedad, país, etc. La moral no es relativa, estimado Yitux. No es cuestión de decir: “para mí, matar negros está bien porque a mí me parece que le hago un bien a la humanidad”.

En mi opinión el Estado tiene razón de existir como un ente creado para servir a los intereses sanos primero de los ciudadanos y por extensión de la comunidad. A través de ese contrato social, los ciudadanos estructuramos un Estado que, sin limitar nuestro derecho individual a ser libres, así como a respetar nuestro derecho a asociarnos libre y voluntariamente en grupos, actividades o asuntos lícitos y legítimos, dentro de un marco legal fundado en regulaciones civilizadas, razonables y moralmente aceptadas; garantice nuestra seguridad y bienestar.

No debemos confundir libertad con libertinaje.

No creo que la venganza sea la solución a los problemas de la sociedad. Los males del pueblo indígena, no se van a solucionar, torturando a un ladrón de gallinas, ni tampoco quemando o linchando a un cuatrero.

Criticas al sistema y está bien, pero, desde tu percepción muy particular, lo cual es tu derecho; pero, si te pones a analizar las cosas de una manera tan excesivamente anarquista, probablemente llegarás a la conclusión que la única especie que desentona en la naturaleza y quizá en el universo es el ser humano. Conclusión que Yo, particularmente respeto.

Un gusto Yitux.

Ernesto Yitux dijo...

Partiendo de que yo no creo en el contrato social, veo que nunca estaremos de acuerdo en estos temas.

Yo sí creo que una comunidad tiene derecho a poner sus leyes. Creo en el federalismo. A mi parecer mientras más pequeña es la organización social, mejor funciona. Así pues los acuerdos comunitarios me parece sanos y las organizaciones supranacionales me parecen el acabose.

Si un indígena mata en Guayaquil, irá a la penitenciaría. Si un guayaco mata en una comunidad indígena, será linchado. Me parece igual de bárbaro, igual de vengativo (recordemos uno de los pilares de la justicia es la venganza. Negar eso es caer en sensiblería y buenismo barato) e igual de impráctico.

Yo abogo por otro tipo de justicia. El otro pilar que la fundamenta es la retribución. Si alguien roba, que devuelva, y de castigo que devuelva más de lo que quitó meterlo tras las rejas no sirve de nada. No me devuelve mi dinero, al contrario me quitan dinero para mantenerlo.

También creo que los derechos naturales se pierden, en el momento que uno viola los ajenos. Si alguien mata, pues ¿por qué tendría derecho a su vida? Yo creo que a gente tipo Camargo, sí habría que matarlos sin piedad y punto.

Por supuesto como siempre existe el riesgo de que sea inocente, creo que debe existir un debido proceso para determinar la culpabilidad.

Pero en general, creo que cada comunidad tiene derecho a legislar a su manera. Los países no existen, repito.

Saulo Ariel dijo...

Reconozco que el Federalismo, tiene cosas interesantes. Funcionaría siempre y cuando la mayoría de la sociedad estuviera constituida por personas honestas y libres que inteligentemente eligieran para funcionarios públicos a personas honestas y libres. Condición que no sucede en el Ecuador.
El Federalismo puede resultar muy peligroso en sociedades como la ecuatoriana, porque sería la herramienta que ayudaría a consolidar el caudillismo de mafias. Por ejemplo, lo peor que le podría pasar a Guayas en las actuales circunstancias sería adoptar el Federalismo. Guayas, dominado por los socialcristianos, que ya no quieren ser socialcristianos, aunque siempre serán socialcristianos, se convertiría en un casi estado fascista gobernado por el Caudillo que sabemos y sus criminales adeptos; tácitamente el Guayas se transformaría en un pequeño Irak, y la noble Guayaquil en una tenebrosa Bagdad de épocas de Sadam Hussein. Francamente, no creo que te convenga ese sistema, no por el sistema en sí, sino por la realidad de la sociedad ecuatoriana.

Ernesto Yitux dijo...

El fascismo en pequeño siempre será mejor que el fascismo en grande. Es más fácil de vencer. No por oponerme al feudalismo socialcristiano en Guayaquil, voy a apoyar al Estado central, que es un mostruo más grande y fuerte aún. Igual que no por oponerme al gobierno ecuatoriano, voy a apoyar que exista un gobierno supranacional (léase "presidente del mundo")